El documento resume la evolución humana desde los primeros homíninos bípedos hace 6 millones de años hasta la actualidad. Destaca que los humanos descendemos de un antepasado común con los chimpancés y no del chimpancé actual. Además, señala que la evolución humana no fue un proceso lineal, sino que involucró diversas bifurcaciones y linajes que dieron lugar a diferentes especies de homíninos. Finalmente, resalta el papel clave del bipedismo en liberar las manos y permitir el desarrollo de herramient

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N-20160103
ANTONIO ROSAS:
"Ponernos de pie fue el pistoletazo de salida de la evolución
humana"
Por M.S. Marqués, Nueva España
"Descendemos de un mono, de un primate, pero no del chimpancé, sino de
un antepasado común de chimpancés y humanos"
Miles de fósiles, enterrados bajo sedimentos de millones de años en Etiopía, Kenia,
Tanzania y otros lugares de África y Eurasia, han dado las claves a los científicos para
reconstruir la Historia de la Humanidad, para recomponer una travesía que empieza
hace más de seis millones de años (6 M.a), cuando aparece el primer homínido bípedo,
punto de partida de la evolución humana.
Antonio Rosas, paleoantropólogos del Museo de Ciencias Naturales del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y uno de los grandes expertos en
neandertales de Europa, se sumerge de lleno, con su último libro, “Los primeros
homínidos”, en la reconstrucción de un árbol evolutivo que se inicia con el ancestro
de los grupos humanos que hace dos millones de años (2M.a) emprendieron el gran
viaje que les llevó desde África a colonizar el planeta.
El paleoantropólogo Antonio Rosas del Museo de Ciencias Naturales (CSIC)
Rosas, que fue uno de los primeros científicos en atribuir a la especie neandertal los
fósiles exhumados en la cueva piloñesa de EL Sidrón y que dirige desde hace más de

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una década los estudios que han permitido conocer la historia y vicisitudes de ese
grupo humano, reúne ahora las muchas pistas que han aportado los hallazgos de las
últimas décadas en Áfricas para poner en cuestión la idea asentada de una evolución
lineal que rechaza, a favor de un proceso más complejo en el que no faltan
bifurcaciones, ramas y divergencias, en una palabra, el árbol genealógico que debe ser
tenido en cuenta para buscar los orígenes biológicos de la Humanidad. (1)
Pregunta: ¿Venimos del mono?
Respuesta: Por supuesto que descendemos de un mono, pero cuando la mayoría se
imagina un mono, piensa en el chimpancé. Se comete un error de verlo como un
antepasado humano. Descendemos de un mono, de un primate, pero no del
chimpancé, sino de un antepasado común de chimpancés y humanos. Desde ese
antepasado común, hubo una bifurcación que da origen a dos ramas, una dará lugar al
linaje de los chimpancés, y la otra, al de los homíninos.
P.- ¿Los chimpancés son entonces nuestros hermanos evolutivos?
R.- Somos una especie humana, porque partimos de unos padres comunes, pero cada
uno hemos seguido nuestra propia trayectoria.
P.- ¿Y quiénes eran los primeros homíninos?
R.- Son los antepasados más antiguos de los seres humanos. Aquellos que están más
cerca de la separación de los monos más próximos a nosotros, de los chimpancés.
Ambas especies descendemos de un antepasado común que vivió en la selvas
africana, y cuando se produjo una desviación hacia lo que serían los humanos, los
primeros de esa nueva línea son los homíninos.
P.- ¿Cuándo se produce esa divergencia de linajes que dará lugar a humanos por un
lado y chimpancés por el otro?
R.- Según los datos genéricos y paleontológicos, se produjo hace unos seis millones
de años. Probablemente, las separaciones de linajes de animales, plantas y otros
organismos vivos suelen ocurrir porque cambian las condiciones ecológicas, y los
grupos que están en un lugar donde las condiciones han cambiado van a
experimentar un nuevo proceso evolutivo.
P.- ¿Por qué descartan la representación lineal de la evolución humana?
R.- Los científicos sabemos, incluso desde Darwin, que la evolución es un proceso
que representa mejor con un árbol, casi mejor con un arbusto con barias ramas, pero
simultáneamente en la visión colectiva se ha grabado esa hilera tan típica del mono a
cuatro patas, luego otro un poco más erguido, después otro todavía un poco más,
hasta que termina en un ser humano actual, curiosamente masculino y blanco. Es una

