1. Cambie su actitud
La actitud es la forma de
actuar de una persona, el
comportamiento que
emplea un individuo para
hacer las labores.
2. Suba, suba, y vuele lejos.
La mayoría de las personas están muy cerca de llegar a
ser lo que Dios quiere que sean.
John Maxwell
3. Uno de los mas grandes descubrimientos que hacemos, una de nuestras
mas grandes sorpresas ,es encontrar lo que temíamos que no
podríamos. Los barrotes de la cárcel contra los que nos golpeamos
están dentro de nosotros; nosotros los ponemos y nosotros los
quitamos.
Las buenas son que comenzando hoy mismo podemos salir de la prisión
de las malas actitudes y ser libres para gozar una vida útil.
Esta afirmación incluye algunas noticias
buenas y otras malas. Las malas son que
llevamos muchos problemas dentro de
nosotros mismos.
4. ESTA SECION TIENE COMO OBJETIVO
ESTABLECER UN PROCESO CLARO PARA
AYUDARLE A SUPERAR SU PROBLEMA DE
ACTIUD.
5. Para logras una buena actitud podemos entender ciertas cosas :
El proceso requiere mucha dedicación y trabajo para ser
efectivo.
El proceso de cambio nunca es completos.
Todas las escusas por las actitudes equivocadas deben
eliminarse inmediatamente encare el cambio con la
sinceridad y honestidad.
Busque a un amigo ante el que le pueda reportar su cambio
de actitud.
Recuerde ,mientras lea esta diapositiva puede ir cambiando
cualquier actitud con la que no este descuerdo.
6. Proverbios 23:7
«Porque cual es su pensamiento en su
corazón, tal es él.»
Testimonio
"Mi conversión a Cristo fue el punto crucial para mí. Cambié de una
persona con una actitud negativa a otra con mente positiva. La gente me
ve como una persona muy positiva ahora, pero no me hubieran
reconocido once años atrás. Mis actitudes han pasado por un proceso
sanador, modelador y transformador.
Antes de ser cristiano, mi actitud fue moldeada por el mundo que me
rodeaba. Mi pensamiento se conformó a los valores del mundo. Fui
criado en un hogar destrozado y estaba saturado con la actitud de que la
vida no era otra cosa sino una lucha constante para sobrevivir. Tenía una
autoimagen negativa porque la gente significativa de mi vida (mi familia,
mis compañeros, etc.) tenían autoimágenes negativas. La crítica y el
pensamiento negativo moldeaban mi manera de vivir porque esas eran
las actitudes de la gente que me rodeaba. Los obstáculos y los problemas
nunca fueron vistos como oportunidades para el crecimiento. Los
problemas eran maldiciones con las que se vivía y no bendiciones ocultas.
7. Sentí que la vida me había tratado mal. Estaba convencido de que
tenía el peor lado en todo. Estaba centrado en mí mismo y buscaba
solamente lo mío. Quería ver sólo lo que podía obtener de la vida.
Viviendo esta vida negativa no encontraba realización. La vida
misma carecía de significado; siempre había una nube negra
cerniéndose sobre ella.
La gente con la que me reunía, la literatura que leía, la música que
escuchaba y mi falta de conocimiento de Dios, formaban mis
actitudes de una manera nada positiva.
Cristo vino a mi vida en el momento preciso. Cuando estaba más
desalentado que nunca, Él me hizo una nueva criatura. Me di cuenta
que «Cristo en mí» significaba una transformación de mi mente. No
llegué a ser una persona superpositiva de la noche a la mañana,
pero de inmediato comencé a ver la vida de diferente manera.
8. Su Palabra dentro de mí, no el mundo alrededor mío, influyó en mi
actitud. Tome la decisión gustosa de vivir por la Palabra de Dios.
Tuve una batalla con los pensamientos negativos recurrentes, pero
deseé de todo corazón ser diferente. Quise ser una persona positiva.
Quise tener la mente de Cristo.
A medida que aprendía más de Cristo, sometido a su voluntad y
siguiendo su dirección, mi amargura hacia la vida desapareció. La
vida llegó a ser una bendición, no una carga. Estaba llena de
oportunidades, no de obstáculos.
Me propuse ponerme en contacto con personas positivas, leí libros
sobre el pensamiento positivo, escuché a gente positiva, me asocié
con grupos positivos. Por favor, comprendan que estos cambios no
fueron siempre fáciles. Tuve que batallar contra la vieja manera de
pensar, muchas veces, pero la gracia de Dios fue el factor clave para
transformar mi actitud."
9. creé que Dios puede ayudar a cualquiera a cambiar su actitud. Él
cambió la mía hacia la vida, dándome una positiva, edificante,
centrada en los demás, dirigida por Cristo. Creo que los factores
principales en la transformación de mi actitud fueron la fe en Dios, el
deseo de cambiar, la voluntad para hacer lo que necesitaba para ser
diferente (asociarme con diferentes personas, etc.) y una fuerte
resolución de ser positivo cada día.
Acostumbraba creer que las circunstancias determinaban mi actitud.
Pero ahora sé que la decisión, no las circunstancias, determinan cómo
pienso. Cualquiera puede llegar a ser una persona positiva, si quiere
serlo. Dios ayudará a todos los que deseen ser diferentes.
El proceso por el que he pasado ha sido emocionante. Todavía estoy
en él. Dios es fiel. Él terminará la obra que ha comenzado. No
tenemos que permanecer negativos. Podemos ser positivos, si
queremos someternos al proceso de cambio.
10. ¿Que actitud puedo tomar yo para cambiar mi vida ?
¿Que voy hacer ahora?
¿Que quiero que los demás vean en mi ?
¿Qué quiero transmitir de ahora en adelante?
Las únicas barreras que sujetan a nuestras actitudes
son las que colocamos sobre ellas. Las actitudes,
como la fe, la esperanza, y el amor, pueden pasar por
encima de cualquier obstáculo.
11. Las únicas barreras que sujetan a nuestras actitudes son las que
colocamos sobre ellas. Las actitudes, como la fe, la esperanza, y el
amor, pueden pasar por encima de cualquier obstáculo.
12. Entendiendo todo esto
¡Yo lo invito a tomar un cambio de actitud !
«Usted puede saber cuándo está en el camino del éxito. va cuesta
arriba todo el tiempo». Tomará tiempo llegar a nuevas alturas. Sea
paciente, sabiendo que cualquier cosa que valga la pena está
obrando a su favor. Aunque el cambio en sí mismo no es progreso,
es el precio que pagamos por el progreso.