1. 1
ACTIVIDAD SEXUAL EN MUJERES EMBARAZADAS
Pablo Finali Forneris, Jorge Finali Pilas, Yolirma Vaccaro Campos*
INTRODUCCIÓN
La sexualidad es considerada como un componente importante en la vida de los
seres humanos, forma parte de su integralidad, puesto que tiene relación con los
aspectos biológicos, psicológicos y de personalidad, así como el marco social y cultural
en el que los seres humanos se desarrollan y se expresan.
La actitud que se construye sobre la sexualidad a lo largo de toda la vida permite que
se aprendan valores, roles, creencias y costumbres diferentes. Existen muchas
creencias alrededor de las dimensiones que componen la sexualidad y específicamente
en cuanto a las relaciones sexuales se refiere, pues a menudo son vistas con diferentes
tabúes, en especial cuando se trata de la mujer. Por ejemplo, con frecuencia se
considera que cualquier mujer que lleve la iniciativa en las relaciones sexuales es
inmoral; durante el embarazo no se deben tener relaciones sexuales.
Esto se evidencia aun en estos tiempos. James McCary (1996) reportó que la
actividad sexual durante la gestación podía ser peligrosa tanto para la salud de la
gestante como para el feto, creando aun más tabúes frente a este acto.
Otros, como Master y Johnson (1996) opinaron todo lo contrario; sostenían que la
actividad sexual durante la gestación puede ser beneficiosa; al sentirse la mujer
renovada frente a su sexualidad, en función tanto del deseo, como de la respuesta
física. Poco se ha descrito sobre estos aspectos de la actividad sexual, sin embargo, la
literatura relacionada con la psicología sugiere que la actividad sexual durante la
gestación tiene beneficios psicológicos y puede incluso mejorar la evolución de la
gestación y la interrelación de la pareja.
La gestante puede sentir modificaciones en el interés de su actividad sexual debido a
los cambios producidos en su apariencia física; sobre todo en una sociedad que
estimula los cuidados físicos y exalta la belleza y la armonía corporal.
Algunas mujeres, por el contrario, se sienten mucho más atractivas durante la
gestación, debido probablemente a una falta de represión en la sexualidad, la no
utilización de métodos anticonceptivos, el aumento del tamaño y sensibilidad de las
mamas y la actitud de ellas hacia su pareja.
*
Obstetricia y Ginecología. Hospital “Julio Criollo Rivas” Ciudad Bolívar – Edo. Bolívar; 2011
2. 2
No obstante, la cultura ha hecho que sea la gestación una de las etapas de la vida en
que más mitos y tabúes surgen alrededor de las relaciones sexuales; dichas creencias,
con frecuencia conllevan a limitar o suspender su práctica, lo que fácilmente puede
conducir al distanciamiento y dificultades en la relación de pareja; situación ésta que si
no es superada oportuna y adecuadamente, podría culminar con la ruptura del vínculo
matrimonial, cuyos efectos adversos no solo afectan a la pareja en sí, sino también
pueden interferir en el presente y muchas veces en el futuro de los hijos en sus diversas
dimensiones.
Esto a su vez, podría repercutir negativamente en la sociedad de la que forman
parte. A menudo se evidencia que quienes no cuentan con la presencia y pertinencia de
uno de sus padres están en desventaja en cuanto a su desarrollo psico-afectivo, sus
condiciones de vida y en general, el logro de un mejor futuro, frente a quienes tienen el
apoyo de los dos padres.
Ante estas circunstancias nos preguntamos: ¿Qué creencias tienen sobre las
relaciones sexuales durante la gestación las parejas? ¿Existen cambios en el manejo
de las relaciones sexuales durante la gestación? Si existen cambios, ¿Pueden éstos
afectar la relación de pareja? ¿Habrá creencias relacionadas con daños en la salud de
la madre o del feto como consecuencia de las relaciones sexuales durante la
gestación? ¿Si existen estas creencias, de donde provienen? ¿Las mujeres en
gestación habrán recibido algún tipo de educación por parte del personal de salud,
sobre las relaciones sexuales durante esta etapa?
Por las anteriores razones, se hace importante lograr que los conocimientos y
prácticas de la sexualidad tengan una base científica y una conceptualización,
planificación y aplicación basadas en la cultura, conociendo las creencias que cada
mujer tiene en el periodo de gestación, especialmente en las madres frente a las
relaciones sexuales y de esta forma poder ofrecer una orientación adecuada.
