Este documento habla sobre mantener la expectativa y confiar en que Dios cumplirá sus promesas. Argumenta que Dios es un creador y cumplidor de promesas y que al mantener la expectativa veremos intervenciones divinas, como beber del arroyo, pedir agua a la viuda, y que la provisión vendrá después de la lluvia. También sugiere que a veces lo poco es mejor cuando está en manos de Dios que cuando está en las nuestras.