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imagen que se ha incrustado, un icono que ha calado en la sociedad y que representa
la evolución humana. Ahora, lo que los científicos decimos, y es lo que trato de
argumentar, es que esa imágenes equivocada y que hay que cambiarla por esquemas
tipo árbol con sus diferentes ramas. Esa imagen lineal está muy incrustada en la
sociedad occidental porque, de hecho, remonta hasta Aristóteles y fue reformada en la
Edad Media. Es la noción de “la cadena de los seres”, que ordena a los seres vivos
enana secuencia lineal y ascendente.
P.- ¿Qué valor tienen los esquemas habituales de la evolución, cuando estamos
asistiendo a hallazgos y cambios constantes?
R.- Los esquemas, cuando están bien fundados, cuando estás basados en datos, nos
ayudan a comprender. Es verdad que los nuevos descubrimientos, las nuevas
interpretaciones nos van haciendo cambiar un poco las posiciones de las ramas, pero
lo que está claro es que hoy día tenemos una idea bastante general y sólida de cómo
hemos evolucionado. Lo que van cambiando son pequeños detalles, las ramas
pequeñas; los troncos principales están más o menos bien establecidos. Así que,
aunque se vayan modificando, los esquemas establecidos nos permiten ir
comprendiendo. Si no los tuviéramos, no sabríamos nada.
P.- ¿La especie humana se aleja del simio cuando comienza a caminar erguida?
R.- La clave de la que parte todo está en ponerse de pie (lo que se conoce como
bipedismo, que no es otra cosa que caminar sobre dos patas) y poder liberar las
manos para hacer otras cosas. Es el pistoletazo de salida de la carrera de la evolución
humana. Ese momento crucial se produce hace 5,5 millones de años en África.
P.- ¿Qué otros factores acompañan esa carrera hacia la humanidad?
R.- Probablemente, nuestro antepasado común fuera arborícola y cuadrúpedo. Los
primeros homínidos también conservarían algo de este comportamiento arbóreo, pero
cuando bajaban al suelo empezaban a ser a ser bípedos. Eso produjo la liberación de
las manos, y hay interpretaciones de que esa liberación de las manos permitió llevar
cosa, comida. Entonces el homínido se pudo dar cuenta de que si lleva comida a la
hembra, se gana su favor y comprende que es más fácil, más productivo, ser amigo de
la hembra que pelearse con otros machos. Al dejar de pelearse con otros machos, sus
caninos, que hasta ese momento eran grandes para intimidad, empiezan a dejan de
hacer falta y a disminuir. Empieza ahí un circuito evolutivo: se consolida la evolución
bípeda y, mucho tiempo después, porque hay que esperar cuatro millones de años,
cuando aparece el género Homo, empieza a incrementarse el volumen del encéfalo.
Durante todos esos cuatro millones de años el cerebro seguía siendo del tamaño del
chimpancé y del gorila.
P.- ¿Qué impulsa ese despegue?