Se puede decir que tanto el embarazo como la sexualidad han sido considerados
como tabúes, e incluso la profesión médica ha dudado de su investigación. Hasta hace
poco los gineco-obstetras guardaban silencio al respecto y la pareja se sentía
intimidada para abordar el tema con el médico, inclusive entre ellos mismos. Se esta
empezando a aprender cómo las parejas normales y sanas responden en sus vidas
personales a este hecho. Al irse superando los tabúes existentes se han ido
esclareciendo temores ancestrales. El embarazo y la sexualidad pueden convertirse en
una parte de la vida llena de gozo y satisfacción.
En base a todo lo anteriormente expuesto se plantean las siguientes interrogantes:
¿Cómo afecta las relaciones sexuales al embarazo? ¿Corre algún peligro el feto?
3. 3
ANTECEDENTES RELACIONADOS CON LA INVESTIGACIÓN
Son muy pocas las investigaciones que se han planteado sobre este tema, debido a
que a menudo se prioriza en los programas de atención a la madre en el componente
fisiológico, dejando de lado otros aspectos que cobran igual importancia en el desarrollo
integral de la pareja en el transcurso de la gestación.
Hay parejas que celebran el embarazo de la mujer con una renovada y rica actividad
sexual. Pero otras, por razones inversas, suspenden la actividad sexual durante todo el
embarazo, la misión del sexo-reproductivo está cumplida.
Flores C (1997) muestra que sólo un 10-15% incrementa el deseo de la mujer, 20-
50% mantienen igual nivel de deseo y un 35-40% disminuye el deseo sexual. La razón
aducida es que temen lastimar al embrión, cansancio, somnolencia, ensimismamiento,
oralidad, mayor apetito. En algunos casos aflora la angustia a través de una labilidad
emocional, se llora por cualquier causa.
Rosario S, et al. (1991) realizó un estudio sobre la conducta sexual en embarazadas
que acuden al control prenatal en el Centro Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina y
un centro médico privado. Se realizó un estudio longitudinal y prospectivo con 200
embarazadas donde se les dividió en períodos trimestrales y cuestionó sobre su
conducta sexual en cada una de ellas. En el primer trimestre, 108 manifestaron una
actividad disminuida y 82 revelaron que no hubo cambios. En el segundo trimestre, 93
manifestaron actividad sexual disminuida y 73 que no hubo cambios. En el tercer
trimestre, 83 admitieron haber disminuido su actividad sexual, 13 dijeron que había
aumentado y 35 que no hubo cambios.
Los estudios revisados en relación con las creencias de evitar las relaciones
sexuales durante el embarazo por temor a un aborto o algún efecto dañino sobre el
feto, se encontró el realizado por la ginecóloga Penagos G. (1998) en el Departamento
de Ginecología de la Universidad de Antioquia. Para dicho estudio se escogieron 100
mujeres embarazadas, en donde se tuvieron en cuenta los diferentes estratos sociales
a los que pertenecían, así como su grado de instrucción académica. Como parte de los
resultados se encontró un temor general a que exista una hemorragia después del acto
sexual y que como consecuencia de ello, el bebé nazca antes de tiempo y se malogre
el embarazo. Se encontró también que, el hecho de que el médico en algunas
ocasiones recomiende abstenerse de las relaciones sexuales por un tiempo, puede
ocasionar que las parejas no vuelvan a tenerlas durante el resto del embarazo, pues
existe vergüenza de preguntar nuevamente al ginecólogo cuando pueden reanudarlas.
El estudio concluyó que es necesario que el médico ilustre a sus pacientes y a sus
compañeros acerca de la vida sexual de la pareja en el periodo de gestación y no
limitarse a explicar cómo debe ser este tipo de práctica.
Hay trabajos que apuntan a señalar que el deseo disminuye así como la intensidad del
orgasmo en la mujer, pero otros los encuentran incrementados. Existe la variación
4. 4
individual, pero globalmente, las mujeres disminuyen tanto el deseo como la actividad
sexual en el primer trimestre.
