El documento resume las enseñanzas de Jesús sobre la Ley de Dios. Jesús no vino a abolir la Ley, sino a profundizar su significado y cumplirla plenamente. Amplió su alcance para incluir los pensamientos y deseos del corazón. Explicó que la obediencia debe ir acompañada del amor, y que la entrega total a Dios es esencial. La Ley permanece para siempre como norma de justicia, y por medio de la gracia de Dios es posible cumplirla.