Este documento discute las competencias clave de los directivos del sector público. Identifica 5 pilares fundamentales para un buen liderazgo: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina. Explica que la sabiduría se adquiere a través de la experiencia y las relaciones interpersonales. También destaca la importancia de la sinceridad, la honestidad y la transparencia para los líderes. Finalmente, resalta que un líder disciplinado es esencial para lograr una organización ordenada y eficiente.
Capítulo 7 las competencias de los directivos publico
1. Capítulo 7 Las competencias de los directivos publico
En este capítulo existen muchos manuales sobre competencias directivas aunque muy poco texto
que reflexionen sobre el desarrollo de la misma en el marco de las especificidades del sector
público y las políticas desgarrador propone un conjunto de directrices y consejos prácticos para
formular una serie de atributos vinculados al liderazgo sin menor preocupación por su moralidad.
El arte de la guerra enuncia las cualidades que debe tener un mando, a saber sabiduría, sinceridad,
benevolencia, coraje y disciplina estos 5 pilares son los que permiten identificar a un buen líder, a
un buen directivo público para poder afrontar con garantía la “guerra” de la innovación, la mejora
institucional y de la políticas públicas. Si no hay experiencia previa no puede haber un líder que
atesore sabiduría. Cuando uno ocupa un cargo, sea el que sea, se va preparado de forma natural
para ocupar un cargo superior ya que durante un tiempo conviene con este y está bajo su mando,
lo cual le permite detectar las dificultades, habilidades y competencias vinculadas a este cargo
superior así se aprende a adaptarse a diferente entornos organizativos, a socializarse con distintas
reglas d juego institucionales, a desarrollar diferentes habilidades y competencias profesionales.
Además, la sabiduría se adquiere también en el plano personal participando en redes de relación
con familiares y amigos aprender a manejar bien en el ámbito familiar y social.
Ocupar un puesto de directivo publico implica tener unas grandes habilidades relacionarles ya que
sea estable u buen número de lazos similares a los familiares o sociales. Un directivo público se
relaciona con su superior con lazos muy parecidos a los que se establecen con un progenito r o
mentor, con un hermano mayor e incluso con un amigo.
Sinceridad: La sinceridad o la honestidad es una calidad humana que consiste en comprometerse y
expresar con coherencia y autenticidad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia se trata de
vivir seguro.
Un buen líder es aquel que suele ser siempre sincero explicitando de forma transparencia sus
objetivos, deseos y método logia del trabajo sincero con sus superiores iguales e inferiores en todo
caso para que un líder se pueda permitir el lujo (es un lujo) se ser sincero debe poseer los
atributos.
En la sociedad del conocimiento el líder debe asumir el rol de seductor para poder lograr el
máximo provecho de las potencialidades de sus recursos humanos. Solo un buen clima
organizativo logra optimizar al máximo los recursos y conocimientos y, en cambio, un mal clima
hace que los profesionales se encierren e sus corazas y dirán el mínimo y opten por ser cicateros a
la hora de aportar sus conocimientos y experiencias.
Disciplina: es la instrucción sistemáticas dada a discípulos es la instrucción sistemáticas dad a
discípulos para capacitarlos como estudiantes en un oficio o comercio o para seguir un
determinado código de conducta u orden. El líder disciplinado suele disfrutar de organizaciones en
las que impera la disciplina y en cambio, el líder indisciplinado suele sufrir organizaciones.
2. Un directivo disciplinado es aquel que llega el primero en el trabajo y se retira el ultimo, es el que
siempre lleva su trabajo y sus deberes al día, es el que mantiene en la agenda todo sus actividades
clave (reuniones, entrevistadas, despachos o intervenciones públicas) y solo altera en situaciones
muy excepcionales.
Es cumplir sus promesas y vivir con integridad y no con astucia, sin embargo, la experiencia nos
enseña que en nuestro tiempo no han realizado grandes cosas sino aquellos príncipes que han
hecho poco caso de sus promesas y han sabido engañar con astucia a los demás hombres.