El documento describe la pieza sinfónica "El Moldava" compuesta por Bedrich Smetana para representar el curso del río Moldava a través de la República Checa. Smetana usó diferentes instrumentos de la orquesta para describir el fluir del río desde sus fuentes de montaña hasta su desembocadura en el río Elba. La pieza también representa escenas a lo largo del río como una boda campesina y ninfas bañándose en sus aguas. Smetana fue un compositor checo que buscó expresar el espírit
SESION DE PERSONAL SOCIAL. La convivencia en familia 22-04-24 -.doc
Smetana moldava
1. BEDRICH SMETANA. EL MOLDAVA
El músico Bedrich Smetana compuso una serie de poemas sinfónicos
para describirnos distintos paisajes de su país, la República Checa. Todos
estos poemas sinfónicos se llamaron “Mi Patria”. Hemos elegido el poema
sinfónico que nos habla del río Moldava, por su gran belleza y la historia que
nos cuenta.
“El Moldava” nos narra el curso de este magnífico río: cómo nace gota a
gota en las altas montañas de la República Checa y cómo va creciendo poco a
poco a medida que los riachuelos se unen por las montañas. En su camino,
atraviesa diversos paisajes y comparte con los hombres su vida cotidiana;
escenas de caza, una boda campesina donde se está bailando una danza,
incluso la magia de la noche con sus ninfas bañándose en sus aguas. El río va
creciendo poco a poco hasta convertirse en el acaudalado río que atraviesa la
grandiosa ciudad de Praga, para fundirse más adelante en el río Elba y así
acompañar sus aguas hasta el mar.
El Moldava y la música.Nada más comenzar la música, apreciamos como los
diferentes instrumentos de la orquesta asumen su papel. La importancia del
timbre de cada uno de ellos les coloca en la escena, poco a poco se unen para
formar un todo. Como veremos muy detalladamente en el taller; conociendo
los instrumentos al detalle y representando, de diversas formas, las distintas
escenas.
La pieza comienza con melodías en las flautas (que imitan el fluir de las aguas
de los manantiales) que a continuación dialogan con el pizzicato de las
cuerdas (que podría representar las gotas de agua chocando en las rocas). A
ellos se unirán los clarinetes y es entonces cuando el río comienza a crecer.
Los riachuelos unidos ya han formado un magnífico río, violines y vientos
maderas describen su curso, haciendo sonar la melodía principal de esta
maravillosa pieza. Melodía que mejor se reconoce y que siempre resurge
cuando, de nuevo, las aguas del Moldava protagonizan la pieza musical.
Tras la primera aparición de la melodía del Moldava se oyen las trompas en
sus orillas. Una escena de caza acompaña el curso del río.
Irrumpe alegremente una danza campesina. ¡¡Una boda en las orillas!! Los
novios se miran en el río mientras los invitados bailan alegres.
2. Llega la noche y con ella la mágica luz de la luna, las flautas, violines, las
arpas representan a unas ninfas bañándose en sus aguas.
El Moldava pasará por una zona de rápidos y una cascada, la tensión de las
aguas se escucha con la gran intensidad que alcanza la orquesta.
De vuelta al llano y cada vez más caudaloso y majestuoso, el río se aproxima a
Praga y oímos triunfal su melodía.
Finaliza este poema cuando las aguas del Moldava suavemente se funden con
las del río Elba, y juntas en una sola corriente, llegarán al mar.
Un poco más sobre el compositor.
Bedrich Smetana nació en la actual República Checa en 1824 y falleció
allí, en su capital Praga, en 1884. Nació en una época muy especial para la
música, en la que los sentimientos y la importancia de transmitir emociones,
era muy importante. El Romanticismo. El Romanticismo coincide con el
resurgimiento nacional en las tierras checas. Es decir, los artistas querían
mostrar en sus composiciones musicales, sus cuadros y su literatura, lo bonitos
y especiales que eran sus países: sus paisajes, su gente, sus costumbres. Es lo
que llamamos Nacionalismo.
Smetana fue compositor y director de orquesta. Aunque históricamente
los territorios que conforman Bohemia han dado grandes nombres a la música,
Smetana fue el primero que supo expresar en sus obras el espíritu, la esencia
y los anhelos de su patria. En este sentido, debe ser considerado como al
padre de la escuela musical nacionalista checa, cuya impronta sería decisiva
en los autores que lo siguieron, entre ellos Dvorak y Janacek.
Su padre era un cervecero muy amante de la música, las aptitudes
musicales se manifestaron a tan temprana edad en el pequeño Smetana, que
a los seis años hizo su primera aparición en público como pianista y a los ocho
escribió sus primeras piezas. Deseoso de triunfar como concertista, en 1843 el
músico se trasladó a Praga con el fin de mejorar su técnica. Smetana no sólo
se convirtió en el fundador y líder de la escuela nacionalista bohemia, sino
que consiguió el anhelado cargo de director del Teatro Nacional, en el que
permaneció hasta que en 1874 una sordera provocada por una enfermedad le
obligó a dejar su soñado trabajo.
Pese a las dificultades, entre 1874 y 1879 vieron la luz los seis poemas
sinfónicos que integran su obra maestra orquestal, el ciclo Mi patria. De esta
época data también una de sus partituras más sentidas y originales, el
Cuarteto de cuerda núm. 1, «De mi vida» (1876). Perdida la razón a
consecuencia de la enfermedad, Smetana pasó los últimos años de su
existencia recluido en un hospital psiquiátrico de Praga.
El Moldava (Vltava) de 1874 es el segundo de los poemas sinfónicos que
componen el ciclo Mi patria (Ma Vlast) y fue finalizado sólo 20 días después
del primero, Vysehrad. La obra se estrenó el 4 de abril de 1875 en Praga.