3. Salmos 16:1-2
16 Guárdame, oh Dios, porque
en ti he confiado.
2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
No hay para mí bien fuera de ti.
4. Salmos 16:11
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Me mostrarás la senda de la
vida;
En tu presencia hay plenitud de
gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.
6. Hechos 16:23-33 (RVR1960)
23 Después de haberles azotado
mucho, los echaron en la cárcel,
mandando al carcelero que los
guardase con seguridad.
24 El cual, recibido este mandato, los
metió en el calabozo de más adentro,
y les aseguró los pies en el cepo.
25 Pero a medianoche, orando Pablo y
Silas, cantaban himnos a Dios; y los
presos los oían.
7. 26 Entonces sobrevino de repente un
gran terremoto, de tal manera que los
cimientos de la cárcel se sacudían; y
al instante se abrieron todas
las puertas, y las cadenas de todos se
soltaron.
27 Despertando el carcelero, y viendo
abiertas las puertas de la cárcel, sacó
la espada y se iba a matar, pensando
que los presos habían huido.
28 Mas Pablo clamó a gran voz,
diciendo: No te hagas ningún mal,
8. pues todos estamos aquí.
29 El entonces, pidiendo luz, se
precipitó adentro, y temblando, se
postró a los pies de Pablo y de Silas;
30 y sacándolos, les dijo: Señores,
¿qué debo hacer para ser salvo?
31 Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
32 Y le hablaron la palabra del Señor a
él y a todos los que estaban en su
casa.
9. 33 Y él, tomándolos en aquella
misma hora de la noche, les
lavó las heridas; y en seguida
se bautizó él con todos los
suyos.
11. Lucas 9:29-36 (RVR1960)
29 Y entre tanto que oraba, la
apariencia de su rostro se hizo otra, y
su vestido blanco y resplandeciente.
30 Y he aquí dos varones que
hablaban con él, los cuales eran
Moisés y Elías;
31 quienes aparecieron rodeados de
gloria, y hablaban de su partida, que
iba Jesús a cumplir en Jerusalén.
12. 32 Y Pedro y los que estaban con él
estaban rendidos de sueño; mas
permaneciendo despiertos, vieron la
gloria de Jesús, y a los dos varones
que estaban con él.
33 Y sucedió que apartándose ellos de
él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno
es para nosotros que estemos aquí; y
hagamos tres enramadas, una para ti,
una para Moisés, y una para Elías; no
sabiendo lo que decía.
13. 34 Mientras él decía esto, vino una
nube que los cubrió; y tuvieron temor
al entrar en la nube.
35 Y vino una voz desde la nube, que
decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.
36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue
hallado solo; y ellos callaron, y por
aquellos días no dijeron nada a nadie
de lo que habían visto.
15. Éxodo 33:12-23 (NVI)
12 Moisés le dijo al SEÑOR:
—Tú insistes en que yo debo guiar a
este pueblo, pero no me has dicho a
quién enviarás conmigo. También me
has dicho que soy tu amigo[a] y que
cuento con tu favor. 13 Pues si realmente
es así, dime qué quieres que haga. Así
sabré que en verdad cuento con tu
favor. Ten presente que los israelitas
son tu pueblo.
16. 14 —Yo mismo iré contigo y te daré
descanso —respondió el SEÑOR.
15 —O vas con todos nosotros —replicó
Moisés—, o mejor no nos hagas salir de
aquí. 16 Si no vienes con nosotros,
¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo,
que contamos con tu favor? ¿En qué
seríamos diferentes de los demás
pueblos de la tierra?
17 —Está bien, haré lo que me pides —le
dijo el SEÑOR a Moisés—, pues cuentas
con mi favor y te considero mi amigo.[b]
17. 18 —Déjame verte en todo tu esplendor
—insistió Moisés.
19 Y el SEÑOR le respondió:
—Voy a darte pruebas de mi bondad, y
te daré a conocer mi *nombre. Y verás
que tengo clemencia de quien quiero
tenerla, y soy compasivo con quien
quiero serlo. 20 Pero debo aclararte que
no podrás ver mi rostro, porque nadie
puede verme y seguir con vida.
18. 21 »Cerca de mí hay un lugar sobre una
*roca —añadió el SEÑOR—. Puedes
quedarte allí. 22 Cuando yo pase en
todo mi esplendor, te pondré en una
hendidura de la roca y te cubriré con mi
mano, hasta que haya
pasado. 23 Luego, retiraré la mano y
podrás verme la espalda. Pero mi
rostro no lo verás.