1. LA ESCUELA DE LOS SUEÑOS
Tomado de: www.cuentosdeterror.info
2. Durante la clase la maestra dictaba y los niños escribían, pero el
chistoso del lugar se le ocurrió hacer una broma. Diciendo que no había
oído bien una palabra, le pedía a la maestra que la repitiera (la misma
palabra vulgarmente tenía otro Significado). Toda la clase entendió la
broma del chistoso y se rieron al unísono, fue como una explosión de
risa. La maestra les ordenó que hicieran silencio, los niños callaron,
pero aún se siguió resonando una risa. Era una carcajada chillona y
aguda, y al mismo tiempo algo ronca.
3. - ! Dije que hicieran silencio ¡ ¿Quién se sigue riendo? - dijo la maestra con
tono enfadado. Buscó con la mirada pero no halló al culpable. Se oía con
claridad que la risa se originaba en la clase, los alumnos se miraban unos
a otros desconcertados. Ese fue el primer echo extraño, unos días
después, durante un recreo, cuando las clases estaban vacías, se oyó el
rechinar de las patas de las sillas, como si alguien las arrastrara, así lo
contaban los conserjes de la escuela, encontraban las sillas
desordenadas, ventanas abiertas, cortinas que se movían cuando no
hacia viento, en fin todo era muy extraño.
4. Los padres se enteraron de los hechos y ya no querían enviar a sus hijos, la
escuela comenzó a caer en desgracia, los alumnos se fueron retirando poco,
hasta que el colegio se vio obligado a cerrar sus puertas. Hoy 10 años después
estoy estamos dispuestos a averiguar qué fue lo que en realidad hizo caer en
banca rota a la escuela, se han creado muchos mitos acerca de lo que en realidad
paso, pero mi equipo de reporteros y yo vamos a desmentir todo lo que se ha
dicho. Trabajamos para un conocido canal de televisión, trabajamos desde hace
tiempo resolviendo asuntos paranormales, y este es un muy buen caso, aunque
el trabajo no es muy fácil, y a veces un poco arriesgado. Desde que escuchamos
el rumor, nos pareció muy intrigante una escuela al parecer “embrujada”. Nos
llevó algo de tiempo contactar al que era el director de la escuela, el señor
Ramón Salinas, un cincuentón, flaco, moreno, un poco calvo, pero lo hicimos,
vivía no muy lejos de lo que ahora era una escuela abandonada.
5. Al encontrarlo, le dijimos que queríamos hacer un reportaje de su escuela, acepto sin
pensarlo, pactamos para encontrarnos al día siguiente, pero entre la conversación que
tuvimos, nos contó algo muy interesante. -Mi escuela era un lugar muy exitoso, el lugar era
muy acogedor, pequeño pero acogedor, hasta que llego ese día en que, la maestra del salón
13 salió gritando, al comienzo pensábamos que era alguna travesura de un alumno que ya
había colmado su paciencia, pero desde ese día la maestra no regreso ni por su liquidación. -
¿entonces, los rumores son verdad?.-Pregunte -A decir verdad yo nunca creí eso, pero los
padres al parecer si, cambiaron a sus hijos de escuela, ya que ellos no quería ni verla.
6. Interesante, ¿entonces mañana podremos comenzar a grabar el reportaje? -Claro, la
escuela como la ven, nadie ha entrado desde que la cerramos, está en completo
abandono, intente venderla pero nadie quiso comprarla, al parecer, los rumores
espantarían a cualquier posible comprador. Evidentemente, La escuela se encontraba en
total estado de abandono, polvo entre las mesas que aún seguían ahí, parecía una
escuela sacada de un cuento de terror, el señor Salinas, haciéndolas de guía, nos llevó a
conocer cada parte del colegio, laboratorios, baños, el salón de lo que era su oficina, y la
misteriosa aula n° 13. -Este es el aula de la desgracia, aquí se inició todo —dijo el
director— La verdad yo no note nada raro en ese lugar, habían unas inscripciones en la
pizarra, eran palabras al parecer escritas en español, pero eran ilegibles, era como si
hubieran pasado las manos intentando borrar las frases que estaban ahí, era una
combinación entre polvo, pero las huellas parecían muy frescas. No dije nada, no pensé
que sería tan relevante.
7. Entre conversaciones y ruidos, llego la hora de dormir, eran las 12 a.m, todo estaba al parecer
tranquilo, mi equipo dormía plácidamente, pero a mi algo no me dejaba dormir, sentía que algo
iba a pasar, sentía como si mil caballos galopearan en mi cabeza, sentía que de un momento iba
a estallar. De un momento a otro vi una sombra en la puerta del aula, al principio no lo logre
distinguir muy bien, era un niño, me miro y al parecer él se asustó de mí, yo estaba con los pelos
de punta, no sabía qué hacer, no quise molestar a mis compañeros, solo atine a perseguirlo, Salí
corriendo detrás de él, por momentos desaparecía, pero logre ver que se metió a otro salón.
