2. Permíteme sugerirte que hagas una experiencia contigo mismo, para tu beneficio y el de aquellos que te rodean.
3. Se trata simplemente de que te decidas a pensar y actuar de esta manera, diciéndote: “ Hoy seré feliz. Expulsaré de mi mente todo pensamiento triste. Intentaré sentirme alegre. No me quejaré de nada. Agradeceré a Dios la existencia y la voluntad que me regala.
4. Trataré de ordenar mi vida. Aceptaré el mundo tal como es y procuraré encajar en él lo mejor que pueda. Cuando suceda algo que me desagrade, no me mortificaré ni me lamentaré; más bien, tendré en cuenta la posibilidad de ser feliz. Hoy quiero ser dueño de mis emociones y de mis impulsos, pues para tener éxito, debo superarme día a día y aprender a tener control sobre mí mismo.
5. Hoy trabajaré alegremente, con entusiasmo; haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré también que soy capaz de realizarlo con amor. Resaltaré mis logros, sean grandes o pequeños, y no permitiré que mis fracasos o frustraciones me impidan seguir creciendo.
6. Seré agradable. No criticaré a nadie. Pasaré por alto los defectos de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes. No envidiaré nada. Tendré presente que muchos no tienen lo que yo tengo, que el triunfo pertenece a los que luchan y que el futuro será el resultado de mi actuación del presente.
7. Hoy no guardaré rencor hacia nadie y practicaré el perdón. Marcharé hacia un horizonte de bienestar y paz interior por el camino que conduce hacia mi propia conquista.” Y tal vez ese hoy se convierta en todos los días de tu vida…