Investigadores como Oruc S, y col. (1999), recogieron información relacionada con
aspectos importantes de la gestación, entre las que se indagaba sobre las relaciones
sexuales en esta etapa. Entre los resultados se encontró que el 61,3% de las gestantes
redujo la frecuencia de sus relaciones sexuales. Los principales motivos expresados por
ellas fueron el miedo a dañar el curso del embarazo (43,4%) y la disminución del deseo
sexual (40,9%). El 85,3% afirmó desconocer si las relaciones sexuales deben
suspenderse en las últimas semanas de la gestación. Un 28,3% recibió consejo médico
sobre sexo durante el embarazo. La mayoría de las mujeres encuestadas disminuyeron
la frecuencia de sus relaciones sexuales durante el embarazo, principalmente por
miedo a dañar el desarrollo del mismo y por disminución del deseo sexual. Los autores
concluyen que se debería aumentar el consejo médico, informando de que no es
necesario disminuir su frecuencia ni suspenderlas, hasta el último mes de gestación, si
no hay problemas obstétricos que las impiden.
El embarazo es una situación compleja de estrés psicológico durante la vida de una
mujer y de su pareja, debido a que por lo general existe preocupación en relación con la
sexualidad en este periodo y la evolución del producto de la concepción.
Además de las motivaciones psicológicas y sociales que pueden provocar estos
cambios, recordemos que hormonalmente, el cuerpo amarillo pasa a ser gravídico, es
decir, no se atrofia como cuando la mujer no es fecundada, sino que sigue comandando
la secreción de esteroides, hasta la décima semana del embarazo, es sustituido entre la
semana 5-13 por la placenta, instaurando la unidad fetoplacentaria. (Flores C, 1997)
La placenta toma cuenta de las secreciones hormonales de la mujer, se transforma
en una glándula endócrina que produce gran variedad de hormonas, sobretodo
andrógenos a partir de la suprarrenal materna, lo que lleva a una verdadera inundación
hormonal de todo el organismo de la mujer embarazada. De allí que parece embellecer
en todo su cuerpo, su piel, su femeneidad adquiere su máxima expresión desde el
punto de vista orgánico funcional. (Flores C, 1997)
Vásquez J y Meza G (1999) en su estudio “Relaciones sexuales y gestación” tienen
como objetivo: precisar el comportamiento de la gestante respecto a las relaciones
sexuales. Este fue un estudio prospectivo en 260 puérperas inmediatas atendidas en el
Departamento de Gineco-Obstetricia del Hospital Regional de Loreto, mediante una
encuesta aplicada por dos internas de obstetricia capacitadas previamente. Entre sus
resultados: EL 7,3% era menor de 15 años, 27,3% estaba entre 15 y 19 años, el 57,3%
entre 20 y 35 años y el 8,1% era mayor de 35 años. El 54% era multípara y el 46%
primípara. El 92,4% inició sus relaciones sexuales antes de los 20 años. El 59,6% tuvo
más de 2 relaciones al mes durante la primera mitad del embarazo y solo 34,6%
durante la segunda mitad. El 87,3% disminuyó su frecuencia de relaciones sexuales
respecto a su etapa preconcepción y el 70% presentó disminución de la libido; 17,7%
tenía miedo de dañar al feto con las relaciones sexuales. En la segunda mitad del
5. 5
embarazo el 41% prefirió la posición de costado y el 12,7% practicó el felatio y el cunni
lingus. El 41,2% contestó que su orgasmo había disminuido. El 24,6% reconoció que se
masturbaba durante la gestación. El 11,5% tuvo su última relación sexual dentro de la
semana antes del parto y el 17,7% dentro del mes antes del mismo.
Concluyen que durante el embarazo disminuyen la libido, la frecuencia de relaciones
sexuales y el orgasmo. También existen cambios de posición en la segunda mitad de la
gestación. Recomiendan proporcionar información a la gestante sobre las relaciones
sexuales durante la gestación debido a que la opinión de los expertos, la religión y el
nivel cultural, son factores que influyen en la disminución de las relaciones sexuales
durante la gestación.
Por otra parte González I y Miyar E (2001) “Sexualidad Femenina Durante la
Gestación” realizaron una revisión sobre diferentes criterios de la conveniencia,
presencia y frecuencia de las relaciones sexuales durante el proceso de gestación, y
brindaron resultados de algunos trabajos realizados al respecto. Los tabúes, los
prejuicios, la desinformación y muchas veces el desconocimiento alrededor de este
tema que tanta atención precisa, han llevado a que se le investigue poco o se trate de
forma equivocada. Así mismo hay que tener en cuenta que el varón suele estar con
mayor ansiedad ante el coito cuando sabe que su mujer está embarazada.