Entre y lo vi en una de las esquinas acurrucado. --Ho-Hola ¿Cómo te llamas? –pregunte --¿Qué
quiere acá? ¿y qué hace con esas cosas dentro de ese salón?--respondió. --No queremos
hacerte daño, solo pasaremos aquí esta noche, ¿hace cuánto que estas aquí? --No sé del
tiempo, pero llevo mucho aquí, siempre estuve aquí solo. — ¿usted qué hace? --Supongo que tú
sabes mejor que nadie lo que paso con el colegio, soy reportero, vinimos hasta aquí para filmar
un documental—respondí --¿y también se supone que yo fui la causa? Pues sí, lo recuerdo muy
bien. Te mostrare las razones, ¿me quieres dar tu mano?
8. El niño me inspiraba confianza, aunque el miedo de que estuviera hablando con un espíritu
no se me iba, y más aún si me pedía que le extendiera la mano. Le di mano algo temeroso.
Ni bien se la di, sentí un frió en las piernas que no me dejaba en paz, de pronto vi todo de
día, el colegio con niños jugando al parecer en su recreo, profesores charlando, era como si
nunca hubieran abandonado la escuela, estaba en un rincón del colegio, pero el niño aún
seguía a mi lado. --¿ves? –todo era muy normal, como en cualquier otra escuela, niños
jugando, maestros, entre otras cosas, ah y no te preocupes que nadie nos puede ver. --
¿entonces? ¿Qué fue lo que en realidad paso?—pregunte Me tomo de la mano otra vez, y
cambios de lugar rápidamente, aparecimos en el salón n° 13. --Aquí estamos, este era mi
salón, ¿ves? -- ¿pero dónde estás tú?—pregunte Con su mano, señalo una esquina del salón,
habían 4 niños, al parecer pateando a otro niño en una esquina, ese era el. --¿tus amigos te
pegaban? – pregunte --si, lo hacían siempre, le intente decir a mis padres pero ellos están
muy ocupados trabajando, ¿mis profesores? Nunca me creyeron, siempre fui el más retraído
del salón, pasaba desapercibido, nadie me notaba- respondió con lágrimas que bajaban por
sus mejillas. --¿entonces qué fue lo que hiciste?
9. siendo muy niño comprendí, que en este mundo hay mucha gente que sobra, y sin nadie que
me escuchara, nadie me ayudaba, y yo no sabía pelear, no había otra salida ¿tu si me entiendes
verdad? --¿te suicidaste?—pregunte sorprendido --ajam, fue la única salida en serio, nadie
podría ni podrá comprender lo que se siente, es un infierno, desde ese momento, quería seguir
aprendiendo por eso me quede en el colegio y ahora como nadie me veía, nadie me podría
pegar ni hacer daño, no sabía que espantaría a todos los alumnos—respondió Las lágrimas se
me caían de los ojos, casi siempre pensé que los fantasmas son almas muy malas, que solo
buscan asustar gente, pero a veces solo son almas que vagan buscando su lugar, pero entre los
vivos están bien lejos de donde deberían estar, comprendí que en este mundo hay una entrada
y una salida. --Ahora que ya sabes lo que me paso, supongo que te ayude en algo, ahora ya
puedes regresar a tu dimensión, no te puedes quedar mucho tiempo aquí
10. En ese momento me soltó la mano, y abrí los ojos al lado de mis compañeros, en la tienda
de campaña que habíamos instalado, ya iba a amanecer, me rehusaba a aceptar que había
sido solo un sueño, busque la cámara que había estado encendida toda la noche,
evidentemente me había quedado dormido toda la noche, no me había movido siquiera un
centímetro. Amaneció, el señor Salinas vino a buscarnos, a primera hora, recogimos las
cosas y en la puerta de salida nos dijo: --¿Qué paso? ¿Averiguaron algo?— No les conté
nada ni a mi equipo ni al director, supuse que me creerían loco, así que preferí callar. --
Nada, no vimos nada, al parecer si había un fantasma ahí, ya se fue, no encontramos nada
de nada, nos vamos como vinimos—respondí El director se quedó callado, con una sonrisa
discreta dibujada en su rostro, salimos sin decir nada más. Supuse que de todos los casos
que había visto, este había sido el más triste y conmovedor que me toco, no sé si fue real
pero en fin, me di cuenta de que la agresión en las escuelas si existía hace 10 años atrás.