1. Serie: Actitudes de Fe y confianza para el nuevo año
“Guía para una vida sabia y fructífera”
Por Alexander Dorado Albán
Lectura para la meditación
Hijo mío, no te olvides de mí ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; 2 Porque largura de días y
años de vida Y paz te aumentarán. 3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu
cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4 Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y
de los hombres. 5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. 6
Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. 7 No seas sabio en tu propia
opinión;Teme a Jehová, y apártate del mal; 8 Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus
huesos. 9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus
graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. 11 No menosprecies, hijo mío, el castigo
de Jehová,Ni te fatigues de su corrección; 12 Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo
a quien quiere. 13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; 14
Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. 15 Más
preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. 16
Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra. 17 Sus caminos son
caminos deleitosos,Y todas sus veredas paz. 18 Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, Y
bienaventurados son los que la retienen. 19 Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con
inteligencia. 20 Con su ciencia los abismos fueron divididos, Y destilan rocío los cielos. 21 Hijo mío, no
se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, 22 Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu
cuello. 23 Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará. 24 Cuando te
acuestes, no tendrás temor,Sino que te acostarás, y tu sueño será grato. 25 No tendrás temor de pavor
repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere, 26 Porque Jehová será tu confianza, Y él
preservará tu pie de quedar preso. 27 No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres
poder para hacerlo. 28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes
contigo qué darle. 29 No intentes mal contra tu prójimo Que habita confiado junto a ti. 30 No tengas
pleito con nadie sin razón, Si no te han hecho agravio. 31 No envidies al hombre injusto, Ni escojas
ninguno de sus caminos. 32 Porque Jehová abomina al perverso; Mas su comunión íntima es con los
justos. 33 La maldición de Jehová está en la casa del impío, Pero bendecirá la morada de los justos. 34
Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores, Y a los humildes dará gracia. 35 Los sabios
heredarán honra, Mas los necios llevarán ignominia.PROVERBIOS 3
Hay siete claves que encontramos en este texto, que son una guía para aprender a vivir, para
tener una vida grata a los ojos de Dios; porque la felicidad consiste básicamente en aprender
a vivir, y para aprender a vivir, Dios nos ha provisto los principios para una vida con sentido y
felicidad, y estos principios los encontramos en el manual de vida, la Biblia; principios que
debemos conocer y obedecer; y si lo hacemos, nos va a ir bien, no hay porque pensar que va
a ser distinto. En proverbios 3, son los consejos de un padre a su hijo; pensemos que son los
consejos de Papa Dios a nosotros sus hijos; y aquí encontramos siete (7) recomendaciones,
podrían ser más, pero resaltemos siete regla de vida, de oro para que en este año nos vaya
bien.
2. 1. La primera clave o regla de oro, la encontramos en el versículo 1: “Hijo mío, no te olvides
de mí ley, y tu corazón guarde mis mandamientos”; y habla de la recompensa que recibe
una persona que hace eso“Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán”.
La primera recomendación, “no te olvides de mí ley” (dice el Señor). En Josué 1:8, dice:
“nunca se apartara de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en
él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en élestá escrito, porque entonces
harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”. La primera regla o clave es Haga de la
Biblia su manual de vida, su guía de consulta continua y permanente, re enamórese de la
Biblia, tenga un revelador encuentro con las escrituras. No se olvide de la ley de Dios, de
lo que Dios le ha hablado en su Palabra; “nunca se aparte de su boca este libro de la ley” y
que hermosa promesa, “harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”. ¿Acaso eso es
lo que queremos? Por supuesto, que todo nos salga bien, que prosperemos en nuestro
camino; pero hay una recomendación, que no se aparte de nuestra boca este libro de la
ley, para meditar en el, día y noche; sin cambiar, adaptar o modificar; y veremos los
resultados. Esa es la primera recomendación, un reencuentro de amores con la Palabra
de Dios, tomar la decisión de hacer de la Biblia, el manual de vida, la guía de consulta
permanente; que ninguna decisión que se tome en este nuevo año, este alejada o
separada de la Biblia. Usted nunca se movería por la oscuridad sin lámpara; y dice el
Salmo, “lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. No deje de estudiar la
palabra de Dios. Tenga en cuenta las cinco vías de alimentación: oír, leer, estudiar,
meditar y memorizar. Propóngase este año, memorizar versículos de la Biblia;
propóngase leer y estudiar la Biblia, al menos, algunos libros claves. Vuélvase a enamorar
de la Palabra de Dios; el Señor Jesús dijo: “las palabras que les he hablado son espíritu y
son vida”. No cambie la sabiduría de Dios por la sabiduría humana. Algunos comienzan el
año con muchos libros para leer y con esto, no significa que no se ilustre con otros libros,
pero que estos ocupen un segundo lugar; que el tiempo que usted cuente para el estudio
de la Biblia no lo use en otras lecturas. Recuerde, que en Juan 5:39 el Señor es
contundente, “escudriñad las escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la
vida eterna y son las que dan testimonio de mí”. Si queremos crecer espiritualmente, si
queremos crecer en el conocimiento de Dios, debemos escudriñar las escrituras. Por eso
dice claramente, “no te olvides de mi ley”.
