Este documento habla sobre Juan el Bautista y su testimonio sobre Jesús. Juan reconoce que no es el Mesías, Elías o el Profeta, sino solo un vocero que anuncia la llegada de uno más grande. A pesar de no ser digno, Juan señala a Jesús como aquel que viene después de él. El documento también destaca la importancia histórica de Betania, lugar donde Juan bautizaba, y pide que seamos profetas que muestren la presencia de Jesús entre nosotros.