Metodos normalizados libro La conductividad es una expresión numérica de la capacidad de una solución para transportar una corriente eléctrica. Esta capacidad depende de la presencia de iones y de su concentración total, de su movilidad, valencia y concentraciones relativas, así como de la temperatura de la medición. Las soluciones de la mayoría de los ácidos, bases y sales presentan coeficientes de conductividad relativamente adecuados. A la inversa, las moléculas de los compuestos orgánicos que no se disocian en soluciones acuosas tienen una conductividad muy escasa o nula. La medición física practicada en una determinación de laboratorio suele ser de resistencia, medida en ohmios o megaohmios. La resistencia de un conductor es inversamente proporcional a su área de sección transversal y directamente proporcional a su longitud. La magnitud de la resistencia medida en una solución acuosa depende, por tanto, de las características de la célula de conductividad utilizada, y sólo tiene sentido si se conocen esas características. La resistencia específica es la resistencia de un cubo de 1 cm de lado. En soluciones acuosas, esta medida es rara, debido a las dificultades de fabricación del electrodo. Los electrodos prácticos miden una fracción dada de la resistencia específica, siendo esta fracción la constante celular C: El recíproco de la resistencia es la conductancia, que mide la capacidad para conducir una corriente y se expresa en ohmios recíprocos o mhos. En los análisis de agua es más conveniente la unidad micromhos. Cuando se conoce y se aplica la constante celular, la conductancia medida se convierte en conductancia específica o conductividad, Ks, recíproco de la resistencia específica: Se prefiere el término «conductividad», y por lo general se expresa en micromhos por centímetro μmhos/cm). En el Sistema Internacional de Unidades (SIU), el recíproco del ohmio es el siemens (S) y la conductividad se expresa en milisiemens por metro (mS/m); 1 mS/m = = 10 μmhos/cm. Para expresar resultados en unidades SIU, divídanse μmhos/cm por 10. El agua destilada tiene recién preparada una conductividad de 0,5 a 2 μmhos/cm, que aumenta tras unas semanas de almacenamiento a 2-4 μmhos/cm. Este aumento está producido fundamentalmente por absorción de dióxido de carbono y, en menor grado, de amoníaco. La conductividad de las aguas potables en los Estados Unidos oscila generalmente entre 50 y 1.500 μmhos/cm. La conductividad de las aguas residuales domésticas puede estar próxima a la del suministro hídrico local, aunque algunos residuos industriales exhiben conductividades superiores a 10.000 μmhos/cm. En sistemas de conducción, canales, corrien- * Aprobado por el Standard Methods Committee, 1988.