Tras las elecciones presidenciales de 1976 en EEUU, el presidente Carter inició conversaciones de paz entre Israel y sus vecinos árabes. El presidente egipcio Sadat viajó sorpresivamente a Israel en 1977, reconociendo implícitamente a Israel. En septiembre de 1978, Sadat y el primer ministro israelí Begin se reunieron en Camp David con Carter para negociar. Los Acuerdos de Camp David establecieron que Israel abandonaría completamente el Sinaí y que Egipto y Israel firmarían un tratado de paz, aunque no abord
2. Tras las elecciones presidenciales en Estados
Unidos en 1976, Jimmy Carter había iniciado
contactos directos entre los dirigentes de
Egipto, Siria, Jordania e Israel, junto a
representantes palestinos, para impulsar un
proceso de paz que pusiera término, al menos, a
los enfrentamientos fronterizos entre Israel y sus
vecinos árabes, para entrar más tarde en el fondo
del problema palestino que se pretendía resolver.
3. LA INICIATIVA DE SADAT
Las diferencias al tiempo de contemplar el
proceso de paz entre Egipto y Siria, movió al
presidente Sadat a efectuar un viaje por sorpresa
a Israel en noviembre de 1977, reconociendo
implícitamente por vez primera al estado judío y
desvinculándose definitivamente de cualquier
iniciativa conjunta con el resto de países árabes y
los palestinos.
La necesidad de Egipto de mejorar
una economía maltrecha que precisaba las
inversiones norteamericanas; superar un conflicto
con su vecino Israel que había consumido el
destino de buena parte de los recursos a gastos
militares y la impaciencia por la actitud de Siria y
los palestinos.
4. LA NEGOCIACIÓN
El 5 de septiembre de 1978 empezaron las
conversaciones en Camp David. Sadat, primer
impulsor de las conversaciones bilaterales, se vio
en la necesidad de pedir al Presidente Carter que
hiciera de correo de las propuestas durante los
trece días que duraron, al considerarse incapaz
de tratar las cuestiones directamente con un
hombre que representaba un Estado enemigo.
5. Otro punto seria la retirada israrelí de la Franja de
Gaza y Cisjordania, así como la eliminación de los
asentamientos judíos en dichas zonas, que constituirían
el futuro Estado palestino en un breve plazo. Ello
aseguraría la firma de un tratado de paz entre Israel y
Egipto y el reconocimiento de ambos Estados.
Egipto no reclamaría la creación de un Estado palestino y
reconocería al Estado de Israel.
6. LOS ACUERDOS
Israel abandonaría el Sinaí por completo, incluido el
desmantelamiento de las colonias instaladas, devolviendo
la plena soberanía del mismo a Egipto que no podría
mantener más que un número reducido de fuerzas
militares en la zona, firmándose la paz seis meses más
tarde.
7. LOS ACUERDOS
Egipto fue el primer
país del mundo árabe en
hacerlo, lo cual le
supuso el descontento de
los demás países árabes.
Se firmó un acuerdo
básico que establecía el
calendario y un mínimo
de competencias para
negociar el
establecimiento de un
régimen autónomo en
Cisjordania y en
la franja de Gaza.
8. CONSECUENCIAS
Las más inmediatas consecuencias de los
acuerdos fue el rechazo frontal del mundo árabe al
mismo, incluidos los palestinos, con la ruptura de
relaciones diplomáticas con varios Estados árabes.
Después se firmó un tratado de paz entre ambas
partes que puso fin a los años de hostilidades entre
los dos países.
9. CONSECUENCIAS
El asesinato de Sadat en 1981 y el
enfrentamiento entre Irak e Irán
en 1980 tuvieron sus raíces en la
fractura del mundo árabe
y musulmán. Irak trataba de erigirse
en referente de la zona tras el
castigo que sufría Egipto, y
demostrar su potencia militar, no
tanto ante Israel, como ante sus
países vecinos. Las consecuencias a
más largo plazo fueron la evidencia
de que era posible un modelo de
convivencia de los distintos estados
árabes con el estado judío y que los
caminos para la resolución del
conflicto palestino podían seguir un
modelo de negociación alejado del
enfrentamiento bélico.
10. CONSECUENCIAS
El asesinato de Sadat en 1981 y el
enfrentamiento entre Irak e Irán
en 1980 tuvieron sus raíces en la
fractura del mundo árabe
y musulmán. Irak trataba de erigirse
en referente de la zona tras el
castigo que sufría Egipto, y
demostrar su potencia militar, no
tanto ante Israel, como ante sus
países vecinos. Las consecuencias a
más largo plazo fueron la evidencia
de que era posible un modelo de
convivencia de los distintos estados
árabes con el estado judío y que los
caminos para la resolución del
conflicto palestino podían seguir un
modelo de negociación alejado del
enfrentamiento bélico.