Castañeda L y col. (2006) llevó a cabo un estudio en relación a las creencias que
existen en mujeres sobre las relaciones sexuales coitales durante la gestación, dentro
del cual se realizaron entrevistas a profundidad a gestantes entre 18 y 28 años de edad
asistentes a control prenatal en tres centros de salud pertenecientes a la localidad de
Usaquén-Bogotá, donde se encontró que durante este período grávido las gestantes
suspenden y evitan las relaciones sexuales por las siguientes creencias: hacerle daño
al bebé, perderlo, que el bebé se dé cuenta de lo que está pasando y quedar
embarazada de otro bebé.
Ibarra L (2008) en su artículo de sexualidad en el embarazo se refirió a los cambios
hormonales del embarazo y la relación de pareja, en el que implica tener relaciones
sexuales, y manifiesta como puede variar la frecuencia de la actividad sexual,
dependiendo del trimestre del embarazo y los elementos que rodean la sexualidad de la
embarazada, además reporta como los cambios fisiológicos, juegan un rol importante
en la alteración de la actividad sexual.
Otro estudio importante es el realizado por Romero C y Chávez A (2008) titulado:
actividad sexual como factor de riesgo en la amenaza de parto pretérmino. Este estudio
tuvo como objetivo: determinar si la frecuencia de la actividad sexual durante la
gestación constituye un factor de riesgo para el parto pretérmino o si existen otros
factores asociados. Esta fue una investigación básica, comparativa, retrospectiva de
casos y control. Se seleccionó un grupo total de 50 pacientes puérperas a las cuales se
entrevistó. Del grupo seleccionado previamente se formó un subgrupo de 25 mujeres
con amenaza de parto pretérmino y otras 25 sin dicha alteración, y se indagó sobre la
frecuencia de la actividad sexual por cada trimestre, asociación a infecciones
6. 6
genitourinarias, control prenatal, grado de escolaridad, edad y estado anímico
predominante.
Entre sus resultados destacan: la actividad sexual media durante el primer trimestre,
en mujeres con amenaza de parto pretérmino es de 2 veces por semana, para el
segundo trimestre 1 vez por semana. En el tercer trimestre la actividad sexual media es
de cero. La frecuencia de actividad sexual media en mujeres sin amenaza, fue una vez
por semana en el primer trimestre, la cual se mantiene igual en el segundo trimestre. En
el tercer trimestre la actividad sexual media es de cero. Por lo que concluyeron que la
frecuencia en la actividad sexual no constituye un riesgo significativo en la amenaza de
parto pretérmino, pero asociado a infecciones del tracto genitourinario debe ser
reconsiderado. El control prenatal y el nivel socioeconómico constituyen factores de
riesgo importantes.
TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE LOS DATOS
Se procedió a la recolección de la información, a través de un formulario diseñado
por el investigador el cual fue validado por juicio de expertos y consta de las siguientes
partes:
- Características Personales (edad, grado de instrucción, tenencia de pareja).
- Características Obstétricas (número de embarazos, número de partos, tiempo de
embarazo).
- Características Sexuales (relaciones sexuales durante el embarazo, frecuencia de
estimulación sexual, técnica de estimulación sexual, calidad de deseo y excitación,
temor a tener relaciones sexuales, causa de los temores e información médica
especializada sobre sexualidad durante el embarazo).
PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS.
El procesamiento de los datos obtenidos se realizó mediante el levantamiento de
tablas contentivos de los resultados obtenidos: Tablas series Numéricas y de
frecuencias que son producto del vaciado de los datos de cada una de las variables
que permitieron visualizar el comportamiento de cada una de las variables estudiadas
contenidas en las preguntas de investigación; esto permitió en primer lugar describir
estadísticamente los datos y posteriormente analizarlos e interpretarlos según la
observación realizada mediante el desarrollo de la investigación.
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS.
El análisis de los datos obtenidos se realizó mediante la elaboración de cuadros
utilizando las diferentes técnicas de la Estadística Descriptiva e Inferencial; esto con la
finalidad de dar respuesta a la fase descriptiva del estudio, mediante ella se infiere el
comportamiento de cada variable y se interpretan dichas variables de forma que se
puedan obtener los resultados analíticos.
7. 7
TABLA 2
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN EDAD.
HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
EDAD Nº %
15 – 19
20 – 24
25 – 29
30 – 34
35 – 39
25
29
21
6
5
29,0
33,8
24,4
7,0
5,8
TOTAL 86 100
Fuente: Protocolo de investigación
X=23,34 DE= 4,38 Rango=15–39 años.
