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Los cristales azules
1. LOS CRISTALES AZULES
Había una vez, en un pueblo apartado entre las montañas y un lago, una niña
muy especial; y era especial porque no era ni tan alta ni tan baja, no era flaca,
pero tampoco era gorda, no era extrovertida no muy reservada. El ser así, tan
promedio, hace de una persona alguien especial. Sin embargo, si tenía esta
muchacha en a característica muy particular: era parte del grupo de niños de la
escuela.
El resto de los muchachos la marginaba, no la sentían parte de ellos que si
eran normales y esto, a ella no le importaba: simplemente se había
acostumbrado a que las cosas no sean así y disfrutaba de su soledad.
Un día llego a la escuela del pueblo un muchacho nuevo, que no vivía en la
villa; era del campo pero llegaba todas las mañanas temprano a estudiar y
luego regresaba a su casa por el camino que salía del pueblito o villa.
Desde el primer día en que llegó el muchacho, esa se dio cuenta de que había
algo especial en él y lo confirmo cuando lo vio por primera vez; se acercó a
ella, tomo su mano y puso dentro en pequeño grupo de cristales azules, al
tiempo que le decía “guárdalos”. Y eso hacia sin ella entender muy bien de que
se trataba. Tan solo cuando no había nadie cerca, los sacaba de un cofrecito
en que los guardaba y se quedaba admirada de lo vivo y brillante de los
colores, mientras recordaba los momentos en que ese maravilloso muchacho
se los había entregado.
Y el tiempo hizo que sabe hacer, pasar sin que nos demos cuenta y a la vez
unió mas a estos dos que en cada encuentro compartían más sus alegrías,
tristezas, sus rabias, sus ilusiones y todo lo que los adolescentes tenían para
compartir cuando se sienten encontrados o enamorados de otra persona.
Eso sí, siempre al llegar, o al momento de terminar la conversación, él tomaba
su mano, la observabapor un momento y luego colocaba dentro un grupo de
cristales azules y ella los seguía guardando.
Llegó un día en que ella quiso saber más de su misterioso amigo y decidió
seguirlo fuera de la villa, dentro del bosque para ver donde vivía.
2. Así lo hizo y luego de despedirse y de recibir los cristales fingiósalir rumbo a su
casa. Entonces día la vuelta y corrió, corrió tras el sin que él la viera. Pero la
distancia entre ellos era ya muy grande. Ella lo veía a lo lejos y trato de
alcanzarlo en el escarpado del camino que subía a montaña junto al pueblo y
junto al lago. Pero no pudo, sus pasos se le impidieron y lo perdió esta vez, y
las otras veces que intento seguirlo, siempre por el camino que subía a la
montaña.
Con el tiempo, ella dejó de intentar seguirlo y comenzó disfrutar de su nuevo
estado de ánimo.
Se sentía as segura de sí mismo y por ello quería hacer más cosas, salir más,
disfrutar más de la vida de un solo golpe. Sus zapatos empezaron a pelarse en
ese pueblo pequeño y un día, al recibir los cristales azules, miro a su
muchacho y le dijo:
“Estoy harta de tus cristales azules, siempre me das lo mismo, ¿Por qué no
puedes variar un poco, porque no hacemos otras cosas como los demás del
pueblo, ir a las fiestas, porque no me compras una peineta o un vestido nuevo,
o quizás podríamos ir a la ciudad y pasear en automóvil? Estoy harta de tus
cristales azules”.
Entonces el la tomo de la mano, miro nuevamente su palma, y mirándola a los
ojos, hablo así:
“Yo sé que me has estado siguiendo algunos días tratando de saber en qué
lugar vivo; has querido saber más de mí; con todo ese esfuerzo, lo único que
tenías que hacer, era preguntar. No te frustres por no saber todo de mí; poco a
poco iremos descubriendo las cosas del mundo y las nuestras juntos. Lo más
importante es que sepas que cuando miro tu palma no es para ver tu destino
sino el nuestro. Nunca olvides que solo subo a la montaña cuando
compartimos nuestras cosas y me dejas la sensación de querer ser mejor… y
es que yo me jure a mí mismo que el díaen que conociera una mujer como tú,
le iba a bajar el cielo a pedacitos”.
Y desde ese día la muchacha entendió que, el muchacho la amaba y confió
ciegamente en el muchacho, con el tiempo el muchacho llego a su amada a su
3. hogar, en esa relación primo el amor, fue tan conocida la chica en la villa que
todos tuvieron envidia de los enamorados, con los cristales q se juntaron en
todo ese tiempo llegaron a comprarse su casita y su carro, se compraron
muchas zapatos y ropa para los dos, y fueron los más adinerados de la villa,
así también ayudaron a todos los habitantes de ese pueblo que menos tenia,
fueron tan humildes q teniendo todo fueron muy queridos y amados por todos,
y así esta pareja se unió mas con el tiempo y vivieron muy felices para siempre.