3. SOCRATES
Nació en la Antigua Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C. la época más
espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco motivo por el que en
su juventud lo llamaban ‗Sócrates hijo de Sofronisco‘)—, de profesión cantero, y de
Fainarate, comadrona, emparentados con Arístides el Justo . Según Plutarco, cuando Sócrates nació su padre recibió
del oráculo el consejo de dejar crecer a su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos.No
obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo que hace pensar que pueda ser una
tradición popular muy posterior.
Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de sus razonamientos y su facilidad
de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de
Atenas, a quienes les preguntaba sobre su confianza en opiniones populares, aunque muy a menudo él no les ofrecía
ninguna enseñanza. Tuvo por maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física y la
moral . Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua, trataba muy mal al
filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de Sócrates en el Fedón, una relación normal e
incluso buena entre los dos.
Murió a los 70 años de edad, aceptando serenamente esta condena, método elegido por un tribunal que le juzgó
por no reconocer a los dioses atenienses y corromper a la juventud. Según relata Platón en la Apología que dejó de
su maestro, éste pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y
morir . A su muerte surgen las escuelas socráticas, la Academia Platónica, las menores, dos de moral y dos de
4. INFLUENCIAS EN LAS
ESCUELAS SOCRATICAS
Sócrates, además de la enorme influencia que tuvo sobre Platón y a través de él. Sobre toda la historia de la
filosofía, tuvo diversos seguidores, algunos de los cuales fundaron sus propias escuelas.
Éstas hacían hincapié en aspectos propios del maestro tales como el interés por la filosofía natural, la
búsqueda de la independencia y autonomía personal y la filosofía entendida como un modo de vida. Generalmente
se ha denominado a tales pensadores “socráticos menores”, pues, tradicionalmente, han ocupado un pequeño
lugar en la historia de la filosofía, pero tal denominación es cuestionable, pues, aunque algunas de las ideas y
prácticas de dichas escuelas perdurarán hasta el s. II d. C., como es el caso del cinismo, se ha dado históricamente
un intencionado menosprecio hacia las mismas.
5. ESCUELA CINICA
Hasta aquí las escuelas y doctrinas surgidas de la influencia directa de Sócrates. Por lo que respecta la indirecta, la
influencia de Sócrates no encontrará límites en el tiempo. Aunque sea más difícil de trazar, encontramos sus ecos
allí donde, por ejemplo, se unen el conocimiento y la virtud. Siendo como ha llegado a ser la personificación de la
filosofía, también se le ha convertido en el modelo de sabido (al menos tal y como lo entiende la cultura
occidental) y en pocas ocasiones una máxima filosófica (su famosa afirmación, "sólo se que no se nada") ha
alcanzado popularidad universal.
La escuela cínica . En esta escuela
SE PUEDE distinguir dos “generaciones” de pensadores. En la primera
destaca fundamentalmente su fundador, Atnístenes (436-366 a. C.), quien continuó el escepticismo radical de
Gorgias al afirmar que acerca de las cosas nada se puede decir, sólo se las puede nombrar. Su punto de vista queda
reflejado en el diálogo platónico y “El sofista” en el cual leemos
6. PENSADORES CINICOS
En el plano ético, Antístenes, al igual que Sócrates, consideraba que la virtud puede enseñarse y que es lo más
importante en la vida, por encima de la riqueza, la familia y lo que comúnmente se consideran bienes.
En la segunda “generación” de pensadores cínicos encontramos a filósofos tales como Diógenes de Sínope y
Crates de Tebas, que promulgaron una vuelta a la naturaleza para lograr una autonomía absoluta, aunque supusiese
renunciar a la vivienda y a otros beneficios de la sociedad. Llevaron a cabo una crítica de la cultura por considerar
que ésta no es sino un conjunto de prejuicios interesados. Por ejemplo, criticaron la idea de patria, pues los cínicos
se consideraban “ciudadanos del mundo”, puesto que “el único, verdadero Estado es el mundo entero.”
7. CRATES DE TEBAS
Crates de Tebas (368 – 288 a. C.) fue un filósofo griego discípulo de Diógenes de Sinope y seguidor, como él, de la
escuela cínica.
Nació en Tebas en el año 368 a. C. De muy joven se estableció en Atenas, donde conoció a Diógenes. Era un ciudadano
pudiente de clase alta que renunció a todo (riquezas y posición social) para abrazar el cinismo. Su trato con la gente era muy
distinto del de su maestro, era amable y respetuoso; lo llamaban "El Filántropo". Defendía los puntos de vista de la escuela
cínica con un estilo menos agresivo que el de Diógenes.1 Según relata Diógenes Laercio, abría las puertas de las casas para
exhortar a sus moradores, de ahí su otro sobrenombre "El Abrepuertas". (Otros dicen que era la gente la que lo invitaba a
sus casas para dialogar con él y recibir su consejo.) Con su palabra y con sus actos, predicaba la autarquía y la sencillez
como único camino para alcanzar una vida feliz. La sencillez implicaba el quedarse sólo con lo mínimo, desprendiéndose de
la familia, la propiedad, las costumbres sociales e incluso de las propias opiniones.Crates tuvo un discípulo, su
cuñado Metrocles. Escribió numerosas obras literarias, la mayoría en verso. Mediante ellas —en un tono
por momentos humorístico y por momentos serio— buscó difundir el cinismo.
9. DIOGENES
Diógenes de Sínope (en griego Διογένης ὁ Σινωπεύς Diogenes ho Sinopeus), también
llamado Diógenes el Cínico, fue un filósofo griego perteneciente a la escuela cínica. Nació en
Sínope, hacia el 412 a. C. y murió en Corinto en el 323 a. C. No legó a la posteridad ningún
escrito; la fuente más completa de la que se dispone acerca de su vida es la extensa sección que
su tocayo Diógenes Laercio le dedicó en su Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más
ilustres.
Diógenes de Sínope fue exiliado de su ciudad natal y trasladado a Atenas, donde se
convirtió en un discípulo de Antístenes, el más antiguo pupilo de Sócrates. Diógenes vivió como
un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud. Se dice
que vivía en una tinaja, en lugar de una casa, y que de día caminaba por las calles con una
linterna encendida diciendo que ―buscaba hombres‖ (honestos). Sus únicas pertenencias eran:
un manto, un zurrón, un báculo y un cuenco (hasta que un día vio que un niño bebía el agua
que recogía con sus manos y se desprendió de él). Ocasionalmente estuvo en Corinto donde
continuó con la idea cínica de autosuficiencia: una vida natural e independiente a los lujos de la
sociedad. Según él, la virtud es el soberano bien. La ciencia, los honores y las riquezas son falsos
bienes que hay que despreciar. El principio de su filosofía consiste en denunciar por todas
partes lo convencional y oponer a ello su naturaleza. El sabio debe tender a liberarse de sus
deseos y reducir al mínimo sus necesidades.