El documento habla sobre cómo servir la cerveza correctamente. Debe tener una espuma consistente de unos pocos centímetros, lo cual indica buena calidad. Para lograr la espuma adecuada, se debe inclinar el vaso e ir llenándolo lentamente hasta las 3/4 partes antes de completarlo. Además, la cerveza debe servirse entre 8 y 10 grados Celsius.
1. Cómo servir la cerveza, por Nora Graciela Modolo
Se dice que, en el mundo nórdico, los que saben de cerveza toman como parámetro tanto de la
calidad del líquido como del servicio, el hecho de que se pueda colocar una pequeña moneda
sobre la espuma y que la misma se mantenga a flote. Esto nos habla de buena cerveza y bien
servida, con una espuma consistente y densa.
Probablemente se trate de una exageración o de una leyenda folclórica. O quizás no. Yo pensaba
que aquello de que se sabe que el cochinillo de Segovia está en su punto cuando lo puedes
cortar con un plato de barro era una leyenda… Lo pensé hasta que visité Segovia.
El caso es que la cerveza, para estar bien servida, debe tener un poco de espuma. Sin embargo
-para gustos se han hecho los colores- hay quien prefiere su cerveza sin espuma, por lo que
conviene preguntar.
Lo ideal son un par de centímetros de espuma, ésa es, por así decirlo, “la corona” de esta reina
rubia o negra.
Para obtenerlos conviene inclinar el vaso unos 45 grados e irlo enderezando lentamente
mientras se sirve la cerveza.
Cuando se hallan llenado unas ¾ partes del vaso, déjalo reposar un rato antes del llenado final
hasta el borde. ¡Ojo! ¡Que no se derrame!
Recuerda que la temperatura adecuada para la cerveza está entre 8 y 10 grados.