El ALBA tiene el objetivo de unir a los países miembros para lograr transformaciones estructurales que permitan el desarrollo soberano e integral de las naciones. Se fundamenta en la creación de mecanismos de cooperación que compensen las asimetrías entre países y surgió como una alternativa al ALCA impulsada por Venezuela y Cuba. Sus principios incluyen la solidaridad, cooperación y aprovechamiento de recursos para el bienestar de los pueblos.