TABLA 5
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
NÚMERO DE EMBARAZOS. HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
NUMERO DE
EMBARAZOS Nº %
1 – 3
4 – 6
7 – 9
10 y + Embarazos
65
17
3
1
75,5
20,0
3,4
1,2
TOTAL 86 100
Fuente: Protocolo de investigación
8. 8
TABLA 7
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
TIEMPO DE EMBARAZO. HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
TIEMPÒ DE
EMBARAZO
(Meses)
Nº %
1 – 3
4 – 6
7 – 9
8
15
63
9,3
17,4
73,3
TOTAL 86 100
Fuente: Protocolo de investigación
TABLA 8
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
RELACIONES SEXUALES DURANTE EL EMBARAZO.
HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
RELACIONES
SEXUALES DURANTE
EL EMBARAZO
Nº %
SI
NO
76
10
88,4
11,6
TOTAL 86 100
Fuente: Protocolo de investigación
9. 9
TABLA 9
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
FRECUENCIA DE RELACIONES SEXUALES.
HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
FRECUENCIA
RELACIONES SEXUALES Nº %
Diario
1 vez x semana
2 veces x semana
Más de 2 veces x semana
1 vez al mes
4
24
26
10
12
5,26
31,57
34,21
13,15
15,78
TOTAL 76 100
Fuente: Protocolo de investigación
TABLA 10
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
TÉCNICA DE ESTIMULACIÓN SEXUAL. HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
TECNICA DE
ESTIMULACION SEXUAL Nº %
Automanipulación
Manipulación en Pareja
Sexo Oral
Otras
20
51
3
2
26,31
67,10
3,94
2,63
TOTAL 76 100
Fuente: Protocolo de investigación
10. 10
TABLA 11
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN DESEO
Y EXCITACIÓN ANTES Y DURANTE EL EMBARAZO.
HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
DESEO Y EXCITACIÓN
ANTES Y DURANTE EL
EMBARAZO
Nº %
Igual
Mayor
Menor
35
17
24
46,05
22,36
31,57
TOTAL 76 100
Fuente: Protocolo de investigación
TABLA 12
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
TEMOR DE TENER RELACIONES SEXUALES.
HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
TEMOR DE TENER
RELACIONES SEXUALES
DURANTE EL EMBARAZO
Nº %
SI
NO
57
29
66,2
33,8
TOTAL 86 100
Fuente: Protocolo de investigación
11. 11
TABLA 13
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
MOTIVO DEL TEMOR A LA RELACIÓN SEXUAL.
HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
MOTIVO DE LOS TEMORES A
TENER RELACIÓN SEXUAL Nº %
Dolor
Aborto
Parto Prematuro
Infección
Miedo a Dañar al Feto
14
5
2
3
32
18,42
6,57
2,63
3,94
42,10
En base a las 76 pacientes que afirmaron mantener relaciones sexuales
Fuente: Protocolo de investigación
TABLA 15
DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIA DE MUJERES EMBARAZADAS SEGÚN
SUMINISTRO DE INFORMACIÓN SOBRE SEXUALIDAD DURANTE EL EMBARAZO.
HOSPITAL “JULIO CRIOLLO RIVAS”.
SUMINISTRO DE
INFORMACIÓN Nº %
Médicos
Enfermera
Charlas
Medios Impresos
Internet
Ninguna
15
3
6
27
5
30
17,66
3,48
6,97
31,39
5,81
34,88
En base al total pacientes encuestadas (86 pacientes)
Fuente: Protocolo de investigación
12. 12
ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS DATOS
El embarazo constituye un período crucial en la vida de la pareja. Los cambios que
se producen en la mujer gestante afectan, cambian y modifican todo su ser bio-sico-
sexual lo que trae también cambios en su sexualidad, pero no tan solo a ella pues
también afecta a la pareja. Se reportan algunos cambios como por ejemplo, la
disminución del interés sexual de la mujer durante el embarazo y del hombre en el
mismo instante de saber que la mujer está gestando, aparentemente es de forma
involuntaria y sin razón consciente con excepción del miedo a dañar físicamente al feto
o a la mujer.
