La casa de Ralph Erskine en Suecia se concibió para apropiarse del paisaje de forma natural. La "caja" se eleva del suelo y se construye con materiales locales como piedras y madera. Sus fachadas norte y sur interactúan con el clima de diferentes formas. La casa desplaza actividades como el aseo y el abastecimiento de agua al exterior, difuminando los límites entre la vivienda y el paisaje. Erskine buscaba que sus habitantes se integraran en el entorno.
1. MPAA
ESTUDIOS OFICIALES
DE MÁSTER Y DOCTORADO
EN PROYECTOS
ARQUITECTÓNICOS
AVANZADOS
EL UNIVERSO EN UNA CAJA DE MADERA.
Apropiación del paisaje en la casa de Ralph Erskine en Lissma. Suecia (1941-1942)
Juan Antonio Serrano García
Paisaje y Materia. En la casa del arquitecto.
Seminario. Línea de Paisaje. MPAA 3
juan@serranoybaquero.com (+34) 650603647
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ES
Existe un momento
PALABRAS CLAVE: Ralph Erskine, La Caja, Apropiación del paisaje, Desplazamientos, Habitar.
EN
There is a key moment
KEYWORDS: Ralph Erskine, The Box, Inhabit, Displacement, Landscape.
2. ‘Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un infinito espacio…’
Shakespeare. Hamlet 2ºacto escena 2
ÍNDICE
0. Breve camino hasta la casa
1. Apropiaciones del paisaje
1a. Intercambios con el lugar
. La caja elevada
. La materia del paisaje
. La caja se deforma
1b. Desplazamiento de actividades
. El paisaje es la casa
1c. Transformaciones de la caja
. La casa es el paisaje
. La caja se afila
2. El universo capturado
3. Bibliografía comentada
3. 0. BREVE CAMINO HASTA LA CASA
Ralph Erskine nació en 1914 cerca de Londres, a la edad de 18 años inició los estudios de topografía
en esa misma ciudad, pero en breve se cambió a la carrera de arquitectura. En esta época aprendió a
tratar el paisaje cuidadosamente mediante el dibujo, y su insistencia posterior en que el entorno de
sus proyectos fuera atentamente elaborado y no quedase al azar, sin duda se debe a la influencia de
esta etapa en Inglaterra.
En aquel momento la modernidad se forjaba en Europa con maestros como Alvar Aalto, pero fue la
obra de arquitectos como Gunnar Asplund, Sven Markelius, Uno Áhrén y Sigurd Lewerentz, que
practicaban una modernidad menos implacable, más acogedora, sensata, práctica y apropiada 1,
la que atrajo a Erskine hasta tal punto que decidió, en mayo de 1939, poner rumbo a Suecia con una
bicicleta, una mochila y un saco de dormir.
Ya casado con su compañera Ruth, un amigo granjero de la pareja les cedió amablemente un terreno
a su elección dentro de la parcela de su granja, junto con un trineo tirado por caballos, y en el invierno
de 1941 comenzó la construcción de la casa2. La elección del emplazamiento no fue casual, la
parcela era extensa y contenía laderas boscosas (Fig.1), Erskine eligió un pequeño claro rocoso de
una de las laderas, frente a tres árboles aislados, donde establecer cierta distancia con la granja de
su amigo.
Fig.1. Localización exacta de la casa en los terrenos propiedad del granjero 3
1
Estas eran las virtudes que Ralph Erskine valoraba de la modernidad en autores menos ‘reconocidos’ de aquella época.
Sintió siempre la necesidad de relacionar las edificaciones individuales con la infraestructura de las ciudades y las
comunidades, física y socialmente. Collymore, Peter. Ralph Erskine pg.11
2
La construcción duró un periodo de entre seis y nueve meses, hasta el verano de 1942. Erskine vivió en la casa durante casi
cuatro años, hasta 1945, entonces se mudó a Drottningholm.
3
La localización de la casa se ha realizado con la ayuda de los motores de búsqueda por internet: Bing Maps y Google Maps.
