Los principales pueblos que habitaron la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos fueron los iberos, celtas y celtíberos. Los iberos vivían en el este y sur y se dedicaban principalmente a la agricultura y ganadería, mientras que los celtas procedían de Europa central y ocuparon el norte practicando la ganadería. Los celtíberos combinaron culturas celtas e ibéricas en el centro de la península. Otros pueblos como los fenicios, griegos y cartagineses también