24. Porque no soy hijo único, ninguno de nosotros, y si no puedo
ser un hermano, será difícil convertirme en un hijo de este
Padre, porque es el padre de todos.
25. “Sin duda que es el mío, pero también de los demás, de
mis hermanos.
Y si no estoy en paz con mis hermanos, no puedo decirle
‘Padre’ a Él".
26. De este modo se puede explicar que
Jesús, después de habernos enseñado el
Padrenuestro, subraya que si no
perdonamos a los demás, tampoco el Padre
perdonará nuestros pecados.
27. "Es muy difícil perdonar a los demás, verdaderamente es
muy difícil, porque siempre tenemos aquel pesar dentro".
28. …no se puede orar
con enemigos en el
corazón, con
hermanos y enemigos
en el corazón.
29. Esto es difícil, sí, es difícil, no es fácil.
‘Padre, no puedo decir Padre,
no me viene'…
‘No puedo decir nuestro, porque
este me hizo esto, eso y...’ ¡no
se puede!
30. Es cierto, no es fácil.
Pero Jesús nos ha
prometido el Espíritu
Santo:
31. Él es quien nos
enseña, desde
dentro, desde
el corazón,
como decir
'Padre' y cómo
decir ‘nuestro’.
32. Pidamos hoy al Espíritu
Santo que nos enseñe a decir
‘Padre’
33. y a poder decir ‘nuestro’, haciendo la paz
con todos nuestros enemigos".
FIN