1. UTOPIA.
AUTORA: ANA MARÍA GRANDE
Era una gélida mañana de invierno, las calles se vestían de blanco nieve cuando yo
Guadalupe Torres me dirigía en mi mercedes a la universidad donde me habían
contratado para hacer trabajos de robótica, lo que mejor sabía hacer, y el motivo
principal por el que me había trasladado con toda mi familia aquí desde mi México
natal.
Saliendo del garaje vi por el retrovisor como mi marido a la velocidad del rayo corría
tras el coche tan solo con un fino pantalón del pijama de verano en tanto me hacía
aspavientos con los brazos.
Yo entre risas frené de golpe para que él me alcanzara y no llegara a mi trabajo de
aquella guisa antes que yo, bueno por eso y debo confesar por que sentía mucha
curiosidad de que era aquello tan importante que me tenia que decir mi esposo para que
hubiese salido de casa descalzo y sin apenas vestirse.
-Al fin te cojo-Exclamó el aliviado.
-Pero, ¿Donde vas así? ¡Que los vecinos van a sospechar! y lo que es mas ¿Como se te
ocurre dejar a nuestra pequeña sola?- Le inquirí yo.
-No te preocupes por Minerva; duerme placidamente-Me aseguraba él convencido con
la mejor de sus sonrisas.
-¿En serio? Mira detrás de ti-Le propuse yo entre risas.
En ese momento el notó un tirón en el pantalón y al mirar al suelo allí estaba mirándolo
con cara de pícara nuestra pequeña Minerva a la que no tardo en cogerla y arroparla
entre sus brazos en tanto le decía-¿Qué haces tu aquí?-.
-Me aburrí de fingir que dormía ¿y tu?- Le contestó nuestra pequeña con su habitual y
abrumadora sinceridad.
-Vine a desearle a tu madre que tenga un buen día y que tenga cuidado no se meta en
líos que aquí es nueva y hasta que se haga un hueco en la empresa….-comenzó
previniéndome él preocupado
-Vamos Cris, sabes que soy propensa a meterme en líos como sabes que siempre salgo
con buen pie de ellos, así me conociste y así seré siempre-Le recordaba yo.
-Si, me e enamorado de una aventurera,-Asintió él.
- ¿No me das un beso deseándome suerte?-Le inquirí yo traviesa.
-No la liemos Lupe que tus besos no son solo besos y uno no es de piedra ya me
entiendes-.Me decía mi adorable esposo.
-En ese caso volved a casa antes de que se despierte el vecindario y las viejas cotorras
empiecen a hacer preguntas-Les rogué yo sensatamente.
-Si mami-Me contestó dulcemente mi pequeña.
Una vez llegué a mi trabajo entre al laboratorio con mi formula ultra secreta de la que
debía hacer más cantidad pues la que tenía ya no era suficiente y debía darme prisa ya
que el tiempo contaba en mi contra. Aquella formula era nuestra sangre roja, éramos
vampiros de aquella sangre roja y ahora cálida sin la que no podríamos sobrevivir, sin la
cual mi familia, y yo seriamos humanoides del tres al cuarto como todos aquellos que
solo habían quedado como simples vegetales para ayudar a los humanos en sus tareas
diarias.
Tras cuatro horas de intenso trabajo por fin lo conseguí, recaudé la suficiente cantidad
de sangre como para pasar tranquilos los próximos 10 años y si eso es lo que había
conseguido en mi primer día de trabajo no era descabellado pensar que conseguiría

2. suficiente cantidad quizá para los próximos 50 o 100 cien años durante el tiempo que
durase mi contrato en la universidad.
El agente de seguridad Lucas Aguirre en su ronda diurna me sorprendió haciéndome la
siguiente pregunta-¿Está trabajando en algún proyecto secreto profesora?-.
-Nada importante, agente Aguirre-Le aseguré yo impasible.
-¿Cree que en un futuro las maquinas superaran a los hombres?-Siguió jugando el a los
detectives.