La mayor incidencia de pacientes estuvo en el grupo etario entre 20 – 24 años en un
33,8% (n=29), siendo el promedio de edad de 23,34 años con una desviación estándar
de 4,38; seguida por las edades comprendidas entre 15 – 19 (n=25) y las de 25 – 29
años (n=21) que representaron el 29,0 y el 24,4% de la muestra estudiada. Hubo menor
incidencia de mujeres entre 30 – 39 años en 12,8% (n=11) (Tabla 2). Vásquez J y
Meza G (1999) en su estudio “Relaciones sexuales y gestación” destacan que el 7,3%
era menor de 15 años, 27,3% tuvo entre 15 y 19 años, el 57,3% entre 20 y 35 años y el
8,1% era mayor de 35 años. También Castañeda L y col. (2006) llevó a cabo un estudio
cualitativo, dentro del cual se realizaron entrevistas a profundidad a 80 gestantes entre
18 y 28 años de edad asistentes a control prenatal en tres centros de salud
pertenecientes a la localidad de Usaquén, Bogotá DC, Colombia, revelando que el
mayor porcentaje de gestantes se encontraba entre los 15 y 23 años lo cual se
relaciona con este estudio.
Igualmente se correlaciona con el trabajo de Mauco S (2001) sobre el
comportamiento sexual en mujeres embarazadas donde se evaluaron 88 mujeres
embarazadas en el último trimestre de la consulta prenatal del Hospital Central Dr.
Antonio María Pineda de la ciudad Barquisimeto, Edo. Lara. En el cual el grupo etario
predominante fue el comprendido entre los 20 y 24 años de edad con un 29,5%.
Al indicar el número de embarazos la mayoría 75,5% (n=65) de estas mujeres
indicaron tener entre 1 – 3 embarazos, seguidas de un 20,0% (n=17) que indicaron
tener entre 4 – 6 embarazos y un 3,4% (n=3) señalaron tener entre 7 – 9 embarazos,
solo se observo un 1,2% (n=1), con 10 y + embarazos (Tabla 5). Comparando con el
estudio de Mauco, S (2001) vemos que es coincidente con nuestra casuística en cuanto
a que el 67% de las gestantes tenían antecedentes de 1 a 3 embarazos.
Se especifico el tiempo de embarazo donde se observó que la mayoría 73,3% (n=63)
de las mujeres encuestadas estaban en un tiempo de gestación entre los 7 – 9 meses,
seguida de un 17,4% (n=15) que estaban entre 4 – 6 meses de embarazo, solo un 9,3%
(n=8) de estas mujeres tenían un tiempo entre 1 – 3 meses de embarazo (Tabla 7).
Estos resultados difieren discretamente de los obtenidos por Smith D (1999) donde la
13. 13
mayoría de las mujeres se encontraban en el segundo trimestre (60,8%) y tercer
trimestre (28,6%) del embarazo.
El 88,4% (n=76) indicaron afirmativamente mantener relaciones sexuales a diferencia
de un 11,6% (n=10) de no tenerlas (Tabla 8). Abundan los estudios que mencionan
cambios en el deseo sexual, en la frecuencia del coito vaginal y en la satisfacción
sexual durante la gestación. De acuerdo a un estudio realizado por Masters y Johnson
(1986) la actividad sexual aumenta en el 80% de los casos durante el segundo
trimestre, lo cual puede coincidir con un aumento de las infecciones del tracto urinario y
por consiguiente de riesgo de parto pretérmino. Otros investigadores coinciden en que
la actividad sexual detecta un declive gradual pero sostenido a medida que avanza la
gestación y la disminución del deseo sexual hasta en un 40,9% (Oruc S y col.1999).
Al determinar la frecuencia con que mantienen relaciones sexuales el 13,15% (n=10)
señalaron que 2 veces por semana, el 31,57% (n=24) 1 vez por semana, el 15,78%
(n=12) señalan tenerlas 1 vez al mes. Sin embargo 13,15% (n=10) manifestaron que
tienen relaciones sexuales más de 2 veces por semana; por otra parte solo un 4,6%
(n=4) dice tenerlas a diario (Tabla 9). En lo que se refiere a la frecuencia de coitos en
gestantes numerosos trabajos muestran su disminución de frecuencia (Garcia, 1996.
Adinma, 1996. Pereira, 1994. Esen y col. 1999, Mauco S 2001) pero otros autores como
Sueiro, Gayoso y col. (1998) encontraron una frecuencia promedio durante todo el
embarazo de 1 a 2 veces por semana de actividad sexual.
En cuanto a la técnica de estimulación sexual el 67,10% (n=51) de las mujeres
señalaron como técnica la manipulación en pareja, un 26,31% (n=20) la
automanipulación, un 3,94% (n=3) manifiestan usar la técnica orogenital y solo un
2,63% (n=2) refieren practicar otras técnicas (Tabla 10). Sueiro, Gayoso y col. (1998)
mencionan también el empleo y disfrute de la masturbación conjuntamente con el coito.