Gracias a la comparación de los dibujos originales de Ralph Erskine, que al encontrarse tan detallados ayudan a la
identificación de elementos existentes en la actualidad dentro del paisaje cercano a Lissma (más al Norte), Suecia.
4. 1. APROPIACIONES DEL PAISAJE
La casa realizada para sí mismo por Erskine, llamada ‘La caja’, gira en torno a una cuestión
fundamental en su concepción: cómo habitar un lugar de tal forma que la arquitectura pase a formar
parte del entorno de una forma natural y lógica. La caja responde a una estrategia de apropiación del
paisaje basada, como veremos, en una serie de intercambios, desplazamientos y transformaciones
entre la casa, los habitantes y el paisaje.
1a. Intercambios con el lugar
Erskine concibe su casa como una máquina moderna. Parte de una geometría y un volumen
sencillos, el rectángulo y la caja, para sintetizar en ellos su visión de cómo debe construirse la cabaña
de la nueva arquitectura4. Su compromiso con el paisaje del que pasará a formar parte a partir de su
construcción se plantea no desde una relación de tipo ‘parásito’ si no desde una relación
fundamentada en el ‘intercambio’. A simple vista se trata de una actuación simple y básica realizada
con pocos medios económicos, pero encontramos en el proyecto sutiles matices, basados en
intercambios con el paisaje, que hacen que la caja se apropie del lugar, pero dando un nuevo
carácter al mismo, ampliándolo.
. La caja elevada
La primera decisión del arquitecto, tras la elección del emplazamiento, es la de elevar la caja del
terreno. Esta separación no viene sino a confirmar que no estamos frente a una ‘cabaña tradicional’
de la zona o un refugio que surja de la tierra literalmente, por el contrario Erskine plantea un objeto
moderno que no tiene miedo a separarse de la huella donde se asienta para potenciar su autonomía
formal y para protegerse de humedades y xilófagos.
Pero es injusto quedarse en esta justificación. La caja se eleva del suelo para establecer un diálogo
con él. Este desplazamiento plantea por si solo un recorrido de llegada alrededor de la casa, puesto
que como la topografía no es llana, la fachada Sur resulta demasiado elevada para ser accesible y
hace inevitable que el ingreso se realice por la cara norte, con un escalón también desproporcionado.
Entrar en la caja requiere su tiempo. Y de esta forma, espaciando el ingreso y generando un tránsito,
se ponen en valor tanto la topografía como la propia caja.
Además esta distancia no es fija, Erskine lo sabía. Durante las estaciones donde la nieve hace acto
de presencia, que en esta zona es prácticamente la mitad del año, la distancia entre el terreno y la
casa disminuye, haciéndose esta distancia máxima en la época estival. El ingreso a la casa cambia
con el cambio de las estaciones.
. La materia del paisaje
Erskine construye la caja con los materiales que se encontraban en el lugar. Para separarla del
terreno se vale de las piedras del entorno y conforma un basamento de cinco por tres metros,
afianzando la mampostería mediante escaso mortero armado con unos muelles metálicos de unos
colchones abandonados. Sobre este pódium descansa una estructura de madera muy sencilla 5 a
base de listones creados a partir de la madera de la misma arboleda donde se dispone la casa. La
chimenea se realiza a partir de unos ladrillos recuperados de un viejo horno en desuso que se
encontraba en la granja cercana. Los cerramientos de las cuatro fachadas se realizan con la misma
madera que la estructura, superponiendo capas al modo de la tradición constructiva sueca que
aseguraba un correcto comportamiento frente al agua.
Pero a parte de esta construcción con los materiales que tenía a mano en el lugar, Erskine introduce
un aspecto más trascendente y que hace de esta casa un objeto único y paradigmático en la
4
Los principios de austeridad y sencillez fueron heredados de su formación socialista en Inglaterra. Pero en este caso nos
centraremos más sus pensamientos en lo concerniente al paisaje, cómo habitarlo, cómo construirlo y cómo la arquitectura pasa
a formar parte de él.
