1. DIONISOS
Es el equivalente del dios romano Baco. Nacido de Zeus y Sémele, terminó de
engendrarse en el muslo de su padre. Hera, encolerizada por esta nueva infidelidad de
su marido, persuade a Sémele para que le pida a Zeus que se muestre en su verdadera
apariencia. Ésta es achicharrada y Zeus al feto
palpitante lo introduce en su muslo. Dos meses
después nacerá.
Es el dios de la vegetación, del ímpetu natural
y de la vida desbocada. Dios del vino y de la
vid, del entusiasmo y del éxtasis. Es una
divinidad pacífica y bienhechora.
Sus atributos son la hiedra, la vid, el tirso
(bastón que está todo él forrado de vid o de
hiedra y a veces de lazos, rematado por una
piña de pino) y la pantera. Barbado, después joven semidesnudo con piel de cabra o
pantera, coronado de hiedra y vid. Suele ir en un carro tirado
por leopardos, acompañado por un cortejo.
Emprende grandes viajes para instituir su culto.
Su esposa es Ariadna, la hija de Minos, a la que Teseo
abandona en Naxos.
Ariadna era hija del rey Minos de Creta. Ayudó a Teseo en su
lucha contra el Minotauro; para que no se perdiese en el
laberinto en el que habían muerto todos los guerreros que se habían enfrentado al
monstruo, le dio un ovillo, que Teseo fue soltando y así encontró el camino de vuelta.
Después, Teseo se la llevó; pararon a pernoctar en la isla de Naxos y, al despertar, vio
que Teseo la había abandonado. Poco después, Dioniso la vio desde el Olimpo y se la
llevó para hacerla su esposa. La recoge en la isla de Naxos, tras ser abandonada por
Teseo, y de ella engendra a tres divinidades menores relacionadas con la vid.