2. 18El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto
me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a
los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos; 19A predicar el año
agradable del Señor.
3. 17Y vino y anunció las buenas nuevas de paz
a vosotros que estabais lejos, y a los que
estaban cerca; 18porque por medio de él los
unos y los otros tenemos entrada por un
mismo Espíritu al Padre. 19Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de
la familia de Dios,
4. 3Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la
sana doctrina, sino que teniendo comezón de
oír, se amontonarán maestros conforme a sus
propias concupiscencias, 4y apartarán de la
verdad el oído y se volverán a las fábulas.
5Pero tú sé sobrio en todo, soporta las
aflicciones, haz obra de evangelista, cumple
tu ministerio.
5. 13porque todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo.
14¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual
no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de
quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber
quien les predique? 15¿Y cómo predicarán si no
fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian la
paz, de los que anuncian buenas nuevas!
6. 1 2
15He aquí sobre los montes los pies del que
trae buenas nuevas, del que anuncia la paz.
Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus
votos; porque nunca más volverá a pasar por
ti el malvado; pereció del todo.
7. 16Porque no me avergüenzo del evangelio,
porque es poder de Dios para salvación a
todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego. 17Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe
vivirá.
8. 24Porque: Toda carne es como hierba, Y
toda la gloria del hombre como flor de la
hierba. La hierba se seca, y la flor se cae;
25Mas la palabra del Señor permanece para
siempre. Y esta es la palabra que por el
evangelio os ha sido anunciada.
9. 16Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué
gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y
¡ay de mí si no anunciare el evangelio! 17Por lo
cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa
tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me
ha sido encomendada. 18¿Cuál, pues, es mi
galardón? Que predicando el evangelio, presente
gratuitamente el evangelio de Cristo, para no
abusar de mi derecho en el evangelio. 19Por lo
cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo
de todos para ganar a mayor número.
10.
11. 29Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que
no hay ninguno que haya dejado casa, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o
mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del
evangelio, 30que no reciba cien veces más ahora
en este tiempo; casas, hermanos, hermanas,
madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en
el siglo venidero la vida eterna. 31Pero muchos
primeros serán postreros, y los postreros,
primeros.