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R.- El consumo de carne va a tener un papel importante. Se empieza a construir
herramientas, hachas de piedra con las que acceder a los cuerpos de los animales. Se
pueden hacer carnicerías, porque antes, con las manos, no era posible abrir el cuerpo
de un antílope, de un búfalo. Cuando empezamos a tener herramientas extracorporales
se tiene acceso a la carne y a la médula de los huesos: entonces cambia la
alimentación, se hace más rica en proteínas y en grasas, y eso permite el desarrollo de
un órgano como el cerebro.
P.- ¿Necesitaba más energía para desarrollarse?
R.- Efectivamente, necesita una dieta de muy buena calidad. Entonces, solamente
cuando se puede tener esa dieta, es cuando se permite la explosión evolutiva que es el
incremento del cerebro, lo que facilitará, a su vez, el desarrollo de las funciones
cognitivas del conocimiento.
P.- Evolutivamente, ¿dónde empieza ese desarrollo, con qué especie?
R.- Son diferentes momentos. Tenemos unos primeros homínidos, como el Homo
habilis, donde ya aparece un primer salto en tamaño del cerebro. Después hay otro
salto en el Homo Heidelbergensis, y, tras él, los neandertales, que incrementan su
cerebro a su manera, y los Homo sapiens, que lo hacemos a nuestra manera. La
naturaleza descubre la posibilidad, y tiene las cualidades con esa dieta, para que el
sistema nervioso se desarrolle. En los diferentes linajes se hacen pruebas de
incremento del cerebro, y en el caso más evidente es la comparación entre
neandertales y sapiens, ellos tienen un cerebro muy grade y nosotros también, pero
no son iguales. La naturaleza inventa diferentes maneras de tener un cerebro grande a
medida que avanza la evolución.
P.- Contra lo dicho hasta ahora, un hallazgo reciente en China sugiere que nuestra
especie llegó allí antes que en Europa.
R.- La teoría que conocemos es que el Homo sapiens sale de África hace unos 60.000
año, y a partir de ahí se produce una diversificación de las razas humanas por Eurasia.
También sabemos que en el Próximo Oriente, lo que hoy es Israel, hay yacimientos
con restos de Homo sapiens muy primitivos, de unos 100,000 años. Esos Homo
sapiens se consideraban parte de una migración fallida que no prosperó. Luego hubo
una segunda salida, la de hace 60.000 años, que fue la que dio lugar a la
diversificación. Con el descubrimientote los dientes en una cueva china, que ellos
atribuyen a Homo sapiens, lo que cabe pensar es que esa primera migración, que
aparentemente no fue más allá, haya prosperado por lo menos en una primera ola de
migratoria.
P.- ¿Entonces tenemos un nuevo escenario diferente?

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R.- Eso es, el escenario de dos olas migratorias salidas de África, una primera de hace
100.000 años que pensábamos que se habían quedado en el Próximo Oriente, pero
pudo llegar hasta China, y una segunda, la que conocemos bien, de hace 60.000 años,
la que trajo a la Península Ibérica algunos miles de años después a nuestra propia
especie.
P.- ¿La primera entrada fallida tuvo algo que ver con la presencia de los neandertales
en Europa?
R.- Cabe la posibilidad de que uno de los factores por lo que esos primeros sapiens
que llegaron hasta China no lo hicieran en Europa hubiera sido la presencia de los
neandertales. Es posible que hace 100.000 años no entraran porque Europa estaba
ocupada por los neandertales.
P.- ¿Qué sugiere una sentencia reciente de una juez norteamericana que reconoce a
los grandes simios como personas no humanas?
R.- Es una tendencia cultural de una sociedad avanzada, en el intento de reconocer
cualidades humanas y derechos humanos para los grandes simios. Todo esto tiene
una doble explicación: la raíz biológica. Todos descendemos de un antepasado
reciente y además, se le reconoce una serie de cualidades culturales o cognitivas que
les hacen muy parecidos a nosotros, es decir, estamos evolutivamente muy cerca.
Todo nuestro ADN es muy similar, idéntico, compartimos el 98 por ciento. Hay una
tendencia desde hace unos años a intentar asignarles derechos humanos a los
grandes simios y esta tendencia tiene una explicación práctica: si nosotros les damos
derechos humanos, nuestra capacidad de protegerlos es mucho más grande (contra la
caza furtiva, por ejemplo). Es un doble interés, el puramente ético y el ético aplicado,
que es la conservación.
P.- De alguna forma, se trata de proteger a nuestros hermanos evolutivos.
R.- Eso es. Estamos admitiendo, gracias al reconocimiento de la paleontología y la
teoría evolutiva, que esta especie, que estas especies son nuestras hermanas
evolutivas. Lo que se pretende es dar cobertura legal a este hecho biológico. (Fin).
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Nota Biográfica de Antonio Rosas
Licenciado en Biología por la Universidad Complutense de Madrid, 1984. Tesis de
Licenciatura, 1985. Beca Pre-doctoral de la Universidad Complutense de Madrid.
Doctor en Biología, por la Universidad Complutense de Madrid, 1992. Beca post-
doctoral (programa Fleming) en el Natural History Museum, Londres, 1993- 1995.
Científico Titular del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1999. Profesor
de Investigación desde 2008.

