Este documento analiza si la política económica plurinacional en Bolivia beneficia a las oligarquías nacionales e internacionales. El autor argumenta que la política económica favorece a varias oligarquías formales e informales como las petroleras transnacionales, las mineras, los bancos, los agricultores y contrabandistas al no aplicar estrictamente las regulaciones laborales, impositivas y ambientales. El autor concluye que la política económica actual mantiene el poder de estas oligarquías y que Bolivia está gobernada por sus intereses