El documento describe las tres vías de la coagulación sanguínea: la vía intrínseca, la vía extrínseca y la vía común. La vía intrínseca se activa por el daño de los vasos sanguíneos, mientras que la vía extrínseca se activa por sustancias extrañas en la sangre. Ambas vías convergen en la vía común, que produce trombina y luego fibrina para formar un coágulo sanguíneo.