El documento resume lo que enseña la Biblia sobre la oración. Explica que la oración es un diálogo con Dios donde debemos escuchar y ser receptivos. Señala que la oración no es para informar a Dios, sino para alinear nuestra voluntad con la suya y permitirle actuar en nuestras vidas. También sirve para pedir sabiduría para entender su Palabra. La oración debe hacerse en cualquier lugar, con humildad y fe, dirigiéndose al Padre en el nombre de Jesús mientras reconocemos nuestra depend
LEY Y REGLAMENTO 30225 CONTRATACIONES DEL ESTADO.pdf
Lo que dice la Biblia sobre la Oración
1. Lo que enseña la Biblia sobre la Oración
Área Espiritual
Temas Bíblicos Interesantes
El cristianismo es una relación personal con Dios. El medio apropiado para mantener esa relación
personal es la oración.
La oración es un diálogo profundo con Dios, y, como en todo diálogo, se hace imprescindible la
escucha, la actitud abierta y receptiva hacia Aquel de quien lo esperamos todo, en quien confiamos
y a quien entregamos nuestra vida.
Debemos ser conscientes de que, No solo es importante lo que nosotros le digamos a Dios, sino lo
que Dios nos puede trasmitir. En este artículo, veremos qué dice la Biblia acerca de la Oración.
Significado y propósito de la oración
1. ¿Qué es la oración?
Respuesta: “Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo” (E.G. White, El
Camino a Cristo).
2. ¿Cuánto conoce Dios de nuestra vida?
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has
entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis
caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la
sabes toda(Salmo 139:1 – 4)
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad,
antes que vosotros le pidáis ( Mateo 6:8)
Nota: Dios conoce nuestras necesidades mejor que nosotros mismos, y sabe lo que vamos a pedir
incluso antes de pedirlo. El motivo que tenemos para orar no es para contarle algo que no sepa.
3. ¿Será para obligar a Dios a que cambie sus propósitos?
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no
hay mudanza, ni sombra de variación ( Santiago 1:17)
Nota: Todo lo bueno viene de Dios, quien por cierto, no cambia ni muda. No podemos hacer
cambiar de opinión a Dios. Su deseo siempre es hacer el bien y ayudarnos, no tenemos que
convencerlo de que cambie de forma de pensar porque esté disgustado. Este tampoco es el motivo
por el que debemos orar.
2. 4. Entonces, ¿para qué es la oración?
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra ( Mateo 6:10)
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos
oye (1 Juan 5:14)
Nota: Según estos dos textos, la oración nos sirve de reflexión para adecuar nuestra voluntad a la de
Dios. No siempre pedimos como conviene (Romanos 8:26), y la oración eleva nuestra mente a los
pensamientos de Dios, nos hace reflexionar.
Por otro lado, siempre he dicho y diré que Dios es un caballero, el Ser más educado que podamos
conocer. Y como tal, jamás irrumpirá en la vida de nadie sin pedirle permiso. Dios quiere hacer el
bien, Dios conoce mejor que nadie nuestras necesidades, y no cambia su forma de pensar que es
ayudarnos. Pero Dios no nos puede ayudar si no le pedimos ayuda. En el momento que le presento
mis peticiones en oración, le estoy dando permiso para actuar en mi vida. Si Dios actuase en
nuestras vidas de forma extraordinaria sin que se lo hayamos pedido, se le podría acusar de actuar
contra nuestra voluntad, de forzarnos a recibir "bendiciones", por lo que Dios se ve limitado y
depende de nuestras oraciones como permisos para poder ayudarnos.
Satanás no pide permiso para actuar en la vida de las personas, es un irrespetuoso. Pero Dios tiene
que esperar a que le pidamos ayuda, sólo de esa forma puede actuar en nuestras vidas.
5. ¿Por qué otro motivo nos aconseja Santiago que oremos?
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y
sin reproche, y le será dada ( Santiago 1:5)
Nota: Dios quiere revelarnos su voluntad y la Verdad en su Palabra. No es fácil entender ciertas
porciones de la Biblia. Dios está deseando revelarnos y hacernos entender pequeñas perlas que
están escondidas en su Palabra, y la oración es importante para permitir a Dios actuar en nuestra
mente de esta mantera.