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Miembro del Equipo Investigador de Atapuerca, 1983-2004. Equipo que obtuvo el
Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997. Co-autor de
las especie Homo antecessor 1996.
Responsable de los estudios
antropológicos de los Neandertales de
El Sidrón (Asturias) desde 2003.
Participación en el proyecto Genoma
Neandertal, 2010. Autor del libro ¿Qué
sabemos de? Los Neandertales, CSIC-
Catarata, 2010. Comisario de la
Exposición Los Neandertales: desde
Iberia hasta Siberia en el Museo de la
Evolución Humana de Burgos, 2012.
Premio Talento Comunicativo UCM
recomunicación Científica 2013.
Investigador principal de proyectos,
autonómicos, del plan nacional y proyectos de la Unión Europea. Autor de numerosos
trabajos científicos incluidos en revistas como Journal of Human Evolution,
L'Anthropologie, Biology Letters, Nature, Science, PNAS, entre otras.
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Llamada:
(1) La Cueva de El Sidrón, localizada al pie del Suave, singulariza sus numerosas
conexiones con el exterior; la considerable longitud de su eje mayor por el que
estacionalmente circula un arroyo; lo laberíntico de alguno de los conductos que
desembocan en dicho eje; el hecho de que no esté excavada en caliza, sino en
conglomerados y areniscas; y algunos aspectos más. Una cueva de teles
características tuvo que ser, y lo fue, refugio en sus bocas mayores, escondite en el
interior, e incitación para satisfacer la curiosidad y la exploración.
Fue escondite durante la Guerra Civil, en uno de cuyos lances, en 1938, fue muerta
Olvido Otero González, cuyos restos reposan hoy frente a la boca que se conoce como
“Entrada de la Tumba”. Su particular espeleogénesis la hicieron idónea las actividades
de varios grupos espeleológicos y para prácticas oficiales de supervivencia.
Los fósiles humanos:
La recuperación de fósiles humanos en el yacimiento hallados en la cueva El Sidrón
representa la muestra más importante de restos de neandertales jamás encontrada en
la península Ibérica. Tal riqueza de hallazgos permite al equipo investigador estudiar la
diversidad física y cultura de las poblaciones neandertales, indagar sobre su
distribución indiferentes áreas geográficas y profundizar en su significado en un
marco amplio de la evolución humana. En la actualidad, los primeros resultados
Antonio Rosas,

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positivos en la extracción del ADN en estos restos han deparado nuevo datos sobre su
evolución y hacen augurar excelentes perspectivas en un futuro inmediato.
A escala regional, los neandertales de El Sidrón vienen a llenar el vacío existente en
el registro fósil humano de la región cantábrica, y nos permite un primer ensayo del
retrato de aquellos seres humanos arcaicos, los neandertales, que vivieron en Asturias
antes de la llegada de la poblaciones anatómicamente modernas, Es decir, antes de la
llegada de nosotros mismos.
Ante esta colección de fósiles humanos tan relevantes recuperada en el yacimiento,
los científicos podrán formular un buen número de cuestiones. Pero, sin duda, la
primera que se plantea, y que históricamente surgió desde el comienzo de los
hallazgos de El Sidrón es: ¿por qué decimos que los fósiles de El Sidrón son restos
neandertales?. La respuesta a esta pregunta es sencilla, y para contestarla sólo
tenemos que detenernos en algunos aspectos de la anatomía de esos huesos. No
obstante, antes de adentramos en los detalles anatómicos de esos restos podemos
hacer una breve introducción al mundo de los neandertales.
Los neandertales:
En 1856, tres años antes de la publicación del “Origen de las especies” de Darwin
(1859), aparecieron en una cueva del valle de Leander, cerca de Duüsseldorf
(Alemania), unos restos esqueléticos que irían a inaugurar una disciplina científica: la
paleontología humana, Aún hoy, 150 años después de su reconocimiento, hablar de
los neandertales implica evocar una paradoja que muchos inquieta: ¿cómo
Cueva de El Sidrón (Borines, Piloña, Asturias).
En su interior se han hallado restos del Homo neanderthalensis

