El documento relata la resurrección de Cristo desde las perspectivas de sus seguidores. Narra que sus discípulos estaban llorando su muerte hasta que María Magdalena descubrió que su tumba estaba vacía. Pedro y otro discípulo corrieron a la tumba y también la encontraron vacía, dándose cuenta de que Jesús había resucitado como había prometido.
PARÁBOLA DEL SEMBRADOR: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
15-04-17
1. Sucedió al alba. Pero casi
nadie lo creía, casi ninguno
lo esperaba Y andaban
cavizbajos, llorosos y
fugitivos para volver cada
uno a sus andadas. ¿Será
posible -se preguntaban
destrozados-, que aquellos
labios hayan enmudecido
para siempre sus palabras?
¿Será posible que aquellas
manos hayan dejado ya de
bendecirnos desde que las
v i m o s a l a m u e r t e
clavadas? Y así estaban
unos y otros, de aquí para
allá, mientras lloraban sus
recuerdos haciendo sus
cábalas.
Pero alguien dio la alarma:
n o e s t á y a e n t r e l o s
muertos, su muerte ha sido
despertada, la tumba está
vacía y sólo hospeda su
nada. No sabían cómo, pero
allí en el sepulcro ya no
estaba. Y se pusieron
nerviosos, y corría como un
reguerillo el comentario de
la noticia más increíble, la
más inmerecida y más
inesperada. ¿Será verdad
que ha sucedido, que ha
resucitado de veras como
nos dijo?
Fue al alba. Sucedió al alba.
Y de pronto las lágrimas no
eran ya el llanto de la
pérdida maldita, sino la
emoción de un reencuentro
que bendecía. La noche
había pasado con sus
s o m b r a s , s e h a b í a
e n c e n d i d o l a l u z
amanecida. Los colores de
la vida que nacieron en los
labios creadores de Dios,
volvían a brillar con toda su
dicha.
La penúltima palabra que
correspondió a la proclama
del sinsentido, a la condena
del inocente, a la censura
de la verdad y al asesinato
de la vida, cedió inevitable
la palabra final a quien
como Palabra se hizo
hombre, se hizo hermano,
se hizo historia y se hizo
pascua rediviva.
H o y e n c e n d e m o s l o s
cristianos ese cirio cuya luz
nos acompaña en nuestros
vericuetos y nos perdona
nuestras cuitas. La luz que
nos habla del perdón, de la
gracia, del abrazo del
mismo Dios que en su
Iglesia nos bendice, nos
acoge y nos guía. Por eso
entonamos el canto de los
vencedores, el canto de la
verdadera alegría, la que no
es fruto de nuestro cálculo
o pretensión, a nuestras
nostalgias o insidias. Es un
canto dulce, apasionado,
con un brindis de triunfo
que no se hace triunfalista.
Porque Cristo ha vencido
con su resurrección bendita
su muerte y la nuestra, y ha
terminado la mentira la
diga quien la diga; y no
tiene hueco ya lo que nos
enfrenta por fuera y nos
rompe por dentro.
Fue al alba, sí, sucedió al
alba. Y desde entonces, a
p e s a r d e n u e s t r o s
c a n s a n c i o s , p e c a d o s ,
lentitudes y cobardías,
sabemos que Dios nos ha
abierto su casa, nos acoge,
nos redime y nos regala su
vida. Por eso cantamos un
aleluya mañanero, por eso
cantamos al alba nuestro
mejor albricias.
Jesús Sanz,
arzobispo de Oviedo
Año 13, nº 649 - 16 de abril de 2017
“Se han llevado del sepulcro al Señor”
EL PÚLPITO
PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA MEDALLA MILAGROSA
EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)
DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
Sucedió al alba PASCUA FLORIDA
Cristo es la flor que fue
cubierta de ;erra
en la encarnación,
injertada en un árbol
en la crucifixión,
que a los ojos del mundo
marchitó en el sepulcro
y dio fruto en la resurrección:
La bella flor que en el suelo
plantada se vio marchita
ya torna, ya resucita,
ya su olor inunda el cielo.
De :erra estuvo cubierto,
pero no fruc:ficó
del todo, hasta que quedó
en un árbol seco injerto.
Y, aunque a los ojos del suelo
se puso después marchita,
ya torna, ya resucita,
ya su olor inunda el cielo.
Toda es de flores la fiesta,
flores de finos olores,
más no se irá todo en flores,
porque flor de fruto es ésta.
Y, mientras su Iglesia grita
mendigando algún consuelo,
ya torna, ya resucita,
ya su olor inunda el cielo.
Que nadie se sienta muerto
cuando resucita Dios,
que, si el barco llega
al puerto,
llegamos junto con vos.
Hoy la cris:andad se quita
sus ves:duras de duelo.
Ya torna, ya resucita,
ya su olor inunda el cielo.
Juan de Salinas y Castro,
poeta español
PARA REFLEXIONAR:
“Nuestra resurrección, y la de nuestros seres queridos difuntos, no es, por lo tanto,
algo que podrá suceder o no, sino que es una certeza real en cuanto que se sustenta en
la resurrección de Cristo. La esperanza, por lo tanto, implica aprender a vivir en la
espera. Ello exige un corazón humilde, pobre”.