6. ¿En qué términos nos aconseja Jesús que usemos este arma poderosa?
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá ( Lucas 11:9, 10)
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que
vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre ( Lucas 21:36)
Nota: La oración nos ayuda a permanecer en contacto con el Cielo, a perseverar en una condición
espiritual segura. Descuidar la oración hace que nuestra mente se centre de forma exclusiva en lo
terrenal, y relajarnos moralmente tomando decisiones inadecuadas, hasta llevar una conducta
desordenada.
Cuándo, dónde y cómo orar
3. 1. ¿Cuándo debemos orar?
Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús (1 Tesalonicenses 5:17, 18)
Nota: La oración constante (orad sin cesar) no es pasar el día entero de rodillas, sino tener una
actitud de oración en todo lo que hagamos. Es hacer de Dios nuestro compañero diario de trabajo,
de ocio, etc. En todo momento debemos estar mentalmente conversando con el Señor, sobre lo que
hacemos, lo que decimos, lo que vamos a decidir, etc. También dando gracias por las cosas que nos
suceden a cada momento.
2. ¿Qué tres momentos del día son particularmente mencionados?
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz (Salmos 55:17)
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su
cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de
su Dios, como lo solía hacer antes ( Daniel 6:10)
3. ¿Dónde debemos orar?
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda (1
Timoteo 2:8)
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y
tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público ( Mateo 6:6)
Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración ( Hechos 3:1)
Nota: Cualquier lugar es apropiado para orar a Dios con un corazón sincero. No es necesario
privarse de la oración por no encontrarse en un lugar más tranquilo. No obstante, hay que cultivar el
hábito de apartarse unos momentos en privado para dar respiro al espíritu en oración. Y por
supuesto, la casa de oración o iglesia (templo) es el lugar de oración privada y en común con otros
que comparten la fe.
4. ¿Cómo debemos orar?
Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor (Salmos 95:6)
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro
refugio. (Salmos 62:8)
Nota: Hay mucha discusión acerca de cómo debemos orar, en qué postura o posición física. No
faltan textos que apoyan el orar de rodillas, parece ser la posición de humildad ante el Creador. No
4. obstante hay más textos que mencionan el orar con el rostro pegado al suelo (Génesis 17:3; Levítico
9:24; Mateo 26:39) o con el rostro cubierto con un velo (Éxodo 3:6). Hoy practicar tales cosas no
son bien vistas, lo que nos indica que no es cuestión de praxis física. También los hay quienes
oraban de pie (Lucas 18:11) o mirando al cielo (Lucas 18:13) incluso estando postrado en la cama o
acostado (1 Reyes 1:47; Salmo 4:4; Salmo 36:4).
Todo depende de la ocasión, el momento y el lugar. No obstante, lo que sí resulta imprescindible es
la actitud correcta en la oración: "Derramad delante de Él vuestro corazón", abrir nuestro corazón a
Dios, contarle todas nuestras preocupaciones, nuestros pesares, nuestros miedos, compartir nuestras
alegrías, etc.
5. ¿Cómo deberíamos orar al hacerlo públicamente?
Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. Porque si yo oro en
lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con
el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también
con el entendimiento. Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente,
¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho (1 Corintios 14:13 – 16)
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán
oídos ( Mateo 6:7)
Nota: Hay que orar con el entendimiento, de forma que yo mismo sepa qué digo y los que me
rodean lo puedan entender para su edificación. Esto no sólo advierte el falso don de lenguas, sino
también los rezos de letanías repetitivas aprendidas de memoria, que no expresan nuestras
necesidades particulares ni vierten nuestras preocupaciones ante Dios ni los que nos rodean.
Condiciones para comunicarse con Dios
1. ¿A quién debemos dirigir nuestras oraciones?
En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al
Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis,
para que vuestro gozo sea cumplido ( Juan 16:23, 24)
Nota: La instrucción bíblica es más que clara, debemos dirigir nuestras peticiones al Padre.
2. ¿En nombre de quién debemos pedir?
