El poema pide la presencia de Dios para iluminar las oscuridades, revitalizar el ánimo, fortalecer la escucha y la palabra, sanar lo que está enfermo como la autocompasión y el egoísmo, y vestir el corazón de fiesta para ser feliz y iluminar otras vidas juntos. Finalmente ruega que Dios venga para renacer esta Navidad y hacerse presente en cada momento.