-¿Por qué no me pregunta abiertamente lo que quiere saber?-Le inquirí yo sin reparos.
-¿Cree que pueden existir humanoides capaces de dominar el mundo?-Me preguntó él
finalmente algo ruborizado.
-Vamos agente, no me diga que se traga todos los productos que le vende Hollywood-
Exclamé yo quitándole importancia al asunto en tanto tomaba notas de los pasos que iba
siguiendo en mis descubrimientos.
El agente Aguirre sintiéndose probablemente bastante ridículo ante aquella situación se
despidió con un sencillo-Creo que seguiré haciendo mi ronda-.
-Muy bien-Asentí yo siguiendo con lo que estaba haciendo.
En aquel preciso instante el director de la universidad entró en el laboratorio ha hacerme
lo que parecía ser la segunda visita de la mañana al tiempo que me saludaba
diciéndome-Veo que ya ha tomado posesión de su nuevo lugar de trabajo-
-Si, no me gusta perder el tiempo hablando ni andándome por las ramas así que en
cuanto llegué y lo encontré me puse a trabajar-Le explique yo sin prestarle la más
minima atención ni siquiera por el cargo que tenía.
-Comprendo-Exclamó el director bastante molesto al tiempo que fruncía el ceño.
-¿Quería algo Director Sánchez?- Le pregunté yo haciendo un pequeño inciso en mi
trabajo.
-Solo me pasaba a charlar un rato con usted para saber como le iba y si todo era de su
agrado-Me dijo con suma amabilidad este.
-Todo va bien excepto por las interrupciones que estoy recibiendo desde que he llegado
esta mañana que no me permiten realizar mi labor tan bien como yo quisiera. Yo he
firmado un contrato como investigadora en robótica no como relaciones públicas-Le
acabé aclarando al viejo director.
-No se sulfure joven es normal, quizá en su país tengan ustedes otras costumbres pero
aquí cuando ella una muchacha tan brillante y joven como usted es lógico sentir
curiosidad por conocerla y conocer su trabajo-Me acabó diciendo él.
-Supongo que tiene razón-Acabé aceptando yo.
-Por cierto, ¿Qué es ese líquido rojo que tiene usted ahí?-Me inquirió con curiosidad el
Director.
-Es líquido de frenos que compré esta mañana para el coche pero no me fiaba de dejarlo
en el coche así que lo he traído conmigo-.Le mentí yo.
-No tiene de que preocuparse esta es una zona segura nunca hemos tenido problemas
con los robos ni nada por el estilo pero si usted se queda más tranquila así…, por mi
parte no hay problema.
Ahora me retiro a mi despacho si necesitara algo solo tiene que venir a pedírmelo-Me
aseguraba el bueno de Sánchez.
A punto de salir del gran laboratorio se encontraba el director cuando dos de mis
alumnos entraron y uno le dijo a otro al oído a modo de susurro-¿Te has fijado lo buena
que está esta profesora? ¿Que te apuestas a que me la tiro? –
Carlos Gómez su amigo le decía al tiempo que lo veía como lanzaba su mano –Tio no
serás capaz…que es una profesora-.

3. Yo con mi oído tan fino que era capaz de percibir a una mosca volando a tres kilómetros
de distancia escuché aquella conversación alta y clara y cuando estuvieron lo suficiente
cerca antes de que la mano de aquel idiota fuese a estrellarse en mi culo lo cogí por la
muñeca lo levante por los aires y dándole una voltereta lo tire delante mía en el suelo y
para que no se pudiera levantar apoyé un pie sobre su garganta, tras lo cual a viva voz
dije para toda la clase-Soy la profesora en robótica Guadalupe Torres y vuestra
inmediata superiora y como acabáis de presenciar también soy cinturón negro de karate.
