El documento define la autoridad como el poder o facultad que se le da a una persona. Explica que los creyentes tienen autoridad delegada por Dios a través de Jesucristo, ya sea autoridad espiritual directa a través de la Palabra de Dios o el Espíritu Santo, o autoridad delegada a través de figuras como padres, líderes de la iglesia y gobernantes designados por Dios para que lo representen. Finalmente, enfatiza que debemos someternos a las autoridades de la iglesia delegadas por Dios bajo la cabeza