Este documento presenta diferentes senderos espirituales que conducen a la verdad. Describe que aunque muchas personas han seguido estos senderos, se han desviado y adorado la señal en lugar de continuar el camino. Explica que la aceptación es como estar en paz en el ojo del huracán, donde hay quietud a pesar del caos que sucede alrededor. Finalmente, señala que la aceptación no puede forzarse sino que simplemente llega.