La educación no formal ofrece oportunidades para aprender fuera del aula tradicional, pero carece de estructura y evaluación formales. Aunque permite la flexibilidad y la creatividad, es difícil medir su impacto y calidad. Se necesita mayor colaboración entre la educación formal y no formal para aprovechar las fortalezas de ambos enfoques y mejorar los resultados de aprendizaje.