Cuento

1. El museo Encantado
Había una vez un Museo muy famoso ¡No por su apariencia! Si no por su
fama, la cual dicen las personas que este museo, antes de ser construido ,
antiguamente en época de la colonia, la infraestructura era utilizada como un
hospital y también dicen que en este museo se pueden escuchar ruidos extraños,
los vigilantes que trabajan en el turno nocturno protegiendo las colecciones
museísticas, cuentan que después de las 6 de la tarde, luego de cerrar el museo,
cuando ya los últimos rayos de luz comienzan a desaparecer, es donde los
eventos sobrenaturales empiezan a mostrar la otra cara del museo.
Cuentan los vigilantes que han trabajado por primera vez en este museo,
que no quieren volver a trabajar en este, ya que solo pasar una noche es
suficiente y que semanalmente tienen que ser cambiados de ese lugar
escalofriante porque no soportan pasar otra noche en este lugar.
Un señor que ya está jubilado de la policía, paso 3 meses en este sitio y su
hija dice que no sabe como su padre de la noche a la mañana comenzó a leer la

2. biblia ya que desde esa vez que empezó a trabajar en el museo, siempre se
llevaba una biblia. Otros cuentan que en las noches se escuchan bandejas como
metálicas que caen al piso acompañada de ruidos como de instrumentos
quirúrgicos, también dicen que han visto en uno de los arboles ubicados en el
centro del museo, a un cuerpo colgando, como si fuera una persona ahorcada.
Una vez un vigilante se quedo una noche solo y a la mañana siguiente
cuando llegaron los empleados, consiguieron al vigilante en el corredor cerca de
una capilla ubicada en el centro del museo, parado con la mirada vacía, como si
algo lo hubiese impresionado de manera exagerada, dicen que no volvió a ser el
mismo desde aquel día y que, quedo loco.

3. Ahora en el museo se tienen que quedar dos personas ya que el miedo es
mayor cuando están solos y ya no salen a patrullar los pasillos del museo, en vez
de eso, se encierran en un cuarto donde toda la noche sienten ruidos extraños,
como de gente murmurando, pero lo más escalofriante es que sienten la presencia
de alguien que intenta abrir la puerta forcejeando la manilla de la cerradura donde
ellos se encierran muertos del pánico.
FIN.

4. Estético – Lúdico
EL CUNTO DEL MUSEO ENCANTADO
Estudiante: Osmar Gimenez
CI. 7418768
Sección: 4301