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Articulo lahaine masculinidades
1. 9/1/2010
En crisis el modelo tradicional de la masculinidad hegemónica
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Entrevista con Julio César González Pagés :: El protagonismo social de las mujeres
resquebraja un esquema que se había mantenido por siglos
El machismo tiene formas diferentes en cada lugar; los países desarrollados no están
exentos. El movimiento feminista planteó un debate que los hombres ahora retoman
La cada vez mayor emancipación de la mujer en el mundo contemporáneo ha puesto en
crisis el modelo tradicional masculino, en el cual los hombres son los únicos que pueden
proveer, ser exitosos, ejercer el poder y gobernar.
Este modelo, que se ha perpetuado por siglos, hoy comienza a resquebrajarse por el
mayor protagonismo social de las mujeres y porque cada vez son más los hombres que
empiezan a estar agotados de representar un papel que exige mucha competitividad. Así
que, si bien aún perdura el modelo tradicional, el cual alcanza su más extrema expresión
en el aumento de feminicidios, comienzan a surgir nuevas masculinidades, es decir,
hombres que, desde la perspectiva de género, quieren un sistema más equitativo.
Julio César González Pagés, investigador de la Universidad de La Habana, Cuba, es
coordinador de la Red Iberoamericana de Masculinidades
(www.redmasculinidades.com), la cual, en los 28 países donde tiene representación,
impulsa a escala regional una nueva forma de ser hombre.
– ¿Qué significa asumir una nueva masculinidad?
–Es asumir un concepto ideológico que viene del debate de equidad. Es romper con una
estructura hegemónica, que se asume desde la educación, en la cual se piensa que los
hombres somos los únicos que podemos proveer y gobernar. El discurso de la nueva
masculinidad nos da a los hombres la posibilidad de otros derroteros, donde –desde la
cultura– podemos replantearnos estructuras que pensábamos eran inamovibles.
– ¿Cuál es el punto de partida del cambio?
–El movimiento feminista, el cual planteó nuevos espacios para las mujeres que antes
eran hegemónicos de los hombres. La crisis del modelo tradicional de las mujeres
cambió cuando el feminismo se planteó una reflexión, pero los hombres no tuvieron la
oportunidad de hacer ese planteamiento en el debate de género. Entonces, así como las
mujeres han cambiado por un mundo más equitativo, los hombres con sensibilidad
social nos estamos planteando qué podemos aportar para construir ese mundo. Hoy las
mujeres ocupan más plazas universitarias, en cambio los hombres, acaparamos las
estadísticas de criminalidad y tráfico de drogas. ¿Qué pasó? Tiene que ver con un
diseño de género. También intentamos que este discurso no sólo sea académico, sino
que se introduzca en los movimientos sociales. A veces pensamos que porque somos de
izquierda somos ideológicamente más correctos en estos temas, y no es así, ya que la
izquierda y la derecha tienen en común que son igualmente patriarcales.
2. – ¿Cuáles son los miedos de los hombres para cambiar?
–El principal es a la homosexualidad. Suponen que si un hombre cambia su
masculinidad, cambia su opción sexual. Eso pasa sobre todo en los sectores que tienen
estructuras masculinas más hegemónicas, como los militares. Pero el cambio que se
plantea, independientemente de la opción sexual que se tenga, es en el orden de los
poderes y de la hegemonía. Un mundo gobernado por hombres y mujeres sería mucho
más justo porque la mitad del mundo son mujeres.
– ¿Las sociedades latinoamericanas son tan machistas como se cree?
–El machismo tiene formas diferentes en cada lugar. Tal vez aquí el estereotipo tiene
que ver con bigotes, pistolas y sombreros; sin embargo, las estadísticas dicen que los
países y regiones donde más mujeres mueren asesinadas por arma de fuego son Estados
Unidos y Europa. Los países pobres siempre tenemos una lupa sobre nosotros, porque
se cree que somos más agresivos. No obstante, y sin restarle importancia a la cuota de
violencia que tenemos, nuestra región está dando pasos muy importantes en la creación
de nuevas masculinidades y en desprendernos del macho latino.
– ¿Qué es lo que más le cuesta a los hombres a la hora de cambiar?
–Hablar de sí mismos, no tenemos el menor nivel de intimidad entre nosotros para
poder socializar el mínimo problema y si la persona no tiene disposición de recibir otra
cultura, se está arando en el mar. Además, si seguimos recibiendo imágenes en películas
de Rambo o canciones de reggaetón, que refuerzan los estereotipos, incitan a la
violencia, a la dureza, a no ceder y a ver las mujeres como objetos sexuales, entonces
será muy difícil cambiar.
– ¿Cómo convencer a los hombres que tienen que cambiar? ¿Qué ganan si
cambian?
–No se trata sólo de lo que ganan, sino también de lo que pierden. Cuando un hombre
tiene la masculinidad hegemónica pierde aspectos de su vida, como familia, amigos y el
criar los hijos. Sin embargo, si cambia gana en salud mental y en tiempo, ya que los
hombres nunca tienen tiempo porque están compitiendo para conseguir lo que no tienen.
La Jornada