Las principales transformaciones económicas en la Baja Edad Media incluyeron mejoras en la agricultura que aumentaron la producción, el crecimiento de la población y el trabajo artesanal, y un mayor contacto entre Oriente y Occidente. Nuevas técnicas agrícolas como el arado de ruedas y los molinos de agua y viento, junto con la rotación de cultivos, generaron un excedente que impulsó el comercio local y las ferias. Esto llevó a una mayor especialización artesanal y el surgimiento de gremios para