Este documento argumenta que el único fracaso es no intentarlo. Relata cómo los primeros discípulos de Jesús dejaron todo para seguirlo a pesar de que era un desconocido y que no sabían a dónde los llevaría, arriesgándose a lo desconocido. También discute que no existe el fracaso o la derrota para aquellos que se atreven a intentarlo y luchar. El mayor obstáculo es uno mismo cuando no se decide a enfrentar la verdad y arriesgarse.