5
El sistema estructural de la casa es un buen ejemplo de la adaptación del ‘balloon frame’ a la tecnología sueca de aquella
época. AV Monografías nº132 pg.60
5. arquitectura moderna, la construcción con el paisaje. La caja presenta dos fachadas totalmente
opuestas, la norte y la sur. Si en la más soleada se plantea una mayor separación, a modo de brise
soleil, para dejar pasar los rayos en invierno y protegerse en verano, en la fachada norte se proyecta
una fachada que se va transformando junto con el paisaje.
La cara norte de la caja se protege del clima extremo y de los duros inviernos mediante la disposición,
en un marco de 70cm de profundidad, de una franja de almacenamiento de madera, que se irá
quemando poco a poco en el interior hasta que pase el frío. La casa acompaña al clima y cambia
junto con él, de tal modo que cuando el invierno es más duro el espesor de madera cubre toda la
fachada, y cuando las temperaturas se van dulcificando la caja va progresivamente ‘desnudándose’
hasta que en verano ya no queda más madera que consumir. Comienza entonces un nuevo ciclo
para la preparación del otoño.
No se trata de un simple gesto de composición de una fachada atractiva conformada a partir de los
‘cantos’ de la madera cortada, por mucho que ello pudiera atraernos. Estamos ante una casa que vive
del paisaje, depende de él, y el propio entorno participa en ella de una forma activa y transformadora,
de tal modo que si la observáramos en un instante congelado y aislada de este entorno, podríamos
saber en qué estación del año se encuentra el lugar.
Este intercambio entre la casa y el paisaje nos habla de que no solo el usuario vive dentro de la caja,
sino que la propia caja habita el lugar de una forma intensa, y la familia de Erskine es el agente que
activa estos acontecimientos, ligándose así también al paisaje, siendo consciente de sus
transformaciones y participando de los mismos. Se podría decir por lo tanto que la casa actúa como
un intercambiador entre el habitante y el paisaje, vinculando ambos mediante la experiencia y
poniéndolos en relación con el paso del Tiempo.
Fig.2. Imagen de Ralph Erskine portando los troncos con los que se configura la fachada norte de la caja.
6. . La caja se deforma
Como hemos visto, Erskine aprovecha todos los materiales que el lugar le brinda, al llegar a la
construcción de la cubierta también el lugar es tenido en cuenta. La caja se deforma sutilmente
conformando una ligera pendiente con el propósito de que la nieve solo se deslice cuando la cantidad
de la misma sea excesiva, de tal forma que siempre quede una capa que actúe como aislante natural
y de camino pueda aprovecharse parte de ella como agua útil en el interior de la casa.
De este modo vemos como la caja, ese elemento que muchos han considerado como autónomo y
ajeno al lugar, en realidad, con una mirada más atenta, pertenece irremediablemente al paisaje que
habita. Se alimenta de él.
Fig.3. Dibujos de Erskine que ilustran el aislamiento de la nieve, los problemas con diversos tipos de techos y técnicas
constructivas de la cultura sueca6,
1b. Desplazamiento de actividades
Erskine construyó una casa con una superficie útil inferior a los veintidós metros cuadrados, con unas
dimensiones aproximadas de seis metros de largo por 3’60 metros de ancho, y una altura que
rondaba los 2’10 metros. Dispuso una serie de actividades en el interior, las básicas para habitar con
necesidad de ser climatizadas mediante la chimenea. Las dimensiones tan ajustadas, no responden a
motivos económicos, si no a una forma de entender la relación de la casa con su entorno. Existe una
voluntad evidente en el arquitecto de generar una fuerte tensión entre el paisaje y los habitantes de la
casa. La caja desplaza algunas de sus actividades al paisaje de tal forma que los límites, tan
ajustados y controlados, de la misma se difuminan.
