2. En Naucratis, ciudad de Egipto, vivía un mercader griego muy
rico. Su nombre era Caracos.
Un día, caminando por el mercado, vio mucha gente reunida
alrededor del lugar donde subastaban esclavos. Todos
miraban a una hermosa niña, de piel blanca y mejillas
rosa, exhibida para ser vendida.
Caracos no había visto nunca a alguien tan adorable y decidió
comprarla.
3. La niña se llamaba Rhodopis.
Había sido secuestrada por unos piratas en su hogar, al norte
de Grecia.
Caracos escuchó su historia y se compadeció profundamente.
4. Él le regaló una hermosa casa donde vivir, con un jardín en su
interior y esclavas para que la atendieran.
También le regaló joyas, ropas hermosas y la malcriaba, como
si ella hubiese sido su propia hija.
5. Un día algo muy extraño le sucedió a Rhodopis cuando se
bañaba en su piscina.
Sus esclavas sostenían sus ropas, guardaban su joyería y, en
particular, sus zapatillas de color rojo, de las cuales ella estaba
particularmente orgullosa.
Repentinamente un águila apareció
planeando en el cielo, voló bajo y se
dirigió a atacar al pequeño grupo reunido
alrededor de la piscina.
Las esclavas dejaron caer todo lo que
sostenían y corrieron a protegerse entre
los árboles y las flores del jardín.
6. Pero el águila no atacó a nadie, sólo cogió una de las zapatillas
rojas.
Luego se elevó en el cielo con sus grandes alas y, aún llevando
la zapatilla, voló lejos hacia el sur sobre el valle del Nilo.
Rhodopis lloró por la pérdida de su zapatilla roja, estando ya
segura de que nunca más la vería, y sintiéndose triste por
haber perdido una de las cosas más hermosas que Caracos le
había regalado.
7. Sin embargo, el águila había sido enviada por el dios Horus.
El águila voló a través del Nilo
hasta Menfis y entonces planeó
hacia el palacio ubicado allí.
Una vez en la corte el águila voló
muy bajo y soltó la zapatilla roja en
las rodillas del faraón Amasis.
8. Amasis tomó la pequeña zapatilla roja y comenzó a admirar la
delicada artesanía y el pequeño tamaño que tenía. Presintió
que la niña cuyo pie cabía en esa zapatilla era una de las más
hermosas del mundo.
9. “Decid a mis mensajeros que vayan por todo Egipto con esta
zapatilla roja que Horus me trajo. Buscad a aquella cuyo pie
quepa en esta zapatilla porque ella será mi prometida”.
10. Así que los mensajeros partieron de Menfis y recorrieron todo
el territorio hasta que llegaron a Naucratis.
Allí encontraron a Rhodopis. Cuando le enseñaron la
zapatilla roja gritó sorprendida que esa era su zapatilla. Les
mostró su pie, para que viesen lo bien que la quedaba, y le
pidió a una de sus esclavas que trajera la otra zapatilla.
Los mensajeros supieron que esa era la niña que estaban
buscando.
11. “El buen dios faraón Amasis ofrece que
vayas con toda rapidez a su palacio de
Menfis. Allí serás tratada con honor y te
dará un alto puesto en la casa real de las
mujeres”, le dijeron los mensajeros.
Rhodopis aceptó.
Cuando Amasis vio aquella belleza
estuvo seguro de que los dioses la habían
enviado para él, así que la hizo no solo su
reina sino también señora real de Egipto.
Amasis y Rhodopis vivieron felizmente
juntos por el resto de sus vidas.