En 1948, el gobierno de Sudáfrica implementó las políticas de apartheid que restringían los derechos de los ciudadanos negros. Nelson Mandela se unió al Congreso Nacional Africano para luchar por un estado democrático e igualitario usando métodos no violentos inicialmente. Después de años de represión, fue encarcelado por décadas por su lucha armada contra el apartheid. A pesar de las duras condiciones carcelarias, se negó a legitimar el racismo y continuó negociando desde la cárcel. Tras su liberación