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comprender unos seres tan próximos a nosotros en algunos aspectos y, sin embargo,
tan distintos en otros?
Se conoce con el nombre de “Hombres de Neandertal” o neandertales a los
miembros de una especie humana ya extinguida, que vivieron entre hace unos
250.000 años y quizás algo menos de 30,000 años, momento en que desaparecieron
para siempre sin dejar descendencia. A dicha especie extinguida se denomina Homo
neanderthalensis, un nombre distinto al que damos a
nuestra propia especie, que recibe la denominación
científica de Homo sapiens. Gracias a los
descubrimientos de los últimos años 25 años hoy
sabemos que los neandertales surgieron por evolución
biológica a través de un largo proceso evolutivo que
tuvo lugar en los territorios que hoy conocemos como
Europa.
Los neandertales son, de este modo, los
descendientes de unas poblaciones más arcaicas y de
características más primitivas llegadas a Europa en un
tiempo aún por determinar, pero en ningún caso inferior
al medio millón de años. En conjunto, la historia
evolutiva del linaje de los neandertales abarca más de
500.000 años, tiempo durante el cual las características
físicas de estos homínidos fósiles se fueron perfilando
poco a poco hasta llegar a configurar una anatomía
única y muy singular. En este contexto amplio,
podemos decir que la población de El Sidrón, de
aproximadamente 43.000 años de antigüedad,
pertenece a un grupo de neandertales ya tardíos en la
larga andadura evolutiva del linaje y forma parte de los denominados “neandertales
clásicos”; aquellos con una constitución física muy especializada e inconfundible que
vivieron en Europa occidental durante la primera parte del último periodo glaciar, entre
80,000 y 35.000 años.
Pero, ¿cómo es la constitución física de los neandertales. Dadas las múltiples y
singularidades características que los defines nos llevaría un tratado de anatomía, por
consiguiente, un breve repaso será suficiente y nos permitirá entender mejor el lugar
que ocupan los neandertales de El Sidrón en un contexto amplio.
Al hablar de características morfológicas, frecuentemente se distingue entre los
caracteres craneales, es decir aquellos rasgos anatómicos que se localizan en la
cabeza (cráneo), y los caracteres potenciales, es decir, los rasgos propios del tronco y
de las extremidades. En la cabeza, los neandertales desarrollaron un gran cerebro,
cuyo volumen alcanzó los 1.400 cm^3, superior incluso al de nuestra especie, que
tiene una media de unos 1.350 cm^3. Este gran cerebro de los neandertales era, no
Homo neanderthalensis

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obstante, de una forma algo distinta de la nuestra, más alargado y aplanado.
Consecuentemente, los huesos debla bóvedas craneana se configurado para alojar un
peculiar cerebro, de modo que presentan una series muy típica de rasgos, tales como
la forma de bomba de los parietales (forma redondeada), el llamado “Chiñon” de los
occipitales o la muy formada fosa suprainiaca.
En cuanto al esqueleto
postcraneal, los neandertales
presentan también marcadas
características, clásicamente
interpretadas como una
adaptación a climas fríos. Nos
referimos a la configuración de
la caja torácica, que tiene forma
de tonel, y a la elevada robustez
de los huesos de las
extremidades. Un hechos
llamativo y muy ilustrativo de la
constitución física de los
neandertales consisten en que
los segmentos distales de los
brazos y piernas, el antebrazo y el segmento de la espinilla especialmente más cortos.
Es decir, el antebrazo es proporcionalmente corto respecto al húmedo, lo mismo que
la tibia lo es con respecto al fémur. Esta constitución anatómica se suele dar en
especies de mamíferos que viven en climas muy fríos y tiene la función de disminuir la
superficie del cuerpo para minimizar las pérdidas de calor.
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N-20101220
Una docena de individuos de hace 49.000 años fueron comidos
por caníbales y sus restos abandonados en la zona asturiana
de El Sidrón
Por Alicia Rivera –EL PAIS
Los genes desvelan el parentesco de una familia neandertal
Un grupo familiar formado por una docena de individuos -tres hombres adultos (de
unos 20 o 25 años), tres mujeres, niños y adolescentes- perdieron la vida, todos a la
vez seguramente, en el norte de la península Ibérica. Los hombres estaban
emparentados genéticamente entres sí; de las mujeres sólo una. Fue hace 49.000
años, eran neandertales y sus restos fueron a parar a la cueva asturiana de El Sidrón.
El ADN, como en una investigación forense, ha desvelado ahora su parentesco y ha
proporcionado algunas pistas nuevas sobre el comportamiento y demografía de
Esqueleto de Neanderthalensis (El Sidrón)

