El documento describe seis desafíos principales para mejorar la administración de justicia en América Latina, incluyendo mejorar la capacidad del sistema para satisfacer la demanda creciente, continuar las reformas procesales existentes, reorganizar los despachos judiciales, mejorar la toma de decisiones y gerenciamiento, aumentar la eficiencia general del sistema, y desarrollar mecanismos efectivos de comunicación con los usuarios. También discute brevemente el entrenamiento del personal y el uso de tecnologías de la información y la comunicación.