María nacerá pronto con una hernia diafragmática que impedirá el desarrollo de sus pulmones y solo vivirá pocos días. Sus padres han disfrutado de cada momento con ella a través de ecografías y sintiendo su alegría al despertarse durante la final del Mundial de Fútbol. Aunque su muerte será dolorosa, sus padres se sienten en paz de haberla amado y acompañado como la hija única e invaluable que es.