Este documento presenta un resumen de tres párrafos del Evangelio de Mateo sobre la parábola de las diez doncellas. Algunas doncellas trajeron aceite extra para sus lámparas, mientras que otras olvidaron hacerlo. Cuando llegó el esposo a medianoche, solo pudieron entrar en el banquete de bodas las doncellas preparadas con aceite extra. El documento también incluye un texto complementario que analiza el significado de la parábola y hace un llamado a vivir la fe de manera responsable antes de que sea demasi
Hemos vivido esta cuaresma, siguiendo al Señor, en este tiempo que sigue siendo un poco extraño, para las celebraciones que se avecinan, como es la Semana Santa y Pascua de Resurrección. No obstante es, tiempo de gracia, de gozo y alegría, porque el Señor sigue resucitando cada día en nuestros corazones, que nos llena de paz y esperanza, ante tanta incertidumbre, como está viviendo todo el mundo, con la pandemia que parece no quiere marcharse.
Hemos vivido esta cuaresma, siguiendo al Señor, en este tiempo que sigue siendo un poco extraño, para las celebraciones que se avecinan, como es la Semana Santa y Pascua de Resurrección. No obstante es, tiempo de gracia, de gozo y alegría, porque el Señor sigue resucitando cada día en nuestros corazones, que nos llena de paz y esperanza, ante tanta incertidumbre, como está viviendo todo el mundo, con la pandemia que parece no quiere marcharse.
Boletín informativo con el título "La vocación matrimonial, camino de transformación del mundo". + info en http://opusdei.es/es-es/section/sobre-san-josemaria/
A TU ALTAR| Himno Dominicano
Re La mi La
A tu altar, hoy tus hijos acuden
Re Sol La
a ofrecerte, Domingo, su amor.
Re Re7 Sol
Te bendicen y, humildes, te piden,
Re mi La
los ampares delante de Dios.
Re Re7 Sol
Te bendicen y, humildes, te piden,
Re La Re
los ampares delante de Dios.
re sol
Al nacer una fúlgida estrella
Do Fa
con sus rayos tu frente alumbró
re sol
para luz de los muchos que hacen
Fa Do Fa La
la gran Orden que Dios te inspiró.
Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 - 2021.
La Resiliencia se puede construir. No viene porque sí, sin más, hay que “alimentarla” con sueños, con los recuerdos de quién queremos ser, con un cierto realismo de aceptar que en toda vida hay momentos de oscuridad, pero sobre todo con la confianza en que Dios es capaz de darnos la fuerza, la gracia, el amor, para no rendirnos... y para aprender de esos malos momentos en la vida. Aprender cosas que nos serán de un grandísimo valor el resto de nuestro tiempo.
Retiro desde Caleruega: Adviento y Navidad 2020dominicosweb
En los desastres de la pandemia experimentamos nuestra fragilidad. No solo es la incógnita de siempre ante la muerte. Es el miedo, la inseguridad, el dolor ante tanto sufrimiento y la impotencia para inmunizar al virus y para curar las heridas abiertas en nuestra organización social.
La situación que nos toca vivir es oportunidad para que nos preguntemos los cristianos en que apoyamos nuestra esperanza y qué significado tiene celebrar este año el nacimiento de Jesús, presencia de Dios amor con nosotros.
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A TU ALTAR| Himno Dominicano
Re La mi La
A tu altar, hoy tus hijos acuden
Re Sol La
a ofrecerte, Domingo, su amor.
Re Re7 Sol
Te bendicen y, humildes, te piden,
Re mi La
los ampares delante de Dios.
Re Re7 Sol
Te bendicen y, humildes, te piden,
Re La Re
los ampares delante de Dios.
re sol
Al nacer una fúlgida estrella
Do Fa
con sus rayos tu frente alumbró
re sol
para luz de los muchos que hacen
Fa Do Fa La
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Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 - 2021.
La Resiliencia se puede construir. No viene porque sí, sin más, hay que “alimentarla” con sueños, con los recuerdos de quién queremos ser, con un cierto realismo de aceptar que en toda vida hay momentos de oscuridad, pero sobre todo con la confianza en que Dios es capaz de darnos la fuerza, la gracia, el amor, para no rendirnos... y para aprender de esos malos momentos en la vida. Aprender cosas que nos serán de un grandísimo valor el resto de nuestro tiempo.
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En los desastres de la pandemia experimentamos nuestra fragilidad. No solo es la incógnita de siempre ante la muerte. Es el miedo, la inseguridad, el dolor ante tanto sufrimiento y la impotencia para inmunizar al virus y para curar las heridas abiertas en nuestra organización social.
La situación que nos toca vivir es oportunidad para que nos preguntemos los cristianos en que apoyamos nuestra esperanza y qué significado tiene celebrar este año el nacimiento de Jesús, presencia de Dios amor con nosotros.
