El documento presenta una serie de figuras religiosas católicas de Lyon y la región circundante entre los siglos XVIII y XX, incluyendo a Luis Querbes, fundador de la Sociedad de San Viator. Se describe brevemente la vida y obras de Juan Claudio Colin, Marcelino Champagnat, Juana María Cliavoin, Andrés Coindre, Claudine Thévenet y otros que contribuyeron a la Iglesia en esa época. También se mencionan figuras contemporáneas como Juan María Vianney y Benoît Coste.
1. Q U E R B E S Y S U S C O E T A N E O S
La ciudad de Lyon y la región que la rodea
fueron durante siglos un ardiente hogar de
cristiandad y un venero de personalidades
con incomparables cualidades de corazón y de
espíritu. Nuestra intención es tratar aunque
solo sea de una parte de esta potente élite.
Queremos situarnos con Luis Querbes,
nuestro fundador, entre 1793 y 1859. Nació
en Lyon en el momento en que la Revolución
francesa (1789-1799 ) llegaba a su paroxismo:
violencias, denuncias, exilios, ejecuciones,
guerras, etc. En medio de ese baño de fuego y
sangre van a revelarse corazones rectos, almas
p. Luis Querbes, por Roger Piamondon, csv. generosas, vidas heroicas entregadas a Cristo
y a su Iglesia. Efectuaremos un esbozo de la
imagen de algunas de aquellas personalidades surgidas del terruño lionés y
que han marcado la Historia.
Empecemos con el P. J u a n Claudio Colin (1790-1875). Primero se
compromete con otros seminaristas a fundar una Sociedad de María que
englobaba sacerdotes misioneros, hermanos y hermanas. Más tarde, los PP.
Maristas fueron aprobados por Roma. Durante sus 18 años de generalato,
envió una centena de religiosos a Oceanía. Pío X le declaró "Venerable".
El P. Marcelino Champagnat (1789-1840), colega suyo, fundó una
congregación de hermanos dedicados a la enseñanza, los H H . Maristas,
para los niños de zonas rurales. Esta congregación se desarrolló en Francia
y en el mundo. Beatificado en 1955, Champagnat ha sido canonizado en
1999.
Queda la rama femenina del proyecto. Juana María Cliavoin (1786-
1858), una joven formada por los sulpicianos, acepta el desafío: funda las
Hermanas Maristas que llegarán a ser una Congregación de vida activa.
En la misma línea, el sacerdote Andrés Coindre (1787-1826),
condiscípulo de Colin y de Champagnat, animado por un mismo espíritu
misionero, funda los Hermanos del Sagrado Corazón. Las reglas de su
comunidad se inspiran en San Agustín y en San Ignacio. Mientras que los
hermanos ofrecen una educación a los muchachos, Coindre encuentra una
colaboradora para ayudar a las muchachas, Claudine Thévenet (1774-
1837), fundadora de la Congregación de Jesús y María. Nacida en una
2. C O R R E O Q U E R B E S N° 9
familia burguesa, fue probada duramente: dos
de sus hermanos fueron arrestados y ejecutados
delante de sus ojos. Con el sacerdote Coindre,
creará un centro profesional para muchachas.
Fue canonizada en 1993 por Juan Pablo I I .
Algunos laicos pusieron también su piedra,
entre ellos Guido María Deplace (1772-1843),
cristiano comprometido, educador erudito.
A petición del señor cura Besson, párroco
de San Nicecio, llegará a ser preceptor de
Rabut, Steyert y Querbes. Incluso después
de la ordenación del P. Querbes, continuará
prodigándole sus consejos por correspondencia
y recordándole el ideal del sacerdocio. Guido
María Deplace desempeñó un papel muy importante en la formación de
quien llegaría a ser nuestro fundador.
Luis Querbes acabados sus estudios, fue ordenado sacerdote en 1816
y nombrado coadjutor en su parroquia natal, San Nicecio. En 1822 fue
nombrado párroco de Vourles para el resto de su vida. Viendo el estado de
abandono y de miseria de las parroquias rurales, fundó la Sociedad de San
Viator, constituida por sacerdotes, hermanos y laicos. Aprobada por Roma,
la congregación se extendió en Francia. Debido a su espíritu misionero,
Querbes envió religiosos a San Luis de Missouri y a Sirdhanah (India), pero
sin futuro. Más tarde, con Monseñor Bourget, los Clérigos de San Viator se
establecieron en FIndustrie (Canadá). Allí, el árbol echó raíces y dio mucho
fruto.
Alabado seas, Señor, por las maravillas cumplidas por estos testigos
animados por el Espíritu Santo.
Juan Luis Bourdon, csv
L Y O N E S E S D E L S I G L O X X
No solo ha existido el s. X I X . E l terreno católico ha sido igualmente fértil
en Lyón del siglo X X . Nombres como Enrique de Lubac, José Folliet, el
cardenal Villot, Francisco Varillon no son desconocidos en el mundo.