2. En segundo lugar, dice: “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad”. El equilibrio
de la teoterapia es la verdad en amor. Sea una persona firme en los principios, sin
olvidarse de la misericordia. En el año de la convicción, donde se pondrán a prueba
nuestros principios y fe, no adopte actitudes y conductas legalistas, moralistas; hay
muchos que adoptan actitudes moralistas o moralizantes y son duros con un caído o con
un débil; defienda sus principios sin perder de vista la misericordia; asegúrese que la
verdad y la misericordia nos acompañen este año. No seamos personas rígidos e
inflexibles con el débil; un padre le puede decir a su hija de 15 años, “estas embarazada,
3. te vas de la casa; porque no voy a permitir que mi casa me la irrespeten”. Seguramente,
está haciendo valer una moral y principios, pero a qué precio. Está echando su hija a la
calle. ¿Sera ese el procedimiento, será eso lo correcto? Un niño baja su rendimiento
académico, pierde un par de materias, y ¿qué le dice el padre en la casa? Castigo por un
mes; ¿será que es un castigo, una paliza, lo que este jovencito necesita? ¿Será eso lo que
va a reactivar en su nivel académico? ¿Sera esa la manera más adecuada de alentarlo,
motivarle? ¿Sera eso lo que le va a levantar la oral, la autoestima, que le peguen una
vaciada? ¿Sera que con una muenda se va a recuperar? Y que de aquellos que dicen a
sus hijos: “aquí no vamos aceptar mediocres en esta familia, los mediocres sobran; aquí
trabajamos por la excelencia”. Y puede sonar muy bien eso; y eso debemos procurar, la
verdad, lo mejor, la excelencia, los principios; pero sin atropellar, sin cruzar el límite del
respeto; sin perder de vista que hay que tener tolerancia, paciencia, comprensión, amor.
En este año de la convicción, seamos hombres y mujeres de principios, insobornables,
pero hay un principio que los gobierna a todos, el amor. Y el amor “todo lo puede, todo lo
cree, todo lo soporta”. De ninguna manera el amor es cómplice, sino que comprende,
ayuda. Si algo es molesto, y hace que la gente se aleje, es dar una visión incorrecta de
Dios, algunos venden equivocadamente la visión de un Dios castigador, inmisericorde, un
Dios no perdonador; y ese no es el Dios de la Biblia, que hemos conocido en la teoterapia;
el Dios que conozco es el de Lucas 15 (la parábola del hijo prodigo) aquel padre que
recibe a su hijo con los brazos abiertos; a pesar que el hijo había desperdiciado su vida y
sus bienes perdidamente, el padre lo perdona y no deja de amarlo. Así estemos
convencidos de lo nuestro, no nos autoriza para desestimar a los demás, para
menospreciar lo de los otros, tenemos que aceptar la diferencia; hay libertad de cultos, y
yo debo ser el primero en respetar eso; el que alguien no quiera venir a la cruzada no lo
condena al infierno, ni significa que no ira al cielo. Lo que tengo que hacer es compartirles
del amor de Dios, darles buen testimonio; ayudarles, servirles; tal vez, fruto de ese amor,
servicio y testimonio, los voy a conquistar para el Señor, y tal vez un día quieran venir a la
Cruzada.
Hay que tener tolerancia. ¿Cuántas veces he de perdonar a mi hermano? Hasta setenta
veces siete, queriendo decir, todas las veces que sea necesario hacerlo. Cuando una
persona defiende una verdad pero no lo hace con amor, no conquista. Los fariseos de la
época de Jesús, hallaron a una mujer en el mismo hecho del adulterio, y ellos sabían que
la ley mosaica les autorizaba para apedrear a la mujer, y le preguntaron al Señor, que
hacían. El Señor conocedor de la ley mosaica, pero movido por un espíritu de amor y
misericordia, les dijo: “el que esté libre de pecado, lance la primera piedra”, y ninguno lo
hizo. Y se fueron retirando uno a uno, desde los más postreros, hasta los más jóvenes,.
