El documento describe el origen y significado del Día Internacional del Trabajador el 1 de mayo. Conmemora las luchas de los trabajadores por lograr una jornada laboral de 8 horas y mejores condiciones de trabajo. Estas luchas incluyeron huelgas masivas en 1886 en Estados Unidos que llevaron a la promulgación de la ley que establecía la jornada de 8 horas, aunque los empleadores se negaron a cumplirla. Las protestas en Chicago resultaron en violencia policial y el llamado atentado de Haymarket
2. El 1º de mayo se celebra el Día Internacional del
Trabajador. Una fecha que remite a las luchas por
conquistas laborales que permitieron dar un salto
de calidad y alejar las condiciones de explotación
que eran una constante hasta que la clase
trabajadora se organizó.
Es la fiesta por excelencia del movimiento obrero y
de homenaje a los Mártires de Chicago.
El reclamo de los trabajadores era claro: “Ocho
horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y
ocho horas para la casa”. A partir de 1886, se
produjeron movimientos para conseguir una
jornada laboral de ocho horas, ya que en esa época
la misma era de 12 y 16 horas diarias.
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4. Los Mártires de Chicago era un
grupo de sindicalistas anarquistas
que en 1886 fueron asesinados. Ese
mismo año, una organización de
trabajadores (la Noble Order of the
Knights of Labor) logró que el
sector empresarial cediese ante la
presión de las huelgas.
Entonces, el presidente Andrew
Johnson promulgó la ley Ingersoll
que establecía:
5. “Artículo 1.º La jornada de trabajo se fija en ocho
horas para todos los jornaleros u obreros y artesanos
que el Gobierno de los Estados Unidos o el Distrito de
Columbia ocupen de hoy en adelante. Sólo se
permitirá trabajar como excepción más de ocho horas
diarias en casos absolutamente urgentes que puedan
presentarse en tiempo de guerra o cuando sea
necesario proteger la propiedad o la vida humana. Sin
embargo, en tales casos el trabajo suplementario se
pagará tomando como base el salario de la jornada de
ocho horas. Este no podrá ser jamás inferior al salario
que se paga habitualmente en la región. Los
jornaleros, obreros y artesanos ocupados por
contratistas o subcontratistas de trabajos por cuenta
del Gobierno de los Estados Unidos o del Distrito de
Colombia serán considerados como empleados del
Gobierno o del Distrito de Columbia. Los funcionarios
del Estado que deban efectuar pagos por cuenta del
Gobierno a los contratistas o subcontratistas deberán
cerciorarse, antes de pagar, de que los contratistas o
subcontratistas hayan cumplido sus obligaciones hacia
sus obreros; no obstante, el Gobierno no será
responsable del salario de los obreros.
6. Artículo 2.º Todos los contratos que se
concerten en adelante por el Gobierno de
los Estados Unidos o por su cuenta (o por
el Distrito de Columbia, o por su
cuenta), con cualquier corporación o
persona, se basarán en la jornada de
ocho horas, y todo contratista que
exigiere o permitiere a sus obreros
trabajar más de ocho horas por día estará
contraviniendo la ley, salvo los casos de
fuerza mayor previstos en el artículo 1.º.
Artículo 3.º Los que contravengan a
sabiendas esta prescripción serán pasibles
de una multa de 50 a 1.000 dólares, o
hasta de seis meses de prisión, o de
ambas penas conjuntamente.”
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8. Los empleadores se negaron a acatar esta ley, y por ello
los trabajadores de Chicago iniciaron una huelga el 1º de
mayo, que comenzó con una manifestación de más de
80.000 trabajadores liderados por Albert Pearsons.
Este conflicto se fue extendiendo a otras ciudades de
Estados Unidos, entrando en paro más de 400.000
obreros en 5.000 huelgas. La magnitud del conflicto
causó preocupación al gobierno y al sector
empresarial, que creyeron ver el inicio de una revolución
anarquista.
Pero el 1° de mayo de aquel año, la fábrica Mc. Cormik
de Chicago no reconoció la victoria de los trabajadores y
la policía disparó contra los manifestantes que
reclamaban el nuevo acuerdo. Durante los siguientes días
murieron más trabajadores, hasta que el día 4 una
bomba estalló contra las fuerzas policiales, suceso
conocido como el atentado de Haymarket.
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10. CONDENAS:El 21 de junio de 1886 comenzó el juicio a 31
obreros acusados de haber sido los promotores del conflicto.
Todos fueron condenados, dos de ellos a cadena perpetua, uno a 15
años de trabajos forzados y cinco a la muerte en la horca.
Relato por José Martí, corresponsal en Chicago del diario La
Nación: ‚Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen
la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con
esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y
les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos
cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de
sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el
rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del
Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies
grita: ‘la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro
que cuantas palabras pudiera yo decir ahora’. Les bajan las
capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro
cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...‛ Sin
embargo, la culpabilidad de los condenados nunca fue probada.
11. Artículo 23:
• Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de
su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de
trabajo y a la protección contra el desempleo.
• Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a
igual salario por trabajo igual.
• Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración
equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su
familia, una existencia conforme a la dignidad humana que
será completada, en caso necesario, por cualquier otro medio
de protección social.
• Toda persona tiene derecho a fundar sindicato y a sindicarse
para la defensa de sus intereses.