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aquella especie europea que dominó el continente y que desapareció hace menos de
30.000 años. Los restos de aquellos individuos de la cueva presentan claras marcas de
canibalismo, una práctica conocida de los neandertales (Homo neanderthalensis). Un
equipo científico ha analizado los restos y exponen sus conclusiones esta semana en
la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias (EE UU).
"Si tomas al azar una docena de personas por la calle, en la sociedad actual, es muy
difícil que siete, o incluso cuatro, de ellos tengan el mismo ADN; pero si haces el
muestreo en un bautizo, por ejemplo, las probabilidades de que la gente comparta
material genético son muy superiores", explica Carles Lalueza-Fox, líder del equipo
científico que realizado este estudio sobre los neandertales de El Sidrón.
Todos los individuos de aquella familia debieron morir simultáneamente, dada la
disposición y las características de los fósiles. "Están muy fragmentados y muchos,
incluidos los cráneos, fueron golpeados para
extraer el contenido", explica Lalueza-Fox,
genetista del Instituto de Biología Evolucionista
(CSIC-Universidad Pompeu Fabra). El canibalismo
es una práctica de los neandertales que no extraña
a los especialistas, ya que marcas del mismo tipo
se han encontrado en numerosos fósiles de otros
yacimientos.
Lo que resulta más intrigante es cómo acabó
toda aquella familia muerta y consumida. Pero
aquí las posibles explicaciones son hipótesis.
Pudieron morir todos a la vez y, tras ser
devorados, sus restos permanecerían en el suelo
fuera de la cueva; luego, algún tipo de fenómeno
natural extremo pudo provocar el hundimiento del
terreno en El Sidrón y los huesos se precipitaron
hasta la galería ahora conocida como el Osario.
Tal vez el grupo era más numeroso, tal vez había más niños.... o no.
Los fósiles neandertales se descubrieron en 1994 en esa cueva de 3.700 metros de
longitud, con una galería principal y varias secundarias transversales. Una de ellas, a
unos 220 metros de la entrada principal es el Osario, donde se han recuperado ya
1.800 fragmentos de huesos de neandertales de al menos 12 individuos. El ADN de
uno de ellos, un adolescente, se ha utilizado en el proyecto internacional del Genoma
Neandertal.
En este nuevo estudio, los científicos han obtenido ADN mitocondrial (la
mitocondria es un orgánulo de la célula, externo al núcleo, y se hereda por vía
materna) de fragmentos de huesos de los 12 individuos, sobre todo de dientes, y
siempre sin destruir los fósiles. Por las piezas dentarias (de leche en el caso de los
niños, y por el desgaste en los adultos), los investigadores saben que la población de
Carles Laluezo-Fox, (paleontólogo)