El 46,05% (n=35) manifestaron que sigue igual el deseo y la excitación sexual
durante el embarazo, sin embargo el 31,57% (n=24) manifiestó que es menor y solo un
22,36 % (n=17) que es mayor (Tabla 11). Estos resultados coinciden con los obtenidos
por Rosario, S et al. (1991) en el Centro Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina
donde del total de mujeres que se encontraban en el 1er. trimestre, 108 manifestaron
una actividad disminuida, en el 2do trimestre, 93 manifestaron actividad sexual
disminuida y en 3er. trimestre, 83 admitieron haber disminuido su actividad sexual, 13
dijeron que había aumentado y 35 que no hubo cambios.
Masters y Johnson (1986) encontraron un aumento progresivo de la lubricación en
las mamas, cerca del 70% no tiene cambios en el orgasmo, pero un 15% aumenta
mientas otro 15% disminuye la intensidad del mismo.
Mauco S (2001) registró que el apetito sexual de las encuestadas, antes del
embarazo fue en un 44,3% catalogado como medio, en el primer trimestre desciende a
bajo en un 65,9%, asciende para el segundo trimestre a medio con un 75% y vuelve a
disminuir en el tercer trimestre con un apetito sexual bajo en el 79,5% de las
encuestadas.
Fok WY, Chan LY, Yuen P. (2005) realizaron un estudio transversal prospectivo con
298 mujeres embarazadas chinas, las mujeres embarazadas completaron un
cuestionario auto-administrado de forma anónima. Su experiencia sexual y la
sexualidad fueron analizadas y comparadas entre trimestres. El 93% de las mujeres
14. 14
embarazadas informaron una reducción general de sus actividades sexuales durante el
embarazo.
El 66,2% (n=57) de las mujeres encuestadas manifestaron tener temor de tener
relaciones sexuales durante el embarazo a diferencia de un 33,8% (n=29) que
manifestaron no tener ningún tipo de temor (Tabla 12). Otras investigaciones muestran
la presencia diversos temores en embarazadas como la de Smith (1999) muestra que el
65,7% de mujeres manifiestan temor, siendo diversas las causas principales de tales
temores: miedo a dañar el feto (43,5%), dolor (30,4%), infección (17,4%) y parto
prematuro (8,7%).
Mauco S (2001) observó que el temor a tener relaciones sexuales se incremento
hacia el tercer trimestre del embarazo en el 59,1% de las 88 encuestadas en el estudio.
Es notable señalar que en el primer trimestre, pese a que el abdomen de la mujer
aún no muestra cambios evidentes, el temor de lastimar a la criatura está en primer
lugar tanto para ella como para su pareja masculina, como causa de inhibición de las
actividades sexuales.
Al describir en nuestro estudio cual es la causa de los temores a tener relaciones
sexuales un 56,14% (n=32) señalaron miedo a dañar el feto, un 24,56% (n=14) dolor,
un 8,77% (n=5) miedo al aborto, un 5,26% (n=3) a las infecciones y un 3,50% (n=2) a
presentar parto prematuro (Tabla 13). Penagos G (1998) en el Departamento de
Ginecología de la Universidad de Antioquia estudio 100 mujeres embarazadas, como
parte de los resultados se encontró un temor general a que exista una hemorragia
después del acto sexual y que como consecuencia de ello, el feto nazca antes de
tiempo y tenga un desenlace fatal la gestación.
Así mismo otros investigadores como Oruc y col. (1999), entre sus resultados
encontraron que los principales motivos expresados por las gestantes fueron el miedo a
dañar el curso del embarazo (43,4%).
En cuanto al suministro de la información sobre sexualidad durante el embarazo un
31,3% (n=27) de las mujeres encuestadas señalaron los medios impresos, un 17,4%
(n=15) a través de los médicos, un 7,0% (n=6) a través de charlas, un 5,9% (n=5) de
internet, un 3,4% (n=3) de enfermeras; sin embargo es importante destacar que un 35%
(n=30) señalaron no recibir ningún tipo de información (Tabla 15). González y Miyar
(2001) realizan una revisión sobre Sexualidad Femenina Durante la Gestación y
señalan resultados de algunos trabajos entre los que destacan como impedimentos
para la práctica sexual durante el embarazo los tabúes, los prejuicios, la desinformación
y muchas veces el desconocimiento alrededor de este tema que tanta atención precisa,
han llevado a que se le investigue poco o se trate de forma equivocada.
