2. ¿QUÉ ES EL ABORTO?
El aborto (del latín abortus) es la interrupción y finalización prematura
del embarazo de forma natural o voluntaria, hecha antes que
el feto pueda sobrevivir fuera del útero. Un aborto que ocurre
espontáneamente también se conoce como aborto espontáneo. Cuando se
toman medidas deliberadas para interrumpir un embarazo, se
llama aborto inducido. Se diferencia del parto prematuro o pretérmino,
pues en este último sobrevive el feto. Martínez W. El aborto. Recuperado el 9 de
julio de 2017 de https://www.binasss.sa.cr/poblacion/aborto.htm
3. TIPOS DE ABORTO
Aborto espontáneo
El aborto espontáneo es un aborto no provocado intencionalmente. Es la
muerte no deseada y expulsión de un embrión o feto antes de las semanas
20 o 24 del embarazo. Cuando la pérdida es posterior, ya se habla de muerte
fetal. Al criterio del tiempo gestacional, la Organización mundial de la Salud
(OMS) añade como criterio que debe pesar menos de 500 gramos. Sin
embargo, este criterio ha de ser interpretado con prudencia, ya que a veces
un feto de menos de 500 g. expulsado puede ser reanimado y sobrevivir. Si
falleciera posteriormente, se registra como muerte neonatal. Se distingue el
aborto precoz, cuando tiene lugar antes de las 12 semanas de gestación, y el
aborto tardío, con 12 o más semanas.
Los factores que pueden producir aborto espontáneo son muy variados:
genéticos o cromosómicos del mismo feto, la exposición a toxinas
ambientales, problemas hormonales de la madre, y otros como el
tabaquismo, la drogadicción o el alcoholismo. Astete C. Tipos de aborto.
Recuperado el 9 de julio de 2019 de https://es.wikipedia.org/wiki/Aborto
4. Aborto inducido
El aborto inducido es la finalización del embarazo mediante la eliminación
de un embrión o feto antes de que pueda sobrevivir fuera del útero. Puede
tratarse de un aborto terapéutico, cuando se realiza por razones médicas, o
de un aborto por decisión personal (interrupción voluntaria del embarazo),
cuando se realiza a petición de la mujer embarazada.
A su vez, según la técnica empleada para inducir el aborto, se puede hablar
de aborto médico o de aborto con medicamentos y de aborto quirúrgico.
5. Aborto terapéutico
El aborto terapéutico es la interrupción provocada del desarrollo vital
del embrión o feto (por lo que se trata de un aborto inducido), pero al que
preceden razones estrictamente médicas. Entre estos motivos cabe si la salud
de la madre (física o mental) se encuentra directamente comprometida con
dicho embarazo o, en su caso, si la vida de la madre corre riesgo.
Aborto indirecto
El aborto indirecto es cuando se produce la muerte del feto en una
intervención médica en que se deben cumplir dos condiciones:
• La intervención va destinada a salvar la vida de la madre embarazada en
situaciones en las que ésta corre peligro cierto.
• La viabilidad del feto es nula según los conocimientos que se poseen
sobre el caso o el trastorno.
6. CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS TRAS UN ABORTO
El embarazo no sólo se gesta en el cuerpo, sino también en la mente de la
mujer. El aborto es un tema incómodo, habitualmente silenciado.
El aborto es un tema incómodo, habitualmente silenciado. Hay muchos
elementos a nivel social y/o personal que justifican esto: potentes emociones,
ideologías, posturas dentro de la familia, ética médica, derechos
fundamentales, etc. Sea como fuere, el embarazo no sólo se gesta en el
cuerpo, sino también en la mente de la mujer, por lo que es importante tener
en cuenta qué supone para ella tanto estar embarazada como dejar de
estarlo. Hay tantas subjetividades como personas.
7. EFECTOS PSICOLÓGICOS Y SÍNTOMAS HABITUALES
Negación o incredulidad.
Confusión.
Oscilaciones en el estado de ánimo.
Tristeza y sensación de vacío.
Enfado o rabia.
Falta de energía.
Irritabilidad.
Miedos (a no recuperarse nunca de la
pérdida, a no poder reproducirse, a
problemas familiares…).
Sentimientos de incapacidad y afectación
de la autoestima.
Desconexión de los propios sentimientos.
Aislamiento social.
8. VENTAJAS
Muchas mujeres mueren al año por abortos mal practicados. Al
legalizarse y ofrecerse en centros de salud como un servicio más, se
garantiza la seguridad del procedimiento, las muertes se reducen.
Matrimonios por que no les quedó de otra.
A veces un hijo une (ata) a los padres, y por peso moral deciden
amargarse la vida juntos ¿qué no es mejor abortar y que cada quién feliz
de la vida por su cuenta? Claro que lo es. No dejen que la moral les
impida ser felices.
En ocasiones, por ejemplo si el padre hace caso omiso de su moral y
escoge su felicidad, la madre quedará sola con la carga y dejará de
trabajar, perderá oportunidades, y será una madre soltera, tan mal vistas
en nuestra sociedad machista. Es preferible abortar, y de nuevo todos tan
felices como siempre.
Es barato. $3,000 contra mantener un engendro hasta, digamos, los 18
años. Ropa, escuelas, medicinas, caprichos. Carísimo.
9. DESVENTAJAS
El aborto, legal o ilegal también daña física y psicológicamente a la mujer y
hasta puede acarrearle la muerte. Entre las complicaciones físicas del aborto
en la mujer están las infecciones, las hemorragias, las complicaciones debido
a la anestesia, las embolias pulmonares o del líquido amniótico, se registran
anualmente 911.897 embarazos no planeados, lo que significa 89 por cada
1.000 mujeres, y cerca del 44% de ese tipo de embarazos termina en aborto
inducido, en Colombia.
Existen desventajas como:
Útero perforado
Hemorragia
Esterilidad
Trastornos menstruales
Peritonitis
Entre otros
10. EL ABORTO EN EL MUNDO
Tan solo el 0.4 por ciento de los países del mundo consideran el aborto
como un delito. Está prohibido en cualquier situación y por ello se aplican
sanciones al proveedor y, con frecuencia, a la mujer que se somete al
mismo. Entre ellos se encuentra Colombia.
Los demás contemplan la medida en distintos tipos de legislación. El 24.9
por ciento de la población mundial acepta el aborto sólo cuando está de
por medio la vida de la mujer.
11. ¿QUÉ DICE LA IGLESIA SOBRE EL ABORTO?
Sobre el aborto, la doctrina de la Iglesia es constante. Se opone a esta
práctica, en nombre de la defensa de la vida, desde su inicio hasta su
final. Para el padre Cédric Burgun, vicedecano de la Facultad de Derecho
Canónico del Instituto Católico de París, “la Iglesia considera que sigue
siendo un mal y que en ningún caso puede ser apoyado o fomentado”.
Esta posición fue especialmente desarrollada en 1995, en la encíclica
“Evangelium vitae”, de Juan Pablo II.