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El Sidrón estaba formada por tres adultos (dos mujeres y un hombre), tres jóvenes
adultos (dos hombres y una mujer), tres adolescentes de entre 12 y 15 años y
posiblemente todos masculinos, y tres individuos juveniles o infantiles con edades
comprendidas entre los dos y los nueve años.
"Las pruebas arqueológicas, paleontológicas y geológicas indican que estos
individuos constituían la totalidad o una parte de un grupo social contemporáneo de
neandertales que murieron aproximadamente al mismo tiempo y que resultaron
sepultados a la vez debido al colapso de una cueva subterránea", explican los
investigadores en Proceedings.
El ADN permite relacionarlos parentalmente y la prueba del cromosoma Y ayuda a
diferenciarlos por sexo. La docena de neandertales de El Sidrón pertenecen a tres
linajes femeninos diferentes de siete, cuatro y un individuos cada uno. La distribución
es la siguiente: las tres mujeres adultas pertenecen cada una a un linaje, mientras que
los tres hombres son del mismo. Al combinar la información morfológica de los
huesos con el material genético, los investigadores conjeturan que dos de los niños
pueden ser hijos de una de las hembras (con espacio de unos tres años entre parto y
parto) y otro sería hijo de otra de las hembras. La tercera hembra no tiene ningún
pariente genético en el grupo.
Estos datos "concuerdan con la hipótesis de que eran las hembras las que se
movían de un grupo a otro", explica Antonio Rosas (paleobiólogo del CSIC), otro de
los investigadores del equipo. Esta incorporación femenina al grupo social del hombre
se denomina patrilocalidad, y es corriente (en torno a un 70%) en sociedades
tradicionales actuales, apunta Lalueza-Fox. En cuanto a los neandertales, "el
intercambio [de hembras] tendría lugar durante encuentros puntuales entre los
diferentes grupos en lugares comunes y en momentos relacionados con la caza",
añade Rosas. El efecto de esta estrategia (que se conoce también en algunas especies
de primates) es la disminución de la consanguinidad dentro de una comunidad".
Los resultados de esta investigación sobre un grupo social de neandertales
"proporciona pistas tentadoras sobre la demografía y el comportamiento de la especie
que fue una vez pariente cercana de la nuestra y pueden ser utilizadas para ayudar a
comprender los factores que contribuyeron a su extinción", concluyen los
investigadores en su artículo científico.
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Mapa de Piloña (Asturias)
Infiesto:
Es una villa del concejo de Piloña, capital del mismo. Pertenece a la parroquia de San
Antonio y su población es de 2.139 habitantes (2008). En las proximidades de la villa
se encuentra el santuario de la Virgen de la Cueva. Como sitio de interés se encuentra

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el Monte Cayón, desde donde se observan unas vistas espectaculares del concejo
junto a un merendero. // Y cerca, La cueva de “El Sidrón.
Mercado tradicional
En el mes de agosto se celebra el mercado tradicional. Los días de celebración del
evento suelen ser entre los el 14-18, aunque pueden variar de año a año. Este mercado
hace referencia a la época medieval. La
gente se viste con ropa tradicional de la
época y en la Plaza del Ayuntamiento
suele haber un señor con sus vacas
ratinas (suizas) con un carro antiguo que
se usaba para transportar la hierba.
Se reúnen muchos artesanos con sus
trabajos hechos a mano, como carteras,
bolsos, zapatillas, juguetes tradicionales
antiguos y también hay puestos de
comestibles como pan, pastas y yerbas
medicinales.
Fiesta San Antonio
Las fiestas en honor a patrón de la villa de Infiesto, San Antonio de Padua, se celebran
cada 13 de junio con la tradicionalmisa solemne, acompañada por la «Coral Polifónica
Piloñesa», y posterior procesión por las calles de la villa en la que el patrón va
acompañado por mozas y mozos vestidos con el traje típico asturiano portando ramos
adornados con panes y productos locales típicos al son de la música de la gaita y el
Lamb
Mapa de Piloña; la flecha roja indica dónde se halla la cueva “El Sidrón”.
Santuario Virgen de La Cueva

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Festival de la Avellana:
Es una fiesta muy querida por los piloñeses que se celebra en Infiesto cada año
durante el primer fin de semana de octubre desde hace más de 40 años y atrae a miles
de visitantes // Entre las actividades de las
que pueden disfrutar destaca la feria de
artesanía y productos agroalimentarios que
se celebra el domingo por la mañana en la
«Plaza del Ganado», y en la cual se pueden
adquirir las mejores avellanas de la
comarca directamente de los productores.
Ferias y Fiestas de Santa Teresa:
Son otra de las citas importantes de la
villa de Infiesto. El 12 de octubre de cada
año se celebra el concurso-exposición de
ganados, seguida de la feria de toda clase
de ganados el día 13.
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Divulgación Ciencias Naturales
Un blog de
“Rubin de Celis (CANTABRIA)”
(z)
El lavadero y refugio
Oficina de Turismo:
Calle Covadonga, 42
33530 INFIESTO - Piloña, (Asturias)
Correo electrónico:
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W.W.W. ayto pilona.es. / Tef. 34.98511133
Trazas de la Historia Humana // Oviedo, 4 de enero de 2016
Víctor Manuel Cortijo Rubín de Celis