15. 15
CONCLUSIONES
Después de analizados los resultados se plantean las siguientes conclusiones:
1. La incidencia de mujeres embarazadas a la consulta prenatal se observa más o
menos una constante en cuanto al porcentaje.
2. La mayoría de las mujeres embarazadas encuestadas estuvo entre 15 – 29
años, siendo el promedio de edad de 23,34 años con una DS de 4,38.
3. En relación al grado de instrucción se observó con mayor frecuencia mujeres con
grado de instrucción secundaria y superior.
4. La mayoría de las mujeres manifestaron tener pareja al momento de
encuestarlas.
5. La mayoría de las embarazada indicaron tener entre 1 – 3 embarazos, siendo
primigestas y multigestas casi en igual proporción y con un tiempo de embarazo
entre 7 – 9 meses.
6. La mayoría de las mujeres embarazadas mantienen relaciones sexuales durante
el embarazo.
7. La frecuencia con que mantienen relaciones sexuales en la mayoría de las
mujeres fue de 2 veces x semana, seguida 1 vez x semana y 1 vez al mes.
8. Un grupo minoritario de las mujeres encuestadas señala mantener relaciones
sexuales a diario.
9. La técnica de estimulación sexual fue la manipulación en pareja, seguida por la
automanipulación.
10.En cuanto al deseo y excitación antes y durante el embarazo, la proporción refirió
ser igual, seguida por las que refirieron un menor deseo y excitación, sin
embargo un grupo minoritario manifiesta que es mayor actualmente.
11.La mayoría de las mujeres encuestadas manifestaron que si tienen temor de
tener relaciones sexuales durante el embarazo.
12.Al Describir cual es la causa de los temores a tener relaciones sexuales la
mayoría señalaron miedo a dañar el feto, seguido de dolor, miedo a abortar,
infección y parto prematuro.
13.La mayoría de las mujeres encuestadas manifestaron no tener información
médica y/o especializada sobre sexualidad durante el embarazo.
14.El suministro de la información sobre sexualidad durante el embarazo en la
mayoría de las mujeres encuestadas fue a través de los medios impresos,
seguido de los médicos, charlas, internet y enfermeras.
16. 16
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58.ANEXO N° 1
20. 20
ACTIVIDAD SEXUAL EN MUJERES EMBARAZADAS
Instrucciones: Lea detenidamente la siguiente encuesta, marque las opciones que
considere corresponden en su embarazo. Complete los siguientes datos:
I Parte:
Características personales
1.- Edad:
15 – 19 años_____
20 – 24 años _____
25 – 29 años _____
30 – 34 años_____
35 – 39 años _____
2. Grado de Instrucción.
Analfabeta_____ Primaria_____ Secundaria______ Superior____Otros_____
3.- Tenencia de Pareja:
Si______ No______
II Parte:
Características Obstétricas
1.- Número de Embarazos
1 – 3 embarazos______
4 – 6 embarazos______
7 – 9 embarazos______
10 y + embarazos_____
2.- Número de partos
Primigesta_______
Bigesta______
Multigesta_____
3.- Tiempo de embarazo
1 – 3 meses______
4 – 6 meses______
7 – 9 meses______
Parte III
Marque con una "X" una sola respuesta para cada pregunta:
1.- Mantiene Ud. relaciones sexuales durante su embarazo:
Si____ No____
2.- En caso de que su respuesta sea Si ¿Cuántas veces a la semana o al mes mantiene
relaciones sexuales?
Diaria ______ 1vez por semana ______ 2 veces por semanas__________
Más de 2 veces por semana_________ 1 vez al mes ______ Nunca______
3.- Técnica de estimulación sexual:
Automanipulación ____
Manipulación en pareja_____
Sexo oral _____
Otras_______
21. 21
4.- El deseo y la excitación sexual antes y durante el embarazo es:
Igual______
Mayor_____
Menor______
5.- ¿Tiene temor de tener relaciones sexuales?
Si______ No_______
6.- Si la respuesta a la pregunta anterior es SI, ¿a qué se debe dicho temor?
Dolor_____
Aborto_____
Parto prematuro ______
Infección _______
Miedo a dañar al feto______
7.- ¿Ha tenido información médica y/o especializada sobre sexualidad durante el
embarazo?
Si_______ No_______
8.- ¿Quién le suministro la información?
Médico________
Enfermera______
Charlas________
Medios Impresos (revistas; periódico) _________
Internet_______