Este documento habla sobre una isla llamada Tenerife que según la leyenda estaba habitada por brujas que realizaban rituales y echaban maleficios en el bosque oscuro. Se dice que las brujas hacían sus rituales en la cumbre entre dos montañas, donde bailaban desnudas a la luz de la luna y lanzaban hechizos. Aunque muchos dicen que son sólo mitos, la leyenda sugiere que podrías estar bajo el hechizo de una bruja sin saberlo.