Si queréis estar en mi clase y llevaros bien conmigo me tratareis con respeto y me
llamareis profesora Torres la confianza os la tendréis que ganar con el tiempo ahora el
que como este compañero que esta a mis pies solo venga a mis clases para hacer el
capullo queda terminantemente expulsado-
El director Sánchez que desde la puerta presenció la escena exclamó con una pequeña
risita-Si creo que esta chica va a encajar muy bien aquí-.
Cristian Castillo que así se llamaba el chico en cuestión, en cuanto le quité el píe de
encima se levantó humillado y salió corriendo de la clase como alma que lleva al diablo
el resto de la clase transcurrió sin más percances cada uno trabajando en sus proyectos y
yo en los míos
Comencé por mi protegida un humanoide llamado afrodita de mirada orgullosa, piel
dorada, larga melena castaño cobriza, mitad robot, mitad humana a la que le tenía que
poner parte de la sangre que acababa de elaborar en el laboratorio y estaría lista para su
regreso a la vida.
Una vez hecha la transfusión de sangre Afrodita despertó de su largo letargo y con su
mirada orgullosa me preguntó-¿Dónde estoy?-.
-En mi lugar de trabajo-Fue mi breve pero sincera respuesta.
-Este no es un sitio digno de una diosa como yo-Me dijo ella algo molesta
-Shsh lo se, no es el lugar más indicado estoy haciendo lo posible para cambiar las
cosas, pero por ahora esto es lo mejor que he podido conseguir-Le explicaba yo a mi
protegida.
-¿Donde esta la familia?-Quiso saber ella curiosa.
-Si no han salido, supongo que estarán en casa-Le dije yo casi con indiferencia.
Afrodita asomándose por la gran cristalera que daba al exterior y ver el parque tan bello
que las rodeaba y que tanto les recordaba a su antiguo hogar me dijo- ¿Te importa si
doy una vuelta por fuera?-
-No, no me importa, pero aprende a pasar algo más desapercibida que aún no estamos
en posición de destacar tanto como nos gustaría-Le pedí yo amablemente
-Vamos que no descubra mi verdadera identidad-Sentenció ella algo molesta ya que
estaba sumamente orgullosa de quien era o al menos de quien creía ser.
-Eso es-Asentí yo.
-¿Y como digo que me llamo? ¿Alguna sugerencia?-Me inquiría ella.
-¿Que tal Laura? Cuando te creamos pensamos también en ese nombre.
-Me gusta, con diferencia me gusta más el mío, pero el de Laura tampoco esta mal, muy
bien mientras tengamos que disimular con los humanos seré Laura, pero en casa…-Me
explicaba ella satisfecha.
-No te preocupes en casa siempre serás Afrodita-.Le aseguraba yo con la mejor de mis
sonrisas.
-Gracias Lupe eres la mejor-Me decía ella tras lo cual me dio un espontáneo beso en la
mejilla para finalmente salir al patio exterior con la ilusión de una niña, casi se la podría
comparar con mi pequeña Minerva.

4. Iván era un estudiante ruso de literatura en la Universidad donde trabajaba yo y mi
protegida en su alocada salida se tropezó con él tirándolo al suelo a él y a sus libros.
Afrodita tan galante como siempre había sido se agachó al lado del chico y le preguntó-
Disculpa ha sido culpa mía¿ Necesitas ayuda?-.
-No te preocupes el horóscopo de hoy me decía que iba a tener un encuentro fortuito
con una mujer muy hermosa-Le contestó Iván con gran sentido del humor llegando a
ruborizarla, tras lo cual hizo una breve pausa y prosiguió diciéndole-Además de no ser
por ti ahora estaría en clase estudiando a los grandes de la literatura en vez de
aprovechar este precioso día de sol probablemente con la mujer mas bella del mundo,
por cierto aún no hemos sido presentados formalmente yo soy Iván y tu por lo hermosa
que eres debes ser Afrodita ¿He acertado?-.
Entre risas Afrodita asintió con la cabeza de sumo agrado.
