El documento discute la diferencia entre una buena lubricación y buenos lubricantes. Explica que la excelencia en lubricación requiere educación y experiencia, pero que muchas empresas carecen de conocimiento sobre lubricación y toman malas decisiones como resultado. También señala que comprar buenos lubricantes solo requiere dinero, mientras que lograr una buena lubricación implica vigilancia constante, mejora continua y medición para tomar decisiones basadas en riesgos.