Alex C a r r e l (1873-1944). Este médico investigador había perdido la
fe, cuando fue testigo de una curación en Lourdes en 1903. Publicó sus
observaciones sobre el fenómeno al que quiso despojar de toda alusión
metafísica, elección que no agradó a varios colegas tanto católicos como
no creyentes. Depuesto en la Universidad de Lyon, prosiguió su carrera en
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3. N ° 9 C O R R E O Q U E R B E S
El '"Berceau", por Jacques Houle. csv.
los Estados Unidos en donde mereció
el Premio Nobel de medicina en 1912
Durante sus vacaciones volvió a Francia
y frecuentó Lourdes. Publicó en 1935
" E l hombre, ese desconocido" un
"best-seller". Las reflexiones de aquel
tiempo no fueron ajenas a su vuelta a
la fe. Poco antes de morir, publicó un
opúsculo sobre la oración y su viuda
editó más tarde sus notas de 1903,
tituladas " E l viaje de Lourdes"
Eduardo Séguin, csv.
O T R O S C O N T E M P O R A N E O S
J u a n María Vianney (párroco de Ars, 1786-1859), nació en una familia
de labradores. Catequizado clandestinamente, hizo su primera Comunión
a los 14 años. En el seminario Mayor, tuvo como condiscípulos a Colin,
Champagnat y Querbes. Tuvo grandes dificultades con el latín y la teología.
Ordenado sacerdote en 1815, fue nombrado coadjutor en Ecully por tres
años, y a continuación, trabajó pastoralmente en Ars durante el resto de
su vida. Una vida consagrada al anuncio de la palabra, al ministerio de la
reconciliación, a la oración y a la penitencia. En 1929, el papa Pío X I le
declaró santo patrono de todos los párrocos del mundo.
Benoít Coste (1781-1845). Desde su
juventud fue duramente marcado por la
represión que tuvo que sufrir: su abuelo materno
y su tío paterno fueron arrestados y ejecutados;
su padre fue detenido y condenado al cadalso,
pero se pudo evadir y pasó al exilio. Benito
prosiguió sus estudios con preceptores. El joven
era piadoso y se confió a su guía espiritual, el
sacerdote Linsoles. Fue cofundador de la obra
de la propagación de la Fe para laicos. Formó
parte del comité de rectores temporales para
sostener la obra de San Viator, presidido por
el sacerdote M . Cholleton, vicario general, a
petición de Monseñor de Pins.
Desgraciadamente, una sobrecarga de trabajo
aliada con un exceso de confianza, y la añadidura
de un cataclismo, llevó al hombre de negocios a
la quiebra, lo que le forzó a exiliarse, primero S a n P o t i n y r S a n !r™eo' ™dnera>
1 1 1 por Lucien Bégule
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4. C O R R E O Q U E R B E S N ° 9
en Suiza y luego en Londres. Acabó sus días en Montréal dos años antes de
la llegada de nuestros fundadores a Canadá.
Paulina Jaricot (1799-1843). A los 17 años, escuchó un sermón del
sacerdote Wurtz y se convirtió. Cristiana comprometida, vivió modestamente,
visitó a los pobres y se interesó por las misiones lejanas y por la conversión
de los infieles. Desempeñó un papel preponderante en el apoyo a las
misiones y a la Propagación de la Fe. Creó obras de ayuda a los obreros y
puso su fortuna al servicio de los pobres. Gozó de la confianza del Cura de
Ars. E l P. Querbes la tuvo ocasionalmente como feligresa. En 1963, Juan
X X I I I la declaró "Venerable".
Juan Luis Bourdon, c.s.v.
U N D E B E R D E R E S E R V A
A l fundar su Sociedad de educadores
para contrarrestar el designio de los
impíos que querían una escuela a su
medida, el P. Querbes está convencido
de que el papel del maestro es un
servicio público, que implica, por ello
mismo, una obligación muy especial.
Sus directrices a los hermanos, como
podemos leerlas, son claras: "Tratad
de evitar cualquier palabra de desprecio
contra el país en el que os encontréis; es
algo que suele suceder y no se perdona
fácilmente. Se os preguntará de dónde
sois, quienes sois, y si tenéis razón como Bajo el soph del Espíritu,
para hacer lo delicado y lo suficiente. Más porMoreau-Gaudry
de uno os dirá que no y se os despreciará
con saña. La gente que os ha llamado, que os ofrece su casa, que os conflan
lo que tienen de más preciado, sus hijos, y que algunas veces os conflan sus
intereses y sus penas, merecen todo vuestro respeto".
Bruno Hébert, c.s.v.
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Editado por la Provincia de los C.S.V. de Canadá - Traducido en la Comunidad viatoriana de España
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