-¿Que te parece si junto damos un paseo por aquí?-Le propuso él impulsivamente.
Ella tras mantenerle la mirada con una sonrisa encantadora le contestó-Me parece
perfecto-.
Las horas corrían y los dos enamorados no parecían notarlo, de hecho llegó la hora de
comer y tuve que tomar mi coche e ir en busca de mi protegida para llevármela a casa
donde la interrogaría y la prevendría del cuidado que tenía que tener de relacionarse con
humanos.
-Al fin te encuentro jovencita- Le dije yo cuando estaba a punto de caer en los brazos de
Iván.
-Profesora Torres no sabía que ella era su…-comenzó diciendo Iván intimidado.
-Mi protegida si-Concluí yo asegurándole con firmeza y dirigiéndome a posteriori a
Afrodita le pedí-Señorita sube al coche que nos esperan en casa para comer y se nos
hace tarde-.
-Pero…-Protesto Afrodita mientras se alejaba de su amado.
-Pero nada, sube al coche que si el destino así lo quiere, ya tendréis más tiempo de
veros-Le pedí yo dándole pese a todo un voto de confianza ya que como mujer la
entendía más de lo que ella podía imaginar.
Una vez llegamos a casa bajó del coche dando un portazo al tiempo que me
recriminaba-Claro para ti es muy fácil como ya tienes a tu familia, ¿Pero yo a quien
tengo?-.
-Cariño tu formas parte de nuestra familia, me cuesta creer que aun no te hayas dado
cuenta de eso-Le dije yo con dulzura , en tanto la veía entrar en casa hecha un basilisco.
-¿Que le pasa a Afrodita mami? le he dicho hola y ni siquiera me ha mirado ¿Es que
está enfadada conmigo por que le he hecho algo malo?-Me inquiría mi pequeña
Minerva.
-No cariño, tu no has hecho nada malo, es que Afrodita está pasando un mal momento,
eso es todo-.La tranquilicé diciéndole yo.
-Cambiando de tema traigo la sangre que nos volverá mortales-Le informé yo a mi
familia.
-Yo primero mami, yo primero-Me pidió reiterada e impulsivamente mi pequeña
Minerva.
-Muy bien pon el bracito y ahora mismo mamá te hará un pequeño pinchacito y serás
como las niñas mortales-.Dicho y hecho tras esto la pequeña notó un leve calor en todo
su pequeño cuerpo y a modo de celebración me dijo-Mami mami ya no soy fría como
una serpiente, ahora soy calentita como un gatito-.

5. -Lo se mi vida, lo se-Le respondí yo.
-¿Tu la has p robado ya?-Quiso saber mi adorable Cristov.
-No, decidí que el mejor sitio para probarlo era en casa con mi familia ¿Quieres ser tu el
siguiente?-Fue mi adorable respuesta.
-Solo si eres franca y me aseguras que no faltara para ti-Quiso saber él preocupado.
-Tengo sangre suficiente para los próximos cien años, así que estate tranquilo-Le
aseguraba yo con total franqueza.
-Está bien ponme una transfusión de esa sangre milagrosa que tu misma has creado-Me
dijo finalmente mi adorable esposo.
-Apenas notaras el pinchazo-Le aseguraba yo en tanto lo pinchaba a posteriori un bonito
rubor subió por sus mejillas tras lo cual le inquirí-¿Y bien?-
-Nuestra pequeña tiene razón tienes que experimentar esta sensación tan agradable y tan
cálida ya hemos dejado de tener la sangre fría como las serpiente ahora somos más bien
calidos como ositos-
-Mmm... Me encanta cuando te pones mimoso Cris-Exclamé yo en tanto me refugiaba
en sus brazos, momento que él aprovechó para pincharme mi ración de sangre tras lo
cual noté un calor que me invadía por todo mi cuerpo y que ambos aprovechamos para
fundirnos en un apasionado beso como nunca antes lo habíamos hecho.
