1) La parábola de las diez vírgenes describe a diez jóvenes que salen con sus lámparas a recibir al esposo a medianoche, pero cinco de ellas no trajeron suficiente aceite para sus lámparas.
2) Cuando el esposo llega a medianoche, sólo las cinco vírgenes prudentes que trajeron aceite extra pueden entrar a la boda, mientras que las otras cinco deben ir a comprar más aceite.
3) La lección es que debemos estar preparados espiritualmente para la segunda venida
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
Las lámparas de las vírgenes prudentes y necias
1. Texto: Mateo 25, 1-13 Tiempo Ordinario 32 A. Comentarios y presentación: Asun Gutiérrez. En el proyecto creador de Dios, las personas no están destinadas a la muerte, sino a la vida plena y definitiva. Tal es el proyecto del Padre y la obra mesiánica de Jesús. La comunidad cristiana que aún ve en la muerte la interrupción de la vida no ha alcanzado la plenitud de la fe, por no haber comprendido la calidad de la vida que Jesús comunica. No estamos amenazados de muerte. Estamos “amenazados de vida”. Florentino Ulibarri
2. En el tiempo de Jesús, lo habitual era que la boda se celebrara en la casa del novio. Éste acudía a la casa de la novia para recogerla y llevarla a su propia casa. En esta ceremonia el novio era recibido por muchachas que acompañaban a los novios desde la casa paterna de la novia a su futuro hogar. Como este recorrido tenía lugar de noche, se preparaba un cortejo con lámparas de aceite. Unas jóvenes hacen posible este cortejo. Según la costumbre del tiempo y la hospitalidad oriental, era impensable que nadie quedara fuera de la celebración, en la que participaba toda la comunidad.
3. 1 El Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Esta parábola, exclusiva de Mateo, está tomada, como todas, de los hechos de la vida cotidiana. Jesús se preocupa de que sus seguidores acojan el Reino que llega con su Persona con la alegría con la que se celebra una boda. Dios prepara una fiesta para recibirnos, quiere la felicidad de toda la humanidad.
4. 2 Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. 3 Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, 4 mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Prudente es la persona que escucha la Palabra de Jesús y la pone en práctica. La fe, la esperanza, la práctica del amor, son el “aceite” que no puede faltar a quienes desean seguir a Jesús. Un “aceite” que se consume constantemente y que hay que renovar.
5. 5 Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. 6 Pero a la medianoche se oyó un grito: «Ya viene el esposo, salgan a su encuentro”. La sabiduría no es sólo esperar, también es necesario buscar, desear, salir al encuentro. E l retraso de la vuelta de Jesús no puede llevarnos al adormecimiento, al descuido, al cansancio, a la apatía, a la rutina, a la improvisación. Al contrario, la certeza de su venida debe impulsarnos a un compromiso activo, a iluminar el tiempo que nos toca vivir.
6.
7.
8. Despiértanos, Señor Despierta, Señor, nuestros corazones que se han dormido en cosas triviales y ya no tienen fuerza para amar con pasión. Despierta, Señor, nuestra sed de ti, porque bebemos aguas de sabor amargo que no sacian nuestros anhelos diarios. Despierta, Señor, nuestro anhelo de verte, pues tantas preocupaciones nos rinden y preferimos descansar a estar vigilantes. Despierta, Señor, nuestra fe dormida, para que dejemos de tener pesadillas y podamos vivir todos los días como fiesta. Despierta, Señor, nuestro espíritu, porque hay caminos que sólo se hacen con los ojos abiertos para reconocerte. Despierta, Señor, tu fuego vivo. Acrisólanos por fuera y por dentro y enséñanos a vivir despiertos. Ulibarrri Fl.