Textos digitales, incorporando recursos digitales a la sala de clasesSantillana Chile
Presentación de Hugo Martínez, director de Desarrollos Digitales de Santillana Chile, en la conferencia TOC Latam, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Conmemorando un nuevo aniversario de la Partida de nuestro Padre José Kentenich.
El fundador también le habla a la Iglesia. Frente a la tentación de un gran pragmatismo, como dijera Benedicto XVI , en Aparecida a los obispos de América Latina y el Caribe, nos dice que hemos sido llamados a encender la mecha para que haya fuego, fuego de amor que transforme los corazones y el mundo entero.
Nada, nada, lo separaría del amor de Dios y su ilimitada confianza en la Iglesia.
1. PALABRAS DE VIDA 6 Noviembre 2011
32 Domingo (A)
La Salle
Mt 25, 1-13
Lectura de la Buena Noticia según S. Mateo
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al
esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron
el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les
entró sueño a todas y se durmieron.
A media noche, se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!».
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias
dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas».
Pero las sensatas contestaron: «Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que
vayáis a la tienda y os lo compréis».
Mientras iban a comprarlo llegó el esposo y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de
bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor,
ábrenos». Pero él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco». Por tanto, velad, porque no sabéis el día
ni la hora.
ENCENDER UNA FE GASTADA (J.A. Pagola)
La primera generación cristiana vivió convenci- oye la llamada a recibirlo, las sensatas alimen-
da de que Jesús, el Señor resucitado, volvería tan con su aceite la llama de sus antorchas y
muy pronto lleno de vida. No fue así. Poco a acompañan al esposo hasta entrar con él en la
poco, los seguidores de Jesús se tuvieron que fiesta. Las necias no saben sino lamentarse:
preparar para una larga espera. «Que se nos apagan las antorchas». Ocupadas
No es difícil imaginar las preguntas que se en adquirir aceite, llegan al banquete cuando la
despertaron entre ellos. ¿Cómo mantener vivo puerta está cerrada. Demasiado tarde.
el espíritu de los comienzos? ¿Cómo vivir des- Muchos comentaristas tratan de buscar un sig-
piertos mientras llega el Señor? ¿Cómo alimen- nificado secreto al símbolo del «aceite». ¿Está
tar la fe sin dejar que se apague? Un relato de Jesús hablando del fervor espiritual, del amor,
Jesús sobre lo sucedido en una boda les ayu- de la gracia bautismal…? Tal vez es más senci-
daba a pensar la respuesta. llo recordar su gran deseo: «Yo he venido a
Diez jóvenes, amigas de la novia, encienden sus traer fuego a la tierra, y ¿qué he de querer
antorchas y se preparan para recibir al esposo. sino que se encienda?». ¿Hay algo que pueda
Cuando, al caer el sol, llegue a tomar consigo a encender más nuestra fe que el contacto vivo
la esposa, los acompañarán a ambos en el cor- con él? ¿No es una insensatez pretender con-
tejo que los llevará hasta la casa del esposo servar una fe gastada sin reavivarla con el fue-
donde se celebrará el banquete nupcial. go de Jesús? ¿No es una contradicción creer-
Hay un detalle que el narrador quiere destacar nos cristianos sin conocer su proyecto ni sen-
desde el comienzo. Entre las jóvenes hay cinco tirnos atraídos por su estilo de vida?
«sensatas» y previsoras que toman consigo Necesitamos urgentemente una calidad nueva
aceite para impregnar sus antorchas a medida en nuestra relación con él. Cuidar todo lo que
que se vaya consumiendo la llama. Las otras nos ayude a centrar nuestra vida en su perso-
cinco son unas «necias» y descuidadas que se na. No gastar energías en lo que nos distrae o
olvidan de tomar aceite con el riesgo de que se desvía de su Evangelio. Encender cada domingo
les apaguen las antorchas. nuestra fe rumiando sus palabras y comulgando
Pronto descubrirán su error. El esposo se re- vitalmente con él. Nadie puede transformar
trasa y no llega hasta medianoche. Cuando se nuestras comunidades como Jesús.
2. DISCERNIMINETO, DIÁLOGO Y ORACION “koinonía”
Para la revisión de vida
Mi vida: ¿es una vida de futuro, de esperanza...? ¿Pienso en el futuro decisivo? ¿Me lo planteo
suficientemente, a pesar de su incertidumbre?
¿Está nuestra vida demasiado absorbida por los detalles pequeños y diarios, sin previsión de futu-
ro, sin la prudencia de poner en el centro la búsqueda de la Utopía del Reino?