Cuando el Señor quedo solo con la mujer le pregunto, “¿Dónde están los que te
condenaban? Ni yo te condeno, vete y no peques más”. Y ese el mensaje que conquista;
la teoterapia es el lenguaje del amor. No es el lenguaje del juicio, la crítica, la condena, la
sátira, el remilgue, el cuestionamiento; de eso viene uno, que lo cuestionen, lo
4. desacrediten, lo descalifiquen. El que seamos recibidos en amor y misericordia, no
significa que nos consientan el pecado o la inmadurez; no es acolitar la carnalidad; sino
que es una ayuda a salir. Lo último que uno necesita es un dedo acusador, que le lancen
una piedra. Jesús no vino a condenar, sino a salvar al mundo del pecado. Por eso dijo:
“no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y
seréisperdonados”. Porque la verdad sin amor, endurece, pero acompañada de amor,
vivifica. Por eso no podemos ser de aquellos que se quedan mirando la paja en el ojo
ajeno, sino echar la viga que está en el propio ojo. La verdad debe ser defendida, pero en
amor. Por eso, cuando alguien comparte la biblia, pero no lo hace en amor, suena a
“bibliazo”, a “regaño”; no suena a consuelo, consejo, motivación, aliento: sino que suena a
reprensión. Por eso dice, “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu
cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4 Y hallarás gracia y buena opinión Ante los
ojos de Dios y de los hombres”. No es vender los principios, sino saber presentar la
verdad de Dios desprovista de ropaje religioso y vestido de amor.
La Palabra de Dios no es para dar Bibliazos; algunos usan palabras que son como “golpes
de espada”; uno no percibe el amor de Dios, sino un juicio condenador, de un juez
implacable. Luego, hay que manejar el equilibrio; la verdad pero sin alejarse de la
misericordia. Muchas personas tienen bellas virtudes que las eclipsan acompañándolas
de actitudes incorrectas. Esto lo explico mejor, cuando dicto el seminario de valores. Por
ejemplo, aquellos que tienen sentido del orden, una bella virtud, pero si la acompaña de
impaciencia; en lugar de ser una persona virtuosa, se convierte en una perfeccionista
neurótica, indeseable, que nadie quiere estar con ella. Una persona fervorosa, si
acompaña esa fe ferviente de un apasionamiento recalcitrante, se convierte en un místico
insoportable, con quien nadie quiere estar. Lo último que quería lograr era apartar a la
gente, pero era lo que estaba consiguiendo, alejando a la gente de Dios y de mí; porque
no estaba siendo sabio. La Biblia dice, “el celo de tu casa me consume”, pero también
dice, “algunos tienen celo de Dios pero no conforme a ciencia”; que significa esto; que
están presentando su fe de una manera incorrecta y pasan a ser para los demás, o así los
ven, como místicos y fanáticos. Y lo están haciendo de corazón, con amor, pero no
sabiamente.
3. La tercera clave, dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia
prudencia”. Si quiere ahorrarse problemas este año, fíese en el Señor y no se apoye en su
prudencia. Tome la guía de Dios y no la de su corazón; porque el “corazón es engañoso
más que todas las cosas, ¿Quién lo conocerá?”. Algunos “profesando ser sabios, se hacen
necios”. Olvídese de las “corazonadas”. En este sentido, el CF1 es muy útil, porque nos
permite conocer los principios de Dios, saber que nos conviene y que no nos conviene.
Porque hay muchas cosas que pueden ser perfectamente licitas, legitimas, legales, pero
no convienen; no es para usted, no es lo que Dios tiene para usted.
5. 4. La cuarta clave, “Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos”;
¿y qué dice? “Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de
mosto”. Por eso, honre a Dios con sus bienes. Yo he aconsejado a mis discípulos,
“Cuando venga a la casa de Dios, no traiga las manos vacías y siempre las tendrá llenas”;
y les invito a hacer el ejercicio. Pruébelo y compruébelo. Honre a Dios con sus bienes, con
sus diezmos y ofrendas. El no pide el fruto, sino la semilla; usted toma el fruto, y ofrece la
semilla; la siembra y esa semilla, le devolverá el fruto multiplicado. La clave es que usted
aprenda a sembrar y a creer que él le multiplicara. Si algo le digo a mis discípulos, no es
dando una opinión, sino es enseñando lo que dice la palabra de Dios; pero usted debe
creer; porque al que cree todo le es posible; tan solo crea. “Crea en Dios para estar
seguro, y en sus profetas para ser prosperado”. La única manera de comprobar que es
verdad, es sembrando.
