El documento discute la reconstrucción de Perú tras los desastres naturales recientes. Argumenta que la reconstrucción debe enfocarse en la prevención a través de infraestructura preventiva y rescate directo del estado a pequeños agricultores y familias afectadas, en lugar de canalizar fondos a través de bancos privados. También aboga por replantear el seguro agrario para mejor apoyar a agricultores de pequeña escala.

1. LA RECONSTRUCCION DEL PERU EN LOS TIEMPOS DE
LA RENTABILIDAD US.$...
A propósito de los desastres naturales
Mucho se viene diciendo sobre los costos de la reconstrucción de las zonas
afectadas y devastadas por los huaycos y los desbordes de los ríos producto de la
temporada de lluvias, el “niño costero” y su relación con el calentamiento global que
afecta al mundo.
Estamos hablando de miles de hectáreas de sembríos y terrenos agrícolas
perdidos, miles de casas e infraestructura ciudadana tanto en zonas de riesgo como en
ciudades y pueblos que fueron destruidos o en el mejor de los casos inundados por los
ríos y la falta de acciones/inversiones efectivas en prevención. Frente a ello algunas
autoridades locales argumentan que sus planes de contingencia fueron detenidos por el
MEF por no calificar ante el SNIP, que no es otra cosa que un sistema administrativo del
Estado que a través de un conjunto de principios, métodos, procedimientos y normas
técnicas certifica la calidad de los Proyectos de Inversión Pública (PIP) y otorga luz verde
para soltar el dinero, pero en términos reales es un sistema que impone una lógica de
“rentabilidad financiera” por sobre una necesaria visión de rentabilidad social que
muchas veces no entrega un TIR o un VAN positivo y satisfactorio para los neoliberales
ortodoxos que controlan el Ministerio de Economia y Finanzas del Peru – MEF.
A todo ello PPK declara: “El Perú está mejor preparado para soportar los costos
económicos y financieros que en el pasado, y aprovechará sus sustanciales ahorros, así
como préstamos, para financiar la reconstrucción…”, dijo el exbanquero de Wall Street
de 78 años que asumió el cargo de presidente del Perú en julio pasado.
El contexto que genera esta declaración me despierta preocupación, por ello
señalo que es mucho más importante precisar NO la cifra final del costo de la
reconstrucción, menos aun nuestra musculatura financiera sino cual será el enfoque que
esta acción del estado debe tener, lo cual será determinante al momento de medir el
impacto real de los miles de millones de soles que se invertirán y en última instancia a
que bolsillos ira a parar el todo este dinero.
Lo previsible es que el gobierno de PPK optara por canalizar “ayuda” a través del
sistema financiero peruano (un puñado de bancos que a su vez manejan fondos de AFP
y verticaliza negocios y monopoliza precios y tasas) que ve esta circunstancia de
catástrofe como una oportunidad de negocio. La otra opción no excluyente sería el
esquema “de corte social” via agencias u oficinas de gobierno que permiten llevar
asistencialismo al más puro estilo fujimorista.
Frente a este escenario, desde nuestra orilla planteamos de manera firme al
gobierno que la reconstrucción se enfoque en términos de reingeniería, cambio
climático, con infraestrutura preventiva -siguiendo el ejemplo ecuatoriano- e
intervención directa del estado para rescatar a los miles de pequeños agricultores y
familias peruanas dependientes de la agricultura y negocios conexos que están en la

2. ruina total. No es aceptable la dádiva bancaria de “otorgar meses de gracia” a un grupo
humano que se ha quedado sin herramientas, infraestructura y terreno para producir.
Creemos que al igual como cuando la banca nacional entro quiebra por sus
desmanejos y maniobras, el estado modifico leyes y normas para acudir al rescate del
banco latino, Wiesse, entre otros. Hoy con la misma decisión debe abordar el subsidio
directo y sin intermediarios de la reconstrucción y rehabilitación de zonas dañadas con
un enfoque preventivo planificador.
Se debe replantear de manera urgente el Seguro Agrario, que hoy reposa en su
mayoría en la banca privada como una opción para la gran agricultura. El Estado a
reducido su participación al Seguro Agrícola Catastrófico (SAC) en zonas que
curiosamente no han sido afectadas por estos desastres: Amazonas, Apurímac,
Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Huancavelica, Junín, Pasco, Puno y San Martín.
Y que representan solo el 13.2% del área cultivada en el Peru: 4´155,578 hectareas, de
un total de 7´125,007 hectareas agrícolas según CENAGRO 2012.
El rescate social no tiene por qué alarmar a nadie menos aun cuando todos
recordamos lo fácil y “necesario” que resulta para los gobiernos neoliberales soltar
dinero o endeudarse para financiar rescates a la banca asociada. Por su lado los medios
de prensa que actúan/viven como agencias del gobierno -por los altos ingresos que el
erario publico les representa- deben pensar dos veces antes de lanzar conjuros y
maleficios contra una política de este tipo sin recordar su silencio complice cuando el
“apóstol” y siempre respetado por la DBA Richard Webb maniobró a favor del grupo
Picasso y el Banco Latino en nuestro pasado reciente.
Por su lado la banca y el gran capital agro-exportador peruano liderado por
Gloria, BCP, entre otros, que se apoderaron durante el gobierno de Toledo, Alan y
Humala de las mejores y más extensas áreas agrícolas del norte y sur del Perú deben ser
frenados en su voraz apetito de querer seguir devorándose terrenos agrícolas de
pequeños y micro agricultores caídos en desgracia.
Sabemos que desde Lima la desgracia de nuestro hermanos del norte - a los que
ojala no se sumen mas desgracias por el friaje que se nos viene en la sierra- se ve desde
la perspectiva de la solidaridad y el apoyo, en la medida que los noticiero dejen de pasar

3. escenas de las zonas afectadas todos pensaran que la desgracia ya paso, cuando
realmente recién empieza. Por eso creemos necesario que las fuerzas políticas
comprometidas con el país insistan – como lo viene haciendo Tierra y Libertad- Frente
Amplio – deben abordar el debate necesario que socialice la necesidad del cambio de
paradigma ideológico-neoliberal tan fuertemente arraigado y que implica, entre otros,
cambiar el concepto de rentabilidad en la inversión pública. Cuando se gestione la
sociedad a partir de objetivos de rentabilidad social, entonces, los ciudadanos y
ciudadanas, podremos decir que se abre una ventana a la esperanza.
Callao-Perú, 14 de abril del 2017
Martin Morales Torres
Martin Morales Torres: Es chalaco de nacimiento, padre de dos jóvenes, Coordinador
Regional y Responsable Politico del Frente Amplio en el Callao, fue candidato al Congreso 2016,
es Director Gerente de Ergo Systems.com, Profesor de Análisis y Diseño de Sistemas de
Información, Consultor en Reingenieria de procesos y Calidad Total, Analista de Sistemas de
Información, MSCSE, Software Engeneer y App Movile, Tiene un Post-Grado en Data
Networking de la UPC así como diplomados en Gerencia de TIC y Gerencia en ESAN y el
exterior, fue Gerente de TIC en el IRTP - Tv,Peru, Jefe de Sistemas de la CAN, Org. Andino en
Salud, Creador de la Red Andina de Vigilancia Epidemiologica de la CAN, reconocido por la
Univ. de Harvard y el Rockefeller Inst. of Massachusetts. Ha sido expositor en temas de su
especialidad en congresos y eventos en diversas parte del mundo, colabora en publicaciones
nacionales y empresas de medios del pais.