Para la reunión de grupo
Estos domingos últimos los temas de los evangelios son la esperanza, el futuro, el final... están toma-
dos del capítulo 25 de Mateo. Repasemos las características de la parte apocalíptica que está al final de
los evangelios sinópticos...
Sabiduría no es erudición, sino saber entender y vivir la vida, saber analizar las cosas, las si-
tuaciones y experiencias... con los ojos de Dios. Digamos qué es la sabiduría con palabras y
referencias de hoy. ¿Dónde está la sabiduría en nuestra civilización actual?
La llamada a la «vigilancia» es un mensaje recurrente en el evangelio. En la parábola de hoy
es claro. En un contexto cultural en el que el «gran relato» religioso establecía que esta vida
era sólo una «prueba» que Dios nos pone para enviarnos tras la muerte a la «vida definitiva
del cielo o del infierno» la «vigilancia» tenía un sentido obvio y capital, central incluso.
¿Mantiene hoy el mismo sentido? ¿Por qué?
¿Cómo expresaríamos hoy este relato religioso? ¿Qué sentido puede tener hoy la invitación a
la «vigilancia»?
Para la oración de los fieles
Por la Iglesia, para que renueve su esperanza y sepa ofrecerla con humildad a la humanidad.
Oremos.
Por todos aquellos que buscan conocer la vida en profundidad, para que se encuentren con el
Dios Padre que cuida de todos nosotros y nos llama a vivir como hermanos. Oremos.
Por todas las personas, para que encuentren en su vida la luz que les lleve a discernir y dejar
los ídolos que alienan y no salvan. Oremos.
Por todos aquellos que viven afligidos al ver la muerte como un callejón sin salida, para que la
Buena Noticia los abra a la esperanza y dé sentido a sus vidas. Oremos.
Por todos los que viven instalados en lo superfluo de la vida, para que descubran la hermosa
tarea que tenemos todos de transformar el mundo en una sociedad solidaria. Oremos.
Por todos los difuntos, para que gocen ya de a deseada plenitud de la vida, junto al Padre.
Oremos.
Oración comunitaria
Dios, Padre nuestro, ayúdanos para que sepamos vivir con toda responsabilidad y esperanza, como
nos enseñó Jesús, de manera que se alejen de nosotros el desánimo, la tristeza y la desesperanza y
podamos trabajar libremente en la construcción de tu Reino. Por Jesucristo
3. ANTES DE QUE SEA TARDE
Texto complementario
Mateo escribió su evangelio en unos momentos críticos para los seguidores de Jesús. La venida de
Cristo se iba retrasando demasiado. La fe de no pocos se relajaba. Era necesario reavivar de nue-
vo la conversión primera.
Movido por esta preocupación, recogió tres parábolas de Jesús y las trabajó profundamente para
llamar a todos a la responsabilidad: «No esperes que otros te den “aceite” para encender tu “lám-
para”, tu mismo tienes que cuidar tu fe; no te contentes con conservar tu “talento” bajo tierra,
tienes que arriesgarte a hacerlo fructificar; no estés esperando a que se te aparezca Cristo, lo
puedes encontrar ahora mismo en todo el que sufre».
La primera parábola nos habla de una fiesta de bodas. Llenas de alegría, un grupo de jóvenes «sa-
len a esperar al esposo». No todas van bien preparadas. Unas llevan consigo aceite para encender
sus antorchas; a las otras ni se les ha ocurrido pensar en ello. Creen que basta con llevar antor-
chas en sus manos.
Como el esposo tarda en llegar, «a todas les entra el sueño y se duermen». Los problemas comien-
zan cuando se anuncia la llegada del esposo. Las jóvenes previsoras encienden sus antorchas y
entran con él en el banquete. Las inconscientes se ven obligadas a salir a comprarlo. Para cuando
vuelven «la puerta está cerrada». Es demasiado tarde.
Es un error andar buscando un significado secreto al «aceite»: ¿será una alegoría para hablar del
fervor espiritual, de la vida interior, de las buenas obras, del amor...? La parábola es sencillamen-
te una llamada a vivir la adhesión a Cristo de manera responsable y lúcida ahora mismo, antes de
que sea tarde. Cada uno sabrá qué es lo que ha de cuidar.
Es una irresponsabilidad llamarnos cristianos y vivir la propia religión, sin hacer más esfuerzos
por parecernos a él. Es un error vivir con autocomplacencia en la propia Iglesia, sin plantearnos
una verdadera conversión a los valores evangélicos. Es propio de inconscientes sentirnos seguido-
res de Jesús, sin «entrar» en el proyecto de Dios que él quiso poner en marcha.
En estos momentos en que es tan fácil «relajarse», caer en el escepticismo e «ir tirando» por los
caminos seguros de siempre, sólo encuentro una manera de estar en la Iglesia: convirtiéndome a
Jesucristo. (José Antonio Pagola)