5. La quinta clave, “No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
Ni te fatigues de su corrección; 12 Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo
a quien quiere”. Acepte la disciplina de Dios, asimile su corrección. Muchos venimos en
disciplina, y tal vez seguiremos en disciplina; pero no se fatigue; reconozca que necesita
ser formado. Algunos están en austeridad económica; esa es la disciplina de Dios,
necesitan ser corregidos, tal vez en otra época, fueron botaratas, derrochadores, no
ahorraron, no fueron buenos administradores; ahora tienen que aprender, y de qué
manera. O tal vez en otra época hicieron negocios con quienes no debían; la Biblia dice,
“no os unáis en yugo desigual con los incrédulos”; no manejaron las cosas sabiamente, y
ahora están comiendo de su propio cocinado; están pagando los platos que usted mismo
rompió; problemas que se fabricó. ¿Por cuánto tiempo estará así? Hasta el día en que
asimile la lección, cuando tome la decisión de no volver a cometer el mismo error. Cuando
acepte la corrección. Hay disciplinas en lo financiero, en lo sentimental, en lo ministerial.
La disciplina también sirve para llevarnos al primer amor, para que se vuelva a encender el
fuego en el corazón; y dejar de una vez las excusas y justificaciones. Muchos están
pasando por un desierto espiritual, y eso hace parte de la disciplina.
6. La sexta clave, hace referencia a Conducirse con sabiduría, “Bienaventurado el hombre
que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia”; La biblia habla de sabiduría,
inteligencia y ciencia. Condúzcase sabiamente; no tome decisiones a la ligera,
apresuradas; comprenda los planes de Dios a su vida, sepa cómo aplicar los diferentes
principios de Dios a las situaciones de la vida; actúe con sabiduría, y si usted hace, dice la
escritura, “Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que
el oro fino. 15 Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no
se puede comparar a ella. 16 Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda,
riquezas y honra. 17 Sus caminos son caminos deleitosos,Y todas sus veredas paz. 18 Ella
es árbol de vida a los que de ella echan mano, Y bienaventurados son los que la retienen.
6. 19 20
Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia. Con su ciencia
los abismos fueron divididos, Y destilan rocío los cielos”.
7. Y finalmente, una séptima clave, Sea un auténticocristiano, verdadero discípulo de
Jesucristo, “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para
hacerlo. 28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes
contigo qué darle. 29 No intentes mal contra tu prójimo Que habita confiado junto a ti. 30 No
tengas pleito con nadie sin razón, Si no te han hecho agravio. 31 No envidies al hombre
injusto, Ni escojas ninguno de sus caminos. 32 Porque Jehová abomina al perverso; Mas
su comunión íntima es con los justos. 33 La maldición de Jehová está en la casa del impío,
Pero bendecirá la morada de los justos”; sea un cristiano autentico, integro; no de nombre,
de título, de etiqueta. ¿Quién es un verdadero cristiano? El que hace el bien, el que no
anda cazando peleas; el que no tiene pleitos con nadie y menos sin razón; el que no anda
envidiando a los demás; que no se deja seducir por el pecado; una cristiano cuya vida
espiritual es el resultado de su comunión íntima con Dios. Siempre tenga en cuenta, que
su vida será el resultado de su comunión íntima con Dios.
Luego, no basta con saberlo, sino en obedecerlo, en vivirlo; “Hijo mío, no se aparten estas
cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, 22 Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello.
23
Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará. 24 Cuando te
acuestes, no tendrás temor,
25
Sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la
ruina de los impíos cuando viniere, 26 Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie
de quedar preso”. Frente al nuevo año, con los retos y desafíos que se viene por delante, el
Señor nos ofrece en su palabra una guía sencilla y practica para conducirnos seguros y
confiados, convencidos que al seguir este instructivo para la vida, tenemos todas las
posibilidades para un año venturoso, próspero y llenos de ricas y abundantes bendiciones. En
todo este año de la convicción, andaremos confiadamente, sin tropiezos. Porque el Señor
será nuestra confianza, y el preserva nuestro pie de quedar presos, creyendo que “la morada
de los justos será bendita”.