. El paisaje es la casa
Resulta curioso descubrir que la casa no posee ningún tipo aseo ni equipamiento sanitario. Esta
decisión, sin duda extrema en un clima como el de Suecia, ejemplifica a la perfección la actitud de
Erskine con respecto al tratamiento del paisaje como parte de la casa. Cada día la familia tenía que
buscar un lugar, tal vez uno diferente en cada ocasión, para, por unos instantes, ‘hacerlo privado’.
Así mismo no se dispuso instalación de agua corriente alguna, la existencia de un pozo cercano surtió
a la familia. Este hecho, también significativo, vincula de nuevo al usuario con el paisaje, puesto que
la caja desplaza su abastecimiento de agua al entorno mediante un camino7.
Por otra parte Erskine acondicionó diversas paratas en este claro rocoso donde dispuso varios
huertos para, cuando las condiciones climáticas lo permitían, poder abastecerse del paisaje cercano.
De este modo la caja se convertía en una construcción más cercana a las infraestructuras agrícolas
6
‘En Suecia encontré una creencia más acorde con el primer funcionalismo centroeuropeo, que buscaba una sociedad más
humana en la satisfacción de las necesidades cotidianas, también encontré una actitud menos dogmática respecto al estilo,
que se traducía en una nueva arquitectura, carente de nostalgia pero con la herencia de una larga tradición basada en el
empleo práctico de materiales sencillos propios de un país pobre’ Palabras extraídas del propio Erskine de ‘Ralph Erskine:
retrato con entrevistas’ Liliana Blaustein.
7
Evidentemente la caja constituye un manifiesto de actuación en el paisaje a través de una casa, donde Erskine y su familia
asumieron ciertas responsabilidades. Su compromiso con este modo de entender la arquitectura y el entorno fueron llevadas al
extremo en lo que hoy en día podemos entender como ‘un sacrificio’.
7. asociadas a huertos que a una vivienda en sí. Con esta misma filosofía, se construyeron una serie de
colmenas de abejas donde se cultivaba la miel. El palomar que se proyectó nunca llegó a construirse,
pero formaba parte de esta voluntad de desplazar elementos del paisaje a la caja, y viceversa, de tal
modo que todo el entorno se entendiera como una extensión de la vivienda. Habitando el paisaje, que
pasó a ser una estancia más de la casa.
Desplazamientos de actividades desde la caja al paisaje:
Fig.4. La caja y el pozo de abastecimiento Fig.5. La caja y los accesos posibles Fig.6. La caja y los huertos
Fig.7. La caja y el palomar Fig.8. La caja y las colmenas de abejas Fig.9. La caja y actividades en verano
Fig.10. La caja y las rocas Fig.11. La caja y los árboles alrededor del claro Fig.12. La caja y el paisaje habitado
Podemos entender ahora las dimensiones de la caja, tan radicales, porque la casa no es solo ella,
existe un interés por domesticar el entorno que la rodea. Apropiarse de ese paisaje y hacerlo formar
parte de la caja mediante la experiencia de habitar. Es esta una visión de la arquitectura más amplia
8. que la que estamos acostumbrados a manejar, donde los objetos proyectados comienzan y terminan
en sí mismos, sin crear vínculos con lo cercano.
1c. Transformaciones de la caja
La caja se organizaba en dos espacios separados por una chimenea singular; la sala de estar, que se
utilizaba a la vez como estudio y como dormitorio, y la cocina. Erskine proyectó la casa de tal forma
que la escasez de espacio se convirtiera en virtud. Así la estancia principal se iba transformando
según las necesidades. Tomó entonces un papel vital el mobiliario, el diseño de la cama y la cuna
elevables, la mesa del estudio escamoteable y los armarios empotrados pasan a formar parte de algo
más, y pasan a tener relación también con el paisaje.
Fig.13. Imágenes de Ralph Erskine con su familia utilizando el mobiliario de distintas formas.
. La casa es el paisaje
Encontramos de nuevo una relación directa y una razón de ser entre el tamaño de la casa y el
paisaje. Si antes la caja desplazaba actividades al entorno para apropiarse de él, ahora registra los
cambios del paisaje mediante una serie de transformaciones en su interior. Podría pensarse que con
la escasa dimensión de la caja, dicho interior se vería abocado a tener poca versatilidad, nada más
lejos de la realidad. Un mismo espacio se convierte, dependiendo de las horas del día, de la luz y del
paisaje, en casi cualquier cosa.