-¿Crees que con la sangre que tenemos podemos conseguir nuestros planes?-Quiso
saber mi adorado Cristov mientras me abrazaba fuertemente en la cama tras haber hecho
intensamente el amor.
-Totalmente-Fue mi respuesta.
-Lo estoy deseando, podremos crear nuestra ansiada utopia-Exclamó mi dulce esposo
tras darme un sexi beso en la mejilla.
-Si, pero si nos quedamos todo el día en la cama las cosas no se van ha hacer solas, así
que a trabajar se ha dicho-Le dije yo medio en broma medio en serio sin dejar de
abrazarlo.
-No, si ya veo las ganas que tienes de trabajar-Exclamaba el entre risas.
-Ahora en serio, o nos ponemos o acabaremos siendo simples sirvientes de los
humanos-Sentencié yo.
-Eso nunca-.Me dijo mi querido Cristov.
-Pues manos a la obra, como dicen los malditos-Le sugerí yo a mi amante-esposo.
Cristov se dedicaba a la botánica robotizada y yo a los humanoides del futuro juntos
hacíamos el equipo perfecto nuestra idea era crear un mundo donde dominaran los
robots humanoides y plantas robotizadas en un mundo mejorado y dirigido por robots.
Fin………………………………………..

6. -Lo se mi vida, lo se-Le respondí yo.
-¿Tu la has p robado ya?-Quiso saber mi adorable Cristov.
-No, decidí que el mejor sitio para probarlo era en casa con mi familia ¿Quieres ser tu el
siguiente?-Fue mi adorable respuesta.
-Solo si eres franca y me aseguras que no faltara para ti-Quiso saber él preocupado.
-Tengo sangre suficiente para los próximos cien años, así que estate tranquilo-Le
aseguraba yo con total franqueza.
-Está bien ponme una transfusión de esa sangre milagrosa que tu misma has creado-Me
dijo finalmente mi adorable esposo.
-Apenas notaras el pinchazo-Le aseguraba yo en tanto lo pinchaba a posteriori un bonito
rubor subió por sus mejillas tras lo cual le inquirí-¿Y bien?-
-Nuestra pequeña tiene razón tienes que experimentar esta sensación tan agradable y tan
cálida ya hemos dejado de tener la sangre fría como las serpiente ahora somos más bien
calidos como ositos-
-Mmm... Me encanta cuando te pones mimoso Cris-Exclamé yo en tanto me refugiaba
en sus brazos, momento que él aprovechó para pincharme mi ración de sangre tras lo
cual noté un calor que me invadía por todo mi cuerpo y que ambos aprovechamos para
fundirnos en un apasionado beso como nunca antes lo habíamos hecho.
-¿Crees que con la sangre que tenemos podemos conseguir nuestros planes?-Quiso
saber mi adorado Cristov mientras me abrazaba fuertemente en la cama tras haber hecho
intensamente el amor.
-Totalmente-Fue mi respuesta.
-Lo estoy deseando, podremos crear nuestra ansiada utopia-Exclamó mi dulce esposo
tras darme un sexi beso en la mejilla.
-Si, pero si nos quedamos todo el día en la cama las cosas no se van ha hacer solas, así
que a trabajar se ha dicho-Le dije yo medio en broma medio en serio sin dejar de
abrazarlo.
-No, si ya veo las ganas que tienes de trabajar-Exclamaba el entre risas.
-Ahora en serio, o nos ponemos o acabaremos siendo simples sirvientes de los
humanos-Sentencié yo.
-Eso nunca-.Me dijo mi querido Cristov.
-Pues manos a la obra, como dicen los malditos-Le sugerí yo a mi amante-esposo.
Cristov se dedicaba a la botánica robotizada y yo a los humanoides del futuro juntos
hacíamos el equipo perfecto nuestra idea era crear un mundo donde dominaran los
robots humanoides y plantas robotizadas en un mundo mejorado y dirigido por robots.
Fin………………………………………..