1. CONSEJOS PARA ORAR
1) Decídete a orar, no esperes hasta que sientas deseos de hacerlo.
No esperes a que te llegue el deseo de orar; orar es un hábito, una decisión, algo que
debes hacer sin importar cómo te sientes. Orar es una disciplina de acción, no un asunto
de sentimientos.
2) Haz de la oración una parte de tu vida diaria.
Puedes orar en cualquier lugar y en cualquier momento. Algunas personas llaman a esas
oraciones “oraciones flecha”; tú las lanzas tan pronto como una necesidad aparece en tu
vida. No hace falta cerrar los ojos ni arrodillarse.
3) Ora a Dios meditando en su Palabra.
Toma un pasaje de las Escrituras y ora a Dios meditando en su Palabra. Toma las
promesas de Dios y repítelas; haz tuyas esas promesas. Recitar las Escrituras es una de
las formas más poderosas de orar. Saber que Dios honra su Palabra provee una gran
confianza.
4) Decide que nunca tomarás una decisión importante sin orar primero.
Tomar decisiones sin buscar la dirección de Dios puede acarrear una multitud de
problemas que se podrían evitar. Dale a Dios la oportunidad de conocer tu necesidad antes
de tomar los asuntos en tus propias manos.
5) Ora antes de salir de tu casa por la mañana.
Haz una oración antes de salir por la mañana. Ora por y acerca de ese día. Conságralo a
Dios. Pídele sus bendiciones, protección, ideas y compromisos originados en Dios.
6) Confiesa tu pecado inmediatamente.
En cuanto te des cuenta de que has pecado, detente y confiesa a Dios ese pecado
inmediatamente. Ponte en armonía con Dios. El pecado no confesado afectará cada área
de tu vida y entorpecerá el plan de Dios para ti.
7) Prueba diferentes posiciones para orar: parado, sentado, arrodillado, postrado.
Experimenta, pero recuerda que es la posición del corazón, no la posición del cuerpo, la
que Dios observa. Sin embargo, la posición del cuerpo puede ser un indicador de tu
corazón. Por ejemplo, arrodillarte es una indicación de sumisión ante Dios.
8) Ora con sencillez.
Concéntrate en ser genuino delante de Dios, no te preocupes por las palabras que utilizas.
La oración es una conversación con Dios, Él no se impresiona con el tono de nuestra voz o
el volumen. Simplemente, habla con Dios de manera natural. Relájate, no estás
defendiendo una tesis doctoral.
9) Nunca te rindas, sigue orando.
Dios ha prometido bendecir nuestra persistencia. Puesto que la oración debe estar basada
en la fe, esta llega a ser una prueba de la seriedad de nuestra fe.
10) Espera respuestas.
Fe es expectativa. Espera que Dios responda tu oración. Dios responderá tus oraciones en
una de estas cuatro maneras:
Sí
No
Espera
Yo tengo para ti algo diferente, algo mejor
2. ERRORES AL ORAR
1) Orar por razones incorrectas.
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. Santiago 4:3.
2) Orar mientras se practica un pecado.
“Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado”.
Salmo 66:18.
3) Orar cuando se ha mantenido tu Biblia cerrada, cierra los oídos del cielo.
“El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable”. Proverbios
28:9.
4) Orar creyendo que Dios no responderá.
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar,
que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal
haga, que recibirá cosa alguna del Señor”. Santiago 1:6-7.
5) Orar sin que Dios sea prioridad.
“Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el
tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno
consultado por ellos?” Ezequiel 14:3.
6) Orar con hipocresía.
“Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las
sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo
que ya tienen su recompensa”. Mateo 6:5.
7) Orar sin haber perdonado.
“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro
Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”. Marcos 11:25. “Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda”. Mateo 5:23-24
8) Orar mientras hay un conflicto en su matrimonio.
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que
no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de
peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del
corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande
estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas
mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a
Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien,
sin temer ninguna amenaza. Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente,
dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la
vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. 1Pedro 3:1-7
9) Orar sin ser miembro de la familia de Dios.
“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los
pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”. Efesios 2:12
10) Oraciones que nunca han sido hechas.
“Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y
lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís”. Santiago 4:2