Erskine diseño una cama suspendida del techo mediante un sencillo sistema de cables y poleas 8, de
tal modo que podía elevarse dejando libre todo el espacio central de la sala. Lo más interesante del
citado sistema es que permitía diferentes posiciones, puesto que poseía unas bisagras en el centro,
de tal modo que podía disponerse también como sofá en la dirección deseada. La realidad es que
este sencillo recurso ponía en relación el interior de la caja con el paisaje. Cuando era de noche la
cama se podía disponer a la altura deseada dependiendo de la temperatura exterior, puesto que
cuanto más se acercaba al techo, de mayor calor se podía disfrutar, así que se trataba de un
regulador de la temperatura deseada para descansar. La posición en altura de la cama dependía del
frío del exterior9.
Por otra parte cuando se utilizaba como sofá, también existía una relación directa con el paisaje, en
las estaciones invernales el sofá se disponía orientado hacia la chimenea (Fig.13) para calentarse,
pero en las estaciones estivales, dicho sofá se orientaba hacia la ventana corrida dispuesta en la
fachada Este, de tal forma que se podía disfrutar del paisaje (Fig.14). Dependiendo de la posición
presentada por el sofá podríamos saber en qué estación se encontraba el lugar, y podríamos
fácilmente imaginar el paisaje asociado a dicha estación.
8
Las poleas y parte del sistema de cableado fue escondido tras los muebles empotraos de la fachada norte, de manera que
cuando dicho sistema se encontraba recogido no se apreciaba su existencia.
9
Este mismo dispositivo se utilizó para la construcción de la cuna de su hija Jane, de manera que los padres podían regular a
qué altura, y por lo tanto temperatura, deseaban que ésta descansara.
9. El ventanal acristalado dispuesto a sur disponía de unos paneles que lo recubrían en las estaciones
de mayor frío, puesto que el triple acristalamiento no era suficiente frente a las temperaturas que
llegaban a alcanzar los veinticinco grados centígrados bajo cero. Por lo tanto en estas épocas la vida
de la caja en su interior giraba en torno a la chimenea y con las vistas rasgadas del hueco horizontal
dispuesto a Este.
Durante los cortos veranos la caja vuelca su vida al exterior, disponiendo un marco de 1’50 metros
hacia el Sur, además el interior se une a este espacio vividero elevando la cama y espaciándose, de
esta manera con la llegada del calor, la caja se amplía de nuevo. Se transforma radicalmente junto
con el paisaje que la rodea. No es por lo tanto un objeto autónomo e independiente.
Fig.14. Imagen del paisaje desde el interior. Este Fig.15.Utilización en verano de la ‘Veranda’. Sur
. La caja se afila
Erskine trató este proyecto con suma dedicación y cuidado en sus detalles, y todas las decisiones
estaban basadas en el mismo deseo de apropiarse del paisaje, en habitarlo. Con estas mismas
razones, la caja, partiendo de su interior se deforma una vez más. Tras el movimiento de la cubierta
antes descrito, podemos descubrir que tanto en sección como en planta los bordes de la caja se
acartelan (Fig.16 y 17), afilándose ligeramente en las zonas voladas. Esta sutil operación tiene su
razón de ser en la intención de que desde el exterior se perciba la caja como una ‘máquina
moderna’10 y ligera, y por otra parte para que desde el interior se perciba ese carácter de caja que
encierra al paisaje en su interior.
Fig.16.Planta Fig.17.Secciones del proyecto
10
De hecho, Erskine dispone dos marcos blancos en las dos fachadas principales, para enfatizar el carácter de caja dispuesta
en el paisaje.
10. En la planta podemos observar otro movimiento de una pieza que confirma esta teoría, es el ligero
giro que presenta la chimenea mirada desde el interior (Fig.16), resulta casi simétrica al ‘afilamiento’
de la fachada Sur, por lo tanto podemos concluir que Erskine efectivamente quería atrapar el paisaje
desde el mínimo interior de la casa.
2. EL UNIVERSO CAPTURADO
Ralph Erskine nos presenta en esta casa una arquitectura que se construye, no solo con los
materiales tradicionales, sino que utiliza el paisaje en el que se inserta como un material más de
proyecto.
Una caja dispuesta en un lugar, que consigue apropiarse del paisaje que le rodea.
Por un lado la caja intercambia con el lugar su disposición, elevándose más o menos según la
estación, su materialidad, presentando más o menos madera dependiendo de la época del año y su
forma, permitiendo que la nieve justa permanezca en su tejado.
Por otro lado la caja presenta un volumen mínimo, y desplaza actividades y usos al paisaje,
habitándolo de esta forma. El paisaje se convierte en casa. Desplaza tanto la obtención de agua y de
comida como parte de los equipamientos, que están en el paisaje y no dentro de la caja, por lo tanto
la casa es la suma del paisaje más la casa.
En último lugar el interior de la caja se transforma dependiendo de cómo se encuentre el paisaje en
cada momento, el espacio se adapta dependiendo de la temperatura, del soleamiento y la hora del
día. Y la forma de la casa, tanto sus bordes como la posición de la chimenea, se transforma para
atrapar el paisaje exterior.
De este magnífico ejemplo podemos aprender que la arquitectura no es solo un objeto autónomo,
sino que mediante separaciones, acercamientos o desplazando elementos se puede llegar a habitar
un lugar de una forma más intensa y comprometida con el paisaje.
Mediante todas estas apropiaciones, se consigue mantener un diálogo intenso con el paisaje, esta
‘máquina moderna’ acerca al hombre al lugar, lo pone en contacto con él. Lo humaniza. La caja
consigue capturar dentro de su pequeño volumen el universo del hombre por completo, su
experiencia en cuanto al habitar se refiere. Alberga en su interior el hogar, un espacio para el
FUEGO, el cual divide las dos estancias, y ambas se benefician de él. Toma el AGUA del pozo
cercano y de la nieve acumulada en su cubierta. Se eleva de la TIERRA y la acondiciona para su
producción y aprovechamiento. Se protege del VIENTO construyendo con la MADERA del bosque
sus paredes, donde la apila para quemarla más tarde. Y todo esto con un elemento mínimo de
arquitectura, sofisticado y preciso. Moderno.
3. BIBLIOGRAFÍA COMENTADA (en construcción)
Libros
Collymore, Peter. Ralph Erskine. Ed. G.G. Barcelona 1983
Ray, Estefano. Ralph Erskine: Architetture di bricolage e partecipazione. Ed Dedalo Libri. Bari
1978
Egelius, Mats. Ralph Erskine, Architect. Ed. Buggförlaget. Estocolmo 1990
Fernández Alba, Ángel. Ralph Erskine. The Box. Catálogo de la exposición del año 2005.
Ministerio de Fomento. Madrid 2005
11. Artículos
del Castillo, Sergio. Casas de maestros. Erskine. Madrid 2010
Arenales-Vergara, Oscar. Ralph Erskine on extreme environments design – an Alternate
Universe and Rich Heritage for the architects of the future. Architecture and Urbanism
2005:03 nº414. Tokio 2005 pág.98-101
Capitel, Antón. La cabaña de Erskine en el paraíso de la campiña sueca. Arquitectura COAM
341. Madrid 2005 pág.72-77
Erskine, Ralph. Architecture, the useful and Universal Art. Earlier reflections, recent thoughts
and references to the Swedish debate on architecture today. www.erskine.es
González de Canales, Francisco. La autoconstrucción ambiental de Ralph Erskine.
Arquitectura COAM 341. Madrid 2005 pág.80-89
VVAA. Ralph Erskine. Living legacies. Architecture and Urbanism 2005:03 nº414. Tokio 2005