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré (Juan 14:13, 14)
Nota:Este es el texto por el que debemos acabar nuestras oraciones pidiendo al Padre en el nombre
de Cristo Jesús, o de Jesús, nuestro intercesor o mediador.
5. 3. ¿En qué forma debemos reconocer nuestra dependencia de Dios?
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto;
porque separados de mí nada podéis hacer ( Juan 15:5)
Nota: Este texto corrobora lo dicho más arriba. La oración es necesaria para permanecer con
pensamientos elevados y en una moralidad aceptable (buenos frutos). Cuando esta actividad cesa,
volvemos a comportarnos de forma indebida.
4. ¿A qué se compara la oración hecha sin fe?
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es
arrastrada por el viento y echada de una parte a otra ( Santiago 1:6)
Nota: Como se vio en el estudio sobre la Fe, es cuestión de confianza. Pedir a alguien desconfiando
no agrada al que recibe la petición. Cuando alguien desconfía, ahora está a tu lado, luego no,
cambiando constantemente de opinión y de parecer. Igualmente sucede con nuestra relación con
Dios. Sólo confiando en Dios de forma plena, tendremos seguridad y no andaremos dudando y
cambiando de parecer.
5. ¿Qué ejemplo de perseverancia en la oración registra Lucas en su Evangelio?.
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo:
Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella
ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por
algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a
hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de
continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no
hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que
pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:1
– 8)
Nota: Dios no siempre nos da las cosas que pedimos en el mismo instante que lo pedimos. Al igual
que un padre o una madre no siempre da a su hijo todo lo que le pide a cada momento. Buscamos
no tener hijos malcriados, caprichosos que lo tienen todo en cualquier momento, Dios también nos
enseña a tener paciencia en muchas ocasiones. En otros momentos, al igual que un niño no puede
entender más allá de su pequeña madurez las consecuencias o los motivos por los que no puede
recibir un "regalo", de igual modo Dios ve más allá de las cosas que nosotros podemos percibir, y
por motivos que Él sólo conoce, nos niega algunas cosas. Aunque no lo comprendamos, debemos
saber que todo es por nuestro bien.
6. ¿Qué relación hay entre obediencia y respuesta a la oración?
6. …y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y
hacemos las cosas que son agradables delante de él (1 Juan 3:22)
Nota: Alguien puede decir que Dios es caprichoso en la forma de condicionar ciertas respuestas a
oraciones. Nada más lejos de la realidad. Pensemos que todos los seres humanos que habitamos este
planeta, sean creyentes o no, somos hijos de Dios. Y Dios como Padre, se preocupa en cómo
gestionamos lo que Él nos da. Si uno de mis dos hijos es un derrochador y me pide dinero,
lógicamente no le daré lo que me pida para que lo malgaste, de este modo estaré fomentando su mal
hábito en vez de corregirlo. De igual modo, una persona con malos hábitos, pide a Dios salud, ¿se la
dará para seguir consumiendo drogas (por ejemplo)? Por otro lado, cuando un hijo es obediente, es
un buen gestor de los recursos que su Padre le da, tendrá más opciones (salvo excepciones) de
recibir lo que pida.
7. ¿Qué ejemplo de sumisión perfecta al Padre nos dejó Cristo en su oración en Getsemaní?
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase
de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú ... Otra vez fue, y oró por segunda vez,
diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad
( Mateo 26:39, 42)
Nota: En ese momento, el dolor se impuso al deseo humano de Cristo de no sufrir físicamente. El
Plan de la Salvación de cada ser humano estaba por encima del sufrimiento de Jesús, por ello, esta
oración concreta tuvo la respuesta adecuada: "Si puede ser", pero no pudo ser en favor de un
beneficio mayor.
8. ¿Por qué no contesta Dios algunas veces nuestras oraciones?
El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable ( Proverbios 28:9)
9. Estando próximos al fin, ¿qué llamamiento nos hace el Señor?
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración (1 Pedro 4:7)
Nota: Conforme nos acercamos al inicio de la eternidad, se hace más necesario el no descuidar la
oración. Es un buen momento para comenzar un buen hábito, el de orar.