3. Muchas empresas registran su nombre o logotipo como una “marca registrada”. Es
un compromiso de parte de la empresa, que garantiza que el producto es de
calidad. Si el producto lleva esta marca, puedes fiarte de él.
Los mayordomos de Dios también tienen una “marca registrada”. Deben cumplir
una serie de requisitos para ser reconocidos como mayordomos. Si no cumples
estos requisitos, no eres un mayordomo eficaz; no representas correctamente a tu
Señor. ¿Cuáles son estos requisitos?
FIDELIDAD.
LEALTAD.
LIMPIA CONCIENCIA.
OBEDIENCIA.
CONFIABILIDAD.
4. “Ahora bien, se requiere de los administradores,
que cada uno sea hallado fiel” (1ª de Corintios 4:2)
Ser fiel a Dios implica confiar plenamente en Él (tener fe) y mantenerse de su parte.
Cuando somos tentados, debemos recordar su Palabra y mantenernos fieles a ella.
• Recuerda…Si te tienta…
• “Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos
pecadores” Salmo 37:16.
Obtener riquezas
injustas
• “Humillaos delante del Señor, y él os exaltará”
Santiago 4:10
La fama de este
mundo
• “limpiémonos de toda contaminación de carne y de
espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios” 2ª de Corintios 7:1
La lujuria
• “El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo”
Mateo 23:11
Obtener poder
sobre otros
En Abraham tenemos un gran ejemplo de fidelidad. Él creyó, y se mantuvo fiel a Dios
hasta el final, con sus ojos puestos en la Ciudad Celestial (Hebreos 11:8-19).
5. LEALTAD
La lealtad es la cualidad de mantener el
amor y la fidelidad a Dios hasta el fin; es
la expresión visible de nuestras
creencias personales, de nuestra fe y de
nuestro compromiso.
Nuestro servicio a Dios es indivisible:
“ninguno puede servir a dos señores”
(Mateo 6:24). No podemos ser leales
simultáneamente a Dios y a las cosas de
este mundo.
Nuestra lealtad se demuestra en nuestra
forma de vida. Obedecemos las leyes
divinas porque deseamos ser fieles
mayordomos de nuestro Señor.
“…Sé fiel hasta
la muerte, y yo
te daré la corona
de la vida”
(Apocalipsis 2:10)
Independientemente de lo que ocurra en nuestra vida, nos mantendremos
siempre leales a Dios (Job 13:15)
6. “La mayor necesidad del mundo es la de
hombres que no se vendan ni se compren;
hombres que sean sinceros y honrados en lo
más íntimo de sus almas; hombres que no
teman dar al pecado el nombre que le
corresponde; hombres cuya conciencia sea
tan leal al deber como la brújula al polo;
hombres que se mantengan de parte de la
justicia aunque se desplomen los cielos”
E.G.W (La educación, pág. 54)
7. “Deben guardar, con una conciencia limpia, las grandes
verdades de la fe” (1ª de Timoteo 3:9 NVI)
Nuestra conciencia nos dice qué
está bien y qué está mal. No
obstante, la conciencia puede ser
“mala” o estar “cauterizada”
(Hebreos 10:22; 1ª de Timoteo 4:2).
Nuestro rechazo continuado a los
llamados de la conciencia hace que
ésta deje de decirnos que algo
está mal.
Una vez purificada, nuestra
conciencia se alinea con la Ley de
Dios, única norma de conducta
segura para el creyente.
Nuestra mala conciencia
necesita ser restaurada,
pero nosotros somos
incapaces de ello. Solo
Jesús puede purificarla
(Hebreos 9:14).
8. “En esto consiste el amor a Dios: en que
obedezcamos sus mandamientos. Y éstos no
son difíciles de cumplir” (1ª de Juan 5:3 NVI)
El mayordomo fiel y leal, con limpia conciencia,
reconoce que está bajo la autoridad de su Señor.
Aceptar esta autoridad implica obedecer sus
órdenes.
Al presentar una ofrenda ante Dios, Abel lo hizo
en obediencia a los requerimientos divinos. Sin
embargo, Caín decidió ofrendar según sus
propias reglas.
Obedecer a Dios siguiendo nuestro propio
criterio, o haciéndolo solo en parte, es
desobedecerle completamente.
La obediencia es la demostración práctica de
nuestro amor a Dios.
9. “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en
lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (Lucas 16:10)
Como mayordomos, debemos ser personas
dignas de confianza. Cristianos que no se
dejan llevar por la opinión general, sino
que actúan por los claros principios
bíblicos.
Daniel o José fueron mayordomos dignos
de confianza porque fueron fieles tanto en
las cosas pequeñas como en las grandes.
Cada tarea que debemos realizar, la
realizaremos de la mejor forma que
podamos, aunque sea de poca
importancia.
Ser fieles mayordomos implica reflejar el
carácter de Jesús en nuestra forma de ser
y en cada uno de nuestros actos.
10. “[El verdadero cristiano] se guía por la verdad
y la rectitud ... Puede ser criticado, probado,
pero a través de todo, su inflexible integridad
resplandece como oro puro. Es un amigo y un
benefactor de todos los que están relacionados
con él, y sus semejantes tienen puesta su
confianza en él porque es digno de crédito”
E.G.W (En los lugares celestiales, 24 de agosto)
11. Te invito a bajar y estudiar
cada una de las 13
lecciones que tratan sobre
el tema:
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Slideshare.net/chucho1943autor: Sergio Fustero