“Cuando una mujer se da cuenta de que está embarazada cada día aprende a vivir en
la espera de ver la mirada de ese niño que vendrá. También nosotros debemos vivir y
aprender de esta espera humana y vivir en la espera de mirar y encontrar al Señor.
Esto no es fácil, vivir en la espera, pero se aprende”.
Papa Francisco
2. PRIMERA LECTURA
(Hch 10, 34a.37-43)
“Pasó haciendo el bien
y curando a los oprimidos
por el diablo”
En aquellos días, Pedro tomó la
palabra y dijo: “Conocéis lo que
sucedió en el país de los judíos,
cuando Juan predicaba el bautismo,
aunque la cosa empezó en Galilea.
Me refiero a Jesús de Nazaret,
ungido por Dios con la fuerza del
Espíritu Santo, que pasó haciendo el
bien y curando a los oprimidos por el
diablo; porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de todo lo
que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo
mataron colgándolo de un madero.
Pero Dios lo resucitó al tercer día y
nos lo hizo ver, no ha todo el pueblo,
sino a los testigos que él había
designado: a nosotros, que hemos
comido y bebido con él después de su
resurrección. Nos encargó predicar
al pueblo, dando solemne testimonio
de que Dios lo ha nombrado juez de
vivos y muertos. El testimonio de los
profetas es unánime: que los que
creen en él reciben, por su nombre,
el perdón de los pecados”.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal 117, 1-2.16-17.22-23)
R: Este es el día en que actuó el
Señor: sea nuestra alegría y
nuestro gozo.
Dad gracias al Señor,
porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
Eterna es su misericordia. R.
La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir,
viviré para contar las hazañas
del Señor. R.
La piedra que desecharon
los arquitectos,
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R.
SEGUNDA LECTURA
(Col 3, 1-4)
“Buscad los bienes de allá arriba,
donde está Cristo”
Hermanos: Ya que habéis resucitado
con Cristo, buscad los bienes de allá
arriba, donde está Cristo, sentado a
la derecha de Dios; aspirad a los
bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y nuestra
vida está con Cristo escondida en
Dios. Cuando aparezca Cristo, vida
nuestra, entonces también vosotros
apareceréis, juntamente con él, en
gloria.
SANTO EVANGELIO
(Jn 20, 1-19)
“Salieron Pedro y el otro discípulo
camino del sepulcro”
El primer día de la semana, María
Magdalena fue al sepulcro al
amanecer, cuando aún estaba
oscuro, y vio la losa quitada del
sepulcro. Echó a correr y fue donde
estaba Simón Pedro y el otro
discípulo a quien quería Jesús, y le
dijo: “Se han llevado del sepulcro al
Señor y no sabemos dónde lo han
puesto”. Salieron Pedro y el otro
discípulo camino del sepulcro. Los
dos corrían juntos, pero el otro
discípulo corría más que Pedro; se
adelantó y llegó primero al sepulcro;
y, asomándose, vio las vendas en el
suelo; pero no entró. Llegó también
Simón Pedro detrás de él y entró en
el sepulcro. Vio las vendas en el
suelo y el sudario con que le habían
cubierto la cabeza, no por el suelo
con las vendas, sino enrollado en un
sitio aparte. Entonces entró también
el otro discípulo, el que había llegado
primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no había
entendido la Escritura: que él había
de resucitar de entre los muertos.
“Se han llevado del sepulcro al Señor”
Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. C/Federico García Lorca, s/n. Apdo. de correos, 164. 11.500 El Puerto de Santa María. Tlfno: 956 85 65 61.
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Tiempo de oración
Lecturas de la próxima semana
(3ª semana del salterio)
Lunes 17: San Elías
Hch 2, 14.22-33; Sal 15, 1-2.5-11; Mt 28, 8-15
Martes 18: San Eusebio
Hch 2, 36-41; Sal 32, 4-5.18-22; Jn 20, 11-18
Miércoles 19: San León
Hch 3, 1-10; Sal 104, 1-9; Lc 24, 13a.15-17a.19b-32
Jueves 20: Santa Inés de Montepulciano
Hch 3, 11-26; Sal 8, 2-9; Lc 24, 35-48
Viernes 21: San Anselmo
Hch 4, 1-12; Sal 117, 1-4.22-27; Jn 21, 3-14
Sábado 22: San Teodoro
Hch 4, 13-21; Sal 117, 1.14-21; Mc 16, 9-15
Domingo 23: San Jorge
DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA
Hch 2, 42-47; Sal 117, 2-4.13-15.22-24; 1P 1, 3-9;
Jn 20, 19-31
Intenciones por las que el Papa
quiere que recemos durante el mes
abril
Universal:
Por los jóvenes,
para que sepan responder
con generosidad a su propia
vocación; considerando
seriamente también la
posibilidad de consagrarse al
Señor en el sacerdocio o en
la vida consagrada..
Intención de la CEE
Por los que son bautizados o reciben la Eucaristía
por primera vez y la confirmación;
para que sean miembros vivos